Te amo

Capítulo 16

Mason

Soy un completo imbécil, nunca un insulto me describía tan bien como esté bueno quizás gilipollas, cobarde o idiota también me describen en estos momentos. En especial cobarde, me asusté, quiero que Stella sepa que tiene una mamá que la quería aunque no esté en su vida. Si de su madre hubiese dependido, ella la tendría viva pero el cáncer se la llevó. Y me asustó eso, porque creo que ella debe ser recordada. Pero Marie tiene razón, mi hija necesita una madre presente, no tías como lo son Aura o Kristal, ella necesita ese amor de mamá porque lo busca. Sino fuese así, sino preguntase por una madre sé que yo sería suficiente. Pero es una niña que desea tener lo que el resto de sus compañeros tienen.

Y en mi miedo cometí uno de los peores errores y lastimé a Marie, bien, no sabía que ella había tenido un hijo y este hubiese muerto. Pero aunque no lo tuviese, de ninguna forma tendría que haberme puesto así con ella. Menos cuando la amo, cuando suspiro por ella desde hace demasiado tiempo. Y en una sola noche lo jodí todo de forma catastrófica.

Me encantaría, por supuesto, pedirle ayuda a alguien en especial a Aura pero mi mejor amiga ha decido que no merezco que me hable y bien, Marie es su todo. Son hermanas, son algo que transciende a lo que puedo llegar a entender. De hecho, llegué a pensar en algún momento que había algún tipo de sentimiento romántico entre ellas, pero no. Se aman de una forma tan incondicional que no creo que una pueda vivir sin la otra. Así que, aunque Aura me ama, no es más de lo que ama a Marie y me está haciendo el vacío tal y como lo hace su amiga.

Estoy jodido y tengo que disculparme como se debe con Marie, pero no tengo ni puta idea de como hacerlo porque soy un imbécil que ha cometido pocos errores en su vida, y este posiblemente sea uno de los más grandes. Le pediría ayuda al padre de Marie, pero creo que ese hombre es capaz de darme una paliza por lo que le dije a su hija. Y en verdad me la merezco, pero no puedo salir herido con mi condición médica. Así que la paliza queda descartada, a pesar de ser buena idea para disculparme.

— Papá. – me llama la atención Stella. – ¿La tita Aura está enfadada contigo?

— Por desgracia, hice algo que tu tita se enfadase.

— ¿Y Marie?

— Aún peor Stella.

— Pide disculpas, quiero verlas. – me pide o más bien me ordena.

— Estoy pensando en unas buenas disculpas. – suspiro.

— Voy a pensar contigo papá.

Stella se sienta a mi lado en el sofá y pone su cara de pensar, lo que significa que achica los ojos y frunce las cejas. No sé en que dibujos lo habrá visto pero lleva así cosa de unos meses, no más, antes pensaba con normalidad, creo. A mi hija le gusta imitar a las personas de su alrededor y a las que ve en sus dibujos o en las series que ve con Kristal.

Hablando de la amiga brasileña de estas dos chicas, ella podría ayudarme con una buena disculpa o puede que me mande a la mierda, pero no pierdo nada al intentarlo así que cojo el teléfono y le mando un mensaje.

Yo

Necesito tu ayuda

Kristal

No, Aura me dijo que tenías que pensar como pedirle disculpas a Marie, tú solo.

Yo

Mierda, lo estoy intentando.

Kristal

Pues inténtalo más fuerte.

Y se desconecta, no me ha mandado como tal a la mierda pero tampoco me ha ayudado en nada. Me levanto del sofá cuando mi bomba de insulina me avisa de que tengo el azúcar baja y me pincho como me enseñaron en el hospital. Tengo que comprar una de esas bombas que me pasa directamente la insulina cuando la nota baja y que disminuye las cantidades cuando está alta.

— Papá, ¿no puedes solo pedirle perdón?

— Ojalá, pero no me va a perdonar tan fácil.

— Eso es que hiciste algo muy malo. – reflexiona.

— Por desgracia cariño, papá hice algo muy malo. Metí la pata hasta el fondo.

— Muy mal papá, tita Aura y Marie deberían castigarte.

— Ya lo hacen con su silencio. – resoplo.

— Y si le regalas flores.

— Siguen sin ser suficiente cielo.

— Jo papá, pues si que hiciste algo malo. – se cruza de brazos. – Yo quiero a la tita Aura y a Marie.

— Yo también, pero no pensé bien las cosas.

— ¿Es por qué llamé mamá a Marie? – si, estoy criando una niña inteligente. – Papá. – me llama muy seria. – Sé que tengo una mamá en el cielo y la quiero, pero también quiero una mamá aquí. Y Marie es la mejor del mundo, lo sé aquí. – señala su corazón y mis ojos se llenan de lágrimas.

— En este tema, eres más madura que yo.

— Yo no soy madura, eso son las frutas. – no puedo evitar sonreír. – ¿Y bien papá?

— Voy a hacer lo posible para que tú tita y Marie me perdonen.

— ¿Algo más?

— Intentaré que Marie salga conmigo, y luego hablaremos con ella el tema de ser tu mamá, ¿si?

— Bien papá. – sonríe antes de pedirme que baje y deja un beso en mi mejilla. – Cuando me enfado con algún compañero me dan de su almuerzo, a las mujeres nos gusta la comida.

— Eso te lo ha dicho tu tita Kristal, ¿verdad?

— No, la abuela. – no me esperaba eso de la madre de Aura. – La abuela dijo que el abuelo la conquistó comiendo comida colombiana, quizás eso también le gusta a Marie.

— Pensaré lo de la comida y lo de regalarle algo que le guste y las flores.

— ¿Y si lo haces todo papá?

— Creo que esa es una buena idea.

— Ahora tengo hambre, ¿vamos a cenar?

— Por supuesto, ve la televisión mientras hago nuestra cena.

— Bien papá, mientras sigue pensando. – sonrío y me meto de nuevo a la cocina para preparar nuestra cena.

 




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