Te amo...¿es suficiente?

capitulo 10

Capitulo 10

Alice

Anoche Marco vino de la oficina con rasguños lo cual no me sorprende para nada pero me molesta el hecho de que vuelva con marcas ya que para el resto de la gente soy yo la que le hace esas supuestas marcas, si va a engañarme con cuanto gato se le cruce que como mínimo que se cuide de ese tipo de cosas.

Por la mañana estaba desayunando y escuché que sonaba un teléfono en la sala, era el de Marco, cuando lo tome tenía ya la llamada perdida de un número desconocido no le di importancia pero quería avisarle por lo que lo busque pero no lo encontré por ningún lado hasta que me cruzo a María y le pregunto.

-¿Sabes dónde está mi marido María?

-Si señora, ya se fue para la empresa temprano

-Mierda es que olvido su celular, bien gracias María.

Salí a decirles a los guardias que lleven el celular a la empresa pero no podían dejar la casa sin guardias asique tuve que ser escoltada por uno de ellos hasta la empresa y llevarle el teléfono a Marco.

Al llegar me dijeron que la oficina era la del último piso asique me subí al ascensor y ahí estaba yo como una total idiota yendo a resolverle un problema a mi esposo, dios. El ascensor se abre y no vi a nadie en recepción asique fue hacia la puerta que decía “director Russó Marco” y estaba abierta asique entré, entonces lo vi ahí en su computadora lo más concentrado, al verme se sorprende demasiado.

-¿Qué haces aquí Alice? _me dice parándose de la silla y acercándose a una distancia prudente por supuesto.

-Olvidaste tu teléfono, toma _le digo extendiéndoselo y lo toma rápidamente.

-Gracias lo estuve buscando por todos lados, envié a mi secretaria a buscar por la empresa creí que se me había caído en algún momento entre reuniones.

-De nada, me voy.

Cuando estaba dándome la vuelta para salir me quede helada al ver a semejante zorra en frente de mí.

-Ay por dios ¿Qué mierda haces acá Bianca?

-¿Se conocen? _pregunta marco poniéndose a mi lado y mirándonos con confusión a ambas.

-Por supuesto que si _le digo completamente furiosa.

-Lo siento señor Russó, estaba buscando su celular y no me di cuenta que dejé la puerta abierta. Si salimos con el mismo chico hace un tiempo.

-Eras la amante de mi novio mejor dicho.

-Este es mi trabajo Alice, vete porque me pueden despedir por tu culpa.

-Me encetaría verlo, créeme.

-Llamaré a seguridad si no te vas.

-Anda llámala, quiero ver a quien sacan. Si a mí o a ti.

-¿Disculpa? _me dice confundida. _Tú no tienes ningún poder aquí.

-¿A no? _tomó a Marco y lo beso. -¿Aun lo crees? _verle la cara de espanto a esta idiota no tiene precio.

-No entiendo que pasa.

-Déjame explicarte, yo soy la señora Russó como podrás ver las alianzas en nuestras manos.

-¿Está casado? No lo sabía _mira a marco y a mí.

-Estamos casados hace poco pero ya mucha gente lo sabe, me da curiosidad como tú la secretaria de mi marido no lo sabía.

-Pues soy nueva, hace poco trabajo aquí, no lo sabía y menos que estaba casado contigo.

-No me tutees, no te di ese derecho.

-¿Desde cuándo debo tutearte? Solamente eres una maldita que se me cruza en mi camino.

-Ya basta _dice marco poniéndose a mi lado de nuevo. _ella es mi esposa, eso ya es suficiente motivo para que no la tutees, bríndale el respeto que se merece como la señora de tu jefe, lo cual la convierte en tu jefa y si ella quiere puede despedirte ¿queda claro?

-Sí, lo siento.

-A mi no es a quien se lo debes decir. _le hace una seña hacia mí.

-Lo lamento señora Russó, no fue mi intención ofenderla.

-No te preocupes, no te despediré porque de seguro necesitas el empleo. Ahora sal por favor, debo hablar con mi esposo.

Bianca se fue sin decir más y me giré hacia Marco.

-No necesito que me defiendas y menos de ella, puedo sola.

-Primero no iba a dejar que te falte el respeto en frente mío y segundo lo hice como lo haría con cualquier familiar o conocido, no te ilusiones.

-¿Hace cuanto trabaja aquí?

-Un par de semanas, no lo sé. ¿Por qué te importa?

-¿Cómo es que vino a trabajar aquí?

-No lo sé, la manda recursos humanos, yo no me encargo de las contrataciones de personal no esencial.

-Creía que una secretaria era esencial, todos son reemplazables para el gran Russó

-No, para mí no son esenciales pero considero que la secretaria sea eficaz y hasta ahora no tengo quejas de ella.

-Ya dormiste con ella ¿No? Por dios lo que me faltaba, ser otra vez cornuda por esta mujer.

-No, no dormí con ella Alice. Debo trabajar no tengo tiempo para estas escenas.

-Bien. _lo deje en la oficina y me fui. Al salir de la empresa me topo con Bianca.

-Vaya esta si fue una sorpresa desagradable por supuesto _le digo cruzándome de brazos.

-créeme que para mí fue igual.

-Quien diría que unos meses más tarde después de que te cagaras en mi amistad, te iba a encontrar acá trabajando para mi esposo, que loco es el karma ¿no?

-Pues si la verdad es muy loco. Lo que más me sorprende es _nos interrumpe el guardia de Marco.

-¿Todo bien señora?

-Si todo bien, vámonos mejor. Ya acabe aquí y Bianca vuelve a tu puesto de trabajo.

Bianca suspiro muy profundo y se fue, mientras tanto yo me fui con el guardia para la casa. Vaya que si me dio una sorpresa el día, quien diría que me iba a cruzar a semejante perra de nuevo, espero que Nicolás no vuelva a mi vida porque ahí si me van a tener que internar por mi salud mental. Al menos Marco no se acostó con ella, bueno espero que sea cierto porque en verdad puedo aguantar muchas cosas peo volver a ser cornuda por la misma mujer con diferente hombre, pues ya sería demasiado hasta para mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.