Té & Café

Tea 06

Después del trabajo, Elizabeth está un poco nerviosa por ver la reacción de Danielle. Ella solo entra al auto con una mirada perdida, Eliza no quiere sacar el tema solo por respeto a su persona; eso no le impidió a ella soltar un grito desde el fondo de su garganta. Por el repentino susto Elizabeth había hecho una maniobra con el auto, provocando no solo que casi chocaran si no que otros conductores las insultaran.

 

—¡¿Qué te pasa?! —su voz se había tornado mas histérica—, ¡Casi nos matamos! —Danielle se había quedado en silencio dándose pequeños golpes en la cabeza—. ¿Qué...te pasa? ¿Aun quieres que te lleve a un manicomio? Hay ofertas en fármacos en un lugar que conozco, no será la gran cosa pero te aseguro que son legales —la de lentes levanta su mirada con una ceja levantada—. Bueno, el 75% de los medicamentos son legales, los otros 25% son de dudosa procedencia —recobrando su postura y mirada al frente le pregunta—. ¿Por qué gritaste?

 

—Primero, no quiero drogas. Segundo, dos palabras estrés y resignación —vuelve a pegarse en la cabeza—. En serio soy una estúpida.

 

—Eso no lo dudo —recibe un golpe en el brazo—. No a la violencia —sin quitar la vista de la carretera, pero antes de que pudiera hacer mas preguntas Danielle se adelanta.

 

—Jaden quiere algo a cambio o va a reportar el accidente a la policía —ella estaba cubriéndose con sus propias manos, por ende no pudo apreciar la mirada sorprendida y la mandíbula tensa de Elizabeth.

 

La ira subió rápidamente por toda la espalda de Elizabeth hasta su cabeza, para ella que amenazaran a Danielle era una mina muy peligrosa, lo que mas le hacia enojar. Esa chica podía ser ingenua, torpe y hasta ciertos extremos estúpida, pero era su mejor amiga, y si alguien la amenazaba ella no dudaría. Como pudo trato de mantener sus emociones bajo control y seguir conduciendo.

 

—Mañana lo resolveré, no te preocupes —aunque había dicho eso, la única manera de solucionar las cosas era hablar civilizadamente por 10 minutos con cierto pelirrojo.

 

Al llegar a su hogar y ver como su amiga devoraba lo poco que había en la despensa, olvidarse de la universidad y solamente acostarse en el sofá para ver cualquier cosa en la TV, le hizo tener un hueco en el estomago; habían retrocedido años en solo un día y eso no le gustaba. A la madrugada Elizabeth peleaba con Danielle para que se preparase para el día, asearse e irse a la universidad. Ella no estaba molesta con su amiga, pero si estaba molesta de ver sus miedos la consumían y ahora tenia otro nombre en su lista de miedos absurdos, la adición de Jaden no era nada bueno.

 

—Danielle, vamos a ser objetivas. No puedes dejar de estudiar y trabajar solo por tenerle miedo a ese estúpido —esa no había sido su mejor elección de palabras, aunque sea su mejor amiga sus palabras no salían como ella quería. Estaban en una cafetería justo antes de llegar a la universidad, un lugar hogareño de paredes de madera y muchas flores, de luz cálida y buen ambiente, pero ellas no estaban prestando atención.

 

—Un idiota de 1.84 m corpulento que me matara si lo quisiera así —la voz de la chica sonaba a verdadero terror y por esa dirección Elizabeth no quería llevar el pequeño dialogo.

 

—Danielle… —ella no sabia que mas hacer, su cuello estaba tenso y su paciencia a punto de colapsar. Pero no perdió la paciencia, pago la cuenta de ambas y subieron de nuevo al Audi estacionado enfrente.

 

Habían llegado y como estaba previsto, Elizabeth tuvo que llevarla casi a rastras, por hacerlo ella misma entro tarde a su propia clase, provocando que su profesor menos favorito le diera un negativo. La segunda guerra fue para ir trabajo había comenzado, pero al estar menos cansada y con menos lugares para esconderse no duro tanto como la primera. Ya estando las dos en su auto, Danielle solo se mantenía abrazando sus piernas.

 

—Refúgiate en el sr. Growney, trata de ignorarlo, yo tratare de resolver esto —al escuchar la voz seria de ella con pocos ánimos asiente y arrastrando los pies llega a la tienda de música. Elizabeth con los brazos cruzados se sienta en uno de los bancos del centro comercial—. Ahora a esperar unos 15 minutos a que llegue.

 

Para pasar los minutos mas rápidos se compro un té helado y saco uno de sus libros de bolsillo para esos momentos, no fue hasta media hora después que Logan hizo acto de presencia. Se levanta del asiento acomodándose la chaqueta y guardando el libro camino lo mas rápido que podían sus cortas piernas yendo directamente hacia Logan, justo antes de que girara hacia la librería Liberti ella se puso en su camino, antes de que siquiera el preguntara que estaba haciendo ella se encontraba jalándolo hacia otro lugar, pero este opuso resistencia y soltó el agarre que tenia ella en su brazo con una mirada incomoda. Elizabeth simplemente lo ve por unos minutos con un rostro indiferente y pronuncio dos palabras.

 

—Jaden Evans —al oír el nombre de su amigo Logan paso de tener una mirada seria, a una mas confundida—. Camina Zanahoria —retomando su camino a la cafetería enfrente de su trabajo.

 

Ella misma había tomado la orden, un café y un té, los había llevado donde Logan esperaba algo impaciente a que llegara y al hacerlo, ni corto ni perezoso espero a que ella se sentara para hablar.

 

—¿Me explicas como es que sabes el nombre de Jaden? —Elizabeth se estaba poniendo los pedidos en la mesa, simplemente tomo su té y contesto.

 

—Tu grandioso amigo trabaja con mi amiga —resaltaba la palabra grandioso con toque de sarcasmo. El ceño de Logan se tenso y frunció por esa declaración.

 

—Eso creo que lo suponía por lo que dijiste ayer... —empezó a masajear su sien antes de hablar otra vez—. Ayer no lo vi porque tenía mucho trabajo pendiente, pero los mensajes que me llegaron eran de él quejándose.




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