Te amo...¿es suficiente?

Capítulo 9

Marco

Anoche bese a Alice lo cual fue una especie de impulso ya que no era mi intención, tal vez al estar solo una noche sentí alguna especie de tensión sexual pero créanme que ya pasó, el hecho de que piense que siento algo por ella es algo que me frustra asique trataré de volver a como era al principio.

Me levante y prepare para irme a la empresa, Alice estaba en la cocina esperando a Ciara ya que se iba de compras con ella, entrando a la cocina la veo que me mira y se tensa.

-Tranquila que no haré nada, lo de anoche fue un error y estupidez de mi parte, para que te quedes tranquila no siento nada por ti

-No te pedí explicaciones de ningún tipo _me dice sin mirarme.

-Lo sé no soy idiota, solo quiero dejar todo claro. Y para terminar quiero asumir que eres consciente de que no te puedes escapar ¿o necesito recordarte?

-Ya lo sé _ levanta la miraba y me ve a los ojos

-Muy bien e iras con dos guardias

-No es necesario, puedo cuidarme sola

-No es para cuidarte, es para que te vigilen y no te escapes ni hagas estupideces _tome mi celular y le envié un mensaje a Horacio para que prepare dos guardias.

-Por dios eres totalmente insoportable ¿Por qué no te vas a algún viaje de trabajo unos días?

-Porque no se me da la gana y en caso de que lo haga tú vendrás conmigo, eres mi esposa ¿lo recuerdas no? _le dije irónicamente y sonriendo.

-Lamentablemente es algo que no puedo olvidar. _se levanta y se va de la cocina, yo la imito y la sigo. Estamos llegando a la sala y viene Horacio con dos guardias detrás de él.

-Señor aquí están los dos guardias que me pidió. –yo los mire y luego miré a Alice y pensé ¿Por qué asignarle dos guardias si con uno es suficiente?

-Sabes Horacio asígnalos a otro lado.

-¿Señor? _me pregunta confundido.

-Tu iras con ella, ellos que se encarguen de otra cosa ¿debo repetirlo? _pregunto totalmente serio

-No señor, como mande. _Horacio se va con los guardias y Alice me fulmina con la mirada

-Eres increíble ¿es necesario que me escolte tu perro faldero?

-Créeme que si pudiera iría yo, pero tengo asuntos más importante que acompañarte a realizar comprar

-Bien, es buena noticia para mi

-Y dime ¿Con que dinero piensas ir a hacer compras? _la miro muy soberbio ya que se que no tiene dinero.

-Pues fíjate que si tengo dinero asique no te preocupes por mí.

-No lo hacía. Bien a las cinco te quiero aquí ¿queda claro?

-¿Perdón? ¿Desde cuándo tengo toque de queda?

-Desde que te casaste conmigo.

-Desde que me casaron contigo mejor dicho. No lo hagas sonar como su hubiese sido mi elección.

-Ya me aburres con tu quejas Alice, acostúmbrate ¿quieres?

-¿Qué me acostumbre a qué? ¿A estar casada con un enfermo como tú? Por favor, antes de acostumbrarme a ti prefiero morirme.

Estaba a punto de contestarle cuando vino María para avisar que Ciara estaba afuera.

-Te acompaño afuera. _le digo siguiéndola.

-No es necesario.

-no te pregunte.

Fuimos afuera y Ciara esperaba en su auto, le tomo de la cintura para saludarla y le abro la puerta del auto para que entre.

-Hola ciara ¿Cómo estás?

-Marco muy bien, mi esposo esta de camino a verte.

-Lo sé, ya salgo para allá, diviértanse.

Ellas se fueron y Horacio frenó el auto en la entrada por una seña mía.

-Horacio a las cinco la quiero de vuelta, cualquier cosa me llamas.

-Descuide señor.

Se va detrás de las chicas y yo me subo a mi otro auto para ir a la empresa. Saber que está fuera de mi radar me enloquece pero si Horacio la vigila debería de estar bien.

Al llegar fui directo a mi oficina, salgo del ascensor y mi secretaria se para de su silla como resorte.

-Buen día señor Russó, hay un hombre en su oficina esperándolo

-Buen día Blanca, lo se llévame dos cafés por favor.

-Enseguida

Entre y estaba Lucca sentado frente a mi escritorio con el celular.

-Sí que te haces esperar _me dice en modo di chiste.

-Sabes estaba en casa esperando a que tu mejer llegue a llevarse a la mía _le digo mientras me quito el saco y me siento frente a él.

-Oh claro, si mi mujer no es muy buena manejando, por eso llega tarde a todos lados. Lo que sí es loco es que tu mi amigo estés casado, déjame decirte que es un milagro

-Ya sabes el detrás de escena, no es tan así.

-Bueno sea como sea estas casado que ya para ti verte todos los días con una mujer es raro.

-Si bueno, no tuve opción _golpean la puerta, entra mi secretaria con el café y nos deja todo en el escritorio y se retira.

-Gracias blanca _le digo indiferente mientras revolvía el café

-De nada ¿necesita algo más?

-No, puedes retirarte.

Se va y Lucca me mira riendo.

-¿Qué te pasa ahora? _le pregunto confundido

-Sabias que se llama Bianca ¿no?

-¿Qué?

-Bianca amigo, tu secretaria se llama Bianca

-Oh bueno, es similar

-No te acostaste con ella, sino lo recordarías

-Tú que sabes, es nueva vino hace algunas semanas, tal vez lo haga

-Estás loco ¿aquí en la oficina? Te llega a ver alguien y estás muerto

-Siempre me quedo hasta tarde, bueno ya le dedicamos mucho tiempo a la secretaria. Cambiemos de tema

-¿Qué tal la vida de casado?

-¿En serio?

-Vamos no puede ser tan malo _me dice sonriendo

-No tenemos sexo, nos peleamos siempre que nos vemos y es insoportable

-Tú tampoco eres una persona fácil de manejar.

-Lo se pero ella es…insoportable

-Bien ¿y hasta cuando tienes que hacer esto? ¿O pretendes quedarte con ella?

-No claro que no, terminare unos negocios y luego veré, aun no lo tengo decidido

-Puedes darte una oportunidad con ella ¿lo sabes no?




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