Marie
He decido tomar clases de meditación, aún no sé porque pero me dijeron que ayuda a aliviar el estrés y a despejar la mente y yo necesito despejar mi mente de toda la mierda que tengo encima. Necesito, no sé, relajarme más de lo que normalmente estoy. Paso en un estado de ansiedad y alerta prácticamente todos los días.
Ayer tomé la primera y la verdad que me vino bastante bien, luego pasé la tarde con Mason y Stella, fue bastante bueno. Mason y yo hemos vuelto de alguna manera al punto de inicio pero con más cosas habladas. Estamos mejor, y vamos a comenzar a tener citas. Eso me tiene nerviosa pero también quiero ya que llegue el lunes para nuestra primera cita, este fin de semana por el momento solo pasaré tiempo con él y con Stella.
— Marie. – giro mi cabeza al escuchar la dulce voz de Stella. – ¿Me quieres?
— Claro que te quiero, ¿cómo no iba a hacerlo? – le sonrío.
— Entonces, ¿Puedo llamarte mamá?
Sus razonamientos a veces son complicados y solo los entiende ella, pero tiene muy decidido que yo sea su mamá. Miro a Mason y este asiente con una sonrisa. La cena de otro día era lo que necesitábamos, hablar y entendernos. Yo debía entender su miedo y él el mío, y partiendo de eso creo que las cosas ya son bastante más fáciles.
— Sí, puedes llamarme mamá.
— Genial. – sonríe antes de volver a sentarse en el sofá,
Ayudo a Mason a terminar de hacer la comida mientras Stella mira lo que sea en la televisión, sé que ve muchos programas infantiles y un par no tan infantiles que suele ver con la madre de Aura. Pero no conozco ninguno de ellos, mientras a ella le gusten está bien.
— ¿Hoy es la boda de Mario y Renatta?
— Sí, Aura me mandó un mensaje hace una hora.
— Esperemos que todo vaya bien. – asiento.
— ¿Cómo está tu padre?
— Bastante mejor, ya veo al hombre que solía ser. – veo la ilusión y la esperanza marcadas en cada fracción de su cara. – Creo que mi hija tendrá a su abuelo pronto.
— Me alego mucho Mason, estoy segura de que todo irá bien.
— Me gustaría hablar con Killian, como Andrew y Asher hicieron, creo que nos vendría bien.
— Si es lo que quieres, te apoyo. – sonrío. – Aunque soy de esas personas que no cree en segundas oportunidades.
— A mi me has dado una segunda oportunidad.
— Yo no, te la dio Aura. – me encojo de hombros mientras él ríe. – Eso huele delicioso.
— Esperemos que sepa exactamente igual.
— Estoy segura de que sí.
Ponemos la mesa y llevo a Stella a que se lave las manos, una vez sentados, Stella nos bombardea con todo lo que le ha pasado esta semana en el colegio. Me gusta escucharla hablar de una forma tan vivaz y elocuente. Está tan llena de vida que es imposible no amarla, sé que ella y Nathaniel se hubiesen llevado de maravilla, a pesar de los tres años que les separan.
Después de pasar casi todo el día con ellos me marcho a casa de mi padre, me pidió que cenase con él y no pude decirle que no. Mi padre, junto con Aura, han sido ese pilar en mi vida que me han mantenido con vida y por el camino correcto. No creo que haya forma de agradecerles a ambos por todo lo que han hecho por mí.
Antes de entrar a la casa de mi padre recibo un mensaje de Mason, es el enlace a una noticia que me deja petrificada.
“La verdad sobre el accidente de Aura Trumman
Según relató la víctima, la noche en que sucedió aquella tragedia en la que perdió la capacidad de andar, era la noche de su aniversario con el que fuese su novio. Según cuenta encontró a su amiga y a su novio teniendo relaciones y por eso salió corriendo y tuvo el accidente.
Según algunos testigos esa podría ser la razón de la ruptura de la amistad entre Renatta White y Aura Trumman y del golpe que esta última le propinó hace algunos años.”
No continuo leyendo, es muy extraño que Aura haya decidido contar la verdad, en especial por Liam. Puede que ya no sean tan unidos como antes, pero Aura ha estado cuidado de Liam a pesar de mis intentos porque le dijese la verdad. Tuvo que verse acorralada para hablar de lo que ocurrió.
Les mando un mensaje a Aura y Liam para saber como están, mi amigo responde casi al instante que lo está procesando y Aura no responde ni cuando la llamo. Seguramente esté encerrada en su cuarto. Sé que no se hará daño, pero eso no hace que me preocupe menos.
— Papá.
— Leí la noticia, tarde o temprano la verdad saldría a la luz.
— En redes sociales la gente ha tomado bandos, ¿verdad?
— Sí, la mayoría están de parte de Aura. – me sonríe. – Cenemos, seguro que cuando Aura esté preparada te responderá al mensaje que le has mandado.
— Seguro. – intento devolverle la sonrisa.
Para mi suerte, Aura acabó contestándome el mensaje no mucho después, fue escueto pero contundente, está mal pero tampoco tan mal como se esperaba, solo quiere esconderse por un tiempo y yo voy a dejarla. En este momento presionarla no hará más que se cierre.
El dolor real vino algunas horas más tarde, al día siguiente de hecho cuando recibí una llamada desesperada de la madrastra de Liam.
— Marie, mi niño intentó suicidarse.
— ¿Qué?
El mundo entero comenzó a darme vueltas, y casi no podía escucharla. Solo escuché el nombre del hospital en el que se encontraba y salí corriendo aún con todo el dolor que sentía. Necesitaba saber que estaba bien, asegurarme de que solo había sido un intento pero volvería a verlo sonreír.
Cuando llego al hospital todo es un caos, como pueden los padres de Liam me cuentan que pasó. Se tomo varias de sus pastillas para la depresión, su padre lo encontró inconsciente cuando fue a llamarlo para la cena. Al no obtener respuesta forzó la puerta y se encontró a Liam en la cama inconsciente y con varias pastillas tiradas sobre el suelo. Sus padres creen que se tomó casi medio tubo.