Te amo

Capítulo 17

Marie

Miro a Andrew llegar a la cafetería, creo que después de todos estos años y su apoyo incondicional, él merece saber porque me voy, porque desaparezco a veces y vuelvo a Francia. Andrew ha sido un muy buen amigo y siento la necesidad de contarle lo que ocurrió. Él nunca me ha presionado y yo estoy aprendiendo que la gente no puede saber que me duele y que no sino conocen mi historia.

— Aura me dijo que estabas en Francia.

— Volví esta mañana. – le dedico una pequeña sonrisa antes de que él pida un café. – ¿Cuánto tiempo tienes?

— Esta mañana no trabajo, tengo todo el tiempo que necesites.

La sonrisa de Andrew me ayuda a tranquilizarme. Tiene una de esas sonrisas maravillosas y sinceras en la que sabes que puedes apoyarte. Siempre lo he querido y considerado un gran amigo, pero tenía miedo de que más personas se enterasen de la verdad porque lo haría más real. Sin embargo, creo que ocho años son suficientes para dejar de negar el terrible hecho que ocurrió. No quiero seguir negándolo aunque eso signifique tener que aceptar que Nathaniel jamás volverá a mi vida, porque es la verdad. Mi hijo está muerto y no puede volver.

— Te veo preocupada.

— Estoy nerviosa, no preocupada. – él asiente. – Andrew, fui madre con diecisiete. – decido soltar, sin pensarlo más.

— ¿Con diecisiete?¿Lo diste en adopción?

— Ojalá pero no. – tomo aire. – Quedé embarazada de mi novio del instituto, él no quería hacerse cargo y yo no me veía capaz de ser madre, aún así me armé de valor y lo tuve. – suspiro. – Demandé a su padre por la pensión. Él no quería al niño, y yo en un principio tampoco, y que el niño naciese fue culpa de ambos.

— ¿No pensaste en abortar?

— Si, pero era demasiado tarde, por eso digo que ambos debíamos responsabilizarnos de nuestras acciones. – mis manos tiemblan y él las tapa con las suyas.

— No te estoy juzgando Marie, sigue con tu historia.

— Con el tiempo pensé que él había comenzado a amar a nuestro hijo, te juro que parecía enamorado de nuestro bebé en las fotos que su hermana me mandaba.

Necesito parar cuando comienzo a sollozar, Andrew me da un pañuelo y poco a poco voy secando mis lágrimas hasta que consigo calmarme lo suficiente y seguir con la historia.

— Al año y medio de que yo diese a luz su padre conoció a una chica, yo no tenía problema con eso. Yo también salí con algún que otro chico aunque mi prioridad siempre era mi hijo. Al principio ella no parecía mala chica.

— Marie no es necesario.

— Pero quiero decírtelo. – él asiente y me deja continuar. – Mi ex pasaba un fin de semana al mes con nuestro hijo, llevaba siendo así casi tres años y nunca había habido ningún problema. Así que me acosté en la cama pensando que mi hijo estaba a salvo con su padre. – contengo las lágrimas aunque al final algunas escapan. – A las once de la noche me llamaron, llorando que se habían despistado un momento mientras lo bañaban y mi bebé se había ahogado.

Veo su expresión de horror, veo las lágrimas caer por sus ojos. Su reacción es tan parecida a la de Aura, ambos saben que hay más incluso cuando no termino de contarles. Tienen una intuición que ojalá tuviese yo.

— Al llegar, mi bebé había sido declarado en muerte cerebral pero me negaba a ello y lo dejé conectado a una máquina. – tomo de mi café, intentando buscar una distracción para mi cabeza. – Las investigaciones policiales empezaron y en el ordenador de mi estúpido ex encontraron búsquedas como “¿cómo hacer parecer un ahogamiento parezca un accidente?”, “¿cómo perder la custodia de mi hijo?” y otras tantas que preferí no conocer.

— Marie…

— Los detuvieron a ambos, las investigaciones encontraban más cosas y ellos acabaron confesando que lo ahogaron. – el nudo de mi garganta me hace casi imposible hablar. – Su nueva novia le dio pastillas para dormir a mi bebé y él lo ahogo en la bañera. Lo asesinaron porque era un estorbo para ellos. – las lágrimas caen a cascadas por mis ojos. – Quise acabar con mi vida el día en que la policía me dijo que habían encontrado pistas que aseguraban que la muerte de mi pequeño no había sido accidental. Sino fuese por Aura lo hubiese hecho. Pero ella me detuvo y me dio fuerzas incluso para desconectar a mi pequeño que hacía tiempo se había ido. Doné sus órganos y empecé a ir a terapia. Aún no lo supero, pero al menos puedo vivir con ello.

— Eres una mujer muy fuerte Marie, junto con Aura las mujeres más fuertes que conozco.

Él se levanta de su asiento y me abraza, me reconforto en él y sigo llorando por lo que parece una eternidad pero son a penas unos minutos hasta que logro tranquilizarme.

— Gracias por contármelo Marie.

— Gracias por escucharme.

— Siempre lo haré. – besa mi frente antes de volver donde estaba. – Tú y Aura son como mis hermanas.

— Siendo hija única eso significa mucho para mí. – él me sonríe y como puedo le devuelvo la sonrisa.

 

 

Aura y yo reímos mientras vemos un vídeo divertido en su ordenador. Ella tendría que estar trabajando y yo debería ponerme de nuevo también a hacerlo pero sinceramente no tengo ganas. Solo quiero estar con lo mejor de este mundo. La abrazo para sentirla, para saber que está a mi lado y no va a desaparecer cuando cierre los ojos.

— Aura, ¿has vuelto a hablar con Mason?

— Frases cortas, nada de lo de antes.

— No quiero que pierdas tu relación con él, por algo que dijo preso del pánico.

— No lo justifiques Marie.

— No pretendo hacerlo, pero seguramente yo hubiese reaccionado parecido si estuviese en su lugar. Debí hablar las cosas con él antes de dejar que Stella me siguiese llamando mamá. – ella entre cierra los ojos pero acaba asintiendo no del todo convencida.

— ¿Estás bien, Marie?

— Después de llorar, gritar y destrozar la mitad de mi apartamento en París, estoy segura de que estoy bien. – eso le provoca la risa. – También me siento liberada después de haberle dicho a Andrew lo que ocurrió.




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