Té & Café

Tea 10

Solo había pasado un día después de todos lo acontecido, inclusive el Sr. Growney había percibido una disminución en la tensión al ver llegar a su empleada sin sufrir un ataque de nervios. Los otros empleados, Alice y Bobby, estaban ansiosos por preguntarle a Danielle cual era su relación con el guapo chico de cabello oscuro.

 

—¿Se conocieron en circunstancias poco afortunadas? ¿Qué significa eso? —Bobby el mas joven de todos era un chico de piel oscura, cabello rizado abundante y una sonrisa con húyelos, por lo general se mantenía como cualquier adolecente de diecisiete años; siendo un poco infantil y algo curioso—. No, en serio no entiendo, ¿Tú entiendes Alice?

 

La chica a su lado, una rubia de ojos claros, con un peinado sacado de los 90’s con su cabellera larga, ella era la mayor de los empleados con veinticinco años, pero que parecía la mas joven—. Dani tienes que comprender que si no das detalles no podremos saber, y saber es lo que queremos, nuestra curiosidad es mas fuerte —Bobby chasqueaba sus dedos a su dirección, dándole la razón, la interrogada Danielle se quería reír por esos dos.

 

—Es lo único que puedo decir, mi relación con él es algo complicada y la verdad quisiera olvidarme de ella —ante esas palabras Bobby se acerca a ella provocando que se aleje.

 

—Si ya sé, tu “pánico”, pero no tuviste pánico al darle semejante golpe, fue lo mas interesante que haya pasado en meses, a excepción al guitarrista ruso que trato de conseguir un descuento por una Cort original —al Bobby recordar aquel suceso se empieza a reír, parando súbitamente al recordar de que estaba hablando —. Ok, me desvié del tema, el punto es que esto es bueno.

 

—Bobby, la única razón que puedo hablar contigo es porque me recuerdas a mi hermano menor, solo por eso. Ya para mi es raro tener trato con una persona como él —moviendo las manos de manera aleatoria, provocando una sonrisa en Alice.

 

Esta pone una mano en su cabeza solo para decirle—. Hablamos después, tu ya sabes quien ya esta aquí.

 

Tanto Danielle como Bobby que estaban a espaladas de la puerta se voltearon solo para ver como Jaden pasaba usando su típica chaqueta de cuero, camiseta blanca, pantalones oscuros y en esa ocasión unas zapatillas blancas. Solo levanto su mano como manera de saludo antes de ir a dejar sus cosas a la habitación de empleados, Bobby estaba murmurando lo que seria su teoría conspiranoica del porque ahora se mostraba tan tímido.

 

Junto con Jaden entraron un grupo de adolescente buscando el pre-estreno del álbum de un tal The Weeknd, ese día en particular los cuatro empleados de la tienda conocieron la palabra locura adolescente. Inclusive Bobby había afirmado ver a alguna que otra compañera de clases en la tienda. En el descanso, que casualmente y sin ningún plan anticipado, Danielle y Jaden quedaron en el mismo turno, quedándose los dos en la misma habitación. El ambiente se notaba silencioso, algo incomodo, pero ya no era rencoroso o con miradas por parte de él. Aun así, Danielle sabia que no se podría llevar bien con alguien como Jaden.

 

—Así que... ¿jugamos a las 10 preguntas? —la pregunta hizo que Danielle soltara un suave ¿Ah?, haciendo que el grandulón de un 1.84 m empezara a hacer muecas.

 

Después de pestañear un par de veces ella contesta—. ¿Es en serio?

 

—No estamos haciendo nada, me da tan tantos escalofríos estar así de incomodo en un lugar tan apretado —señalando el lugar vacío y a su vez el ambiente—, además lo bueno seria regresar a lo mas básico, nada de preguntas incomodas o muy personales, ¿Te parece? Es solo un juego.

 

En parte para Jaden, una diminuta curiosidad apareció desde el día anterior, cosas que no podía contestar siendo un simple conocido de esa chica, que cada día se le hacia mas similar a un chihuahua por lo mucho que temblaba en el día.

 

Danielle no tuvo que pensar mucho, en realidad estaba igual de harta del silencio incomodo del lugar—. Tú ganas. Tu juego, empiezas tú.

 

—Esa es la actitud —él ya tenia la primera pregunta nada personal y muy cliché que diría—. ¿Color favorito?

 

—¿Volviendo a lo más básico? —viendo como alza los hombros divertido—. Azul.

 

—En el tiempo que llevo en la tienda el color que menos te veo usar es azul —comentario que a ella le hizo soltar un breve bufido. Ese día había llevado una camiseta sencilla turquesa, tenía un detalle en el cuello, junto a ella unos jeans grisáceos gastados y unos botines converse negras. 

 

—Que sea mi color favorito y que me quede bien, son cosas diferentes —alzando los hombros con normalidad—, ¿Y el tuyo?

 

—El negro —haciendo la típica pose de badboy de libros clichés, cosa que en verdad le hacia gracia a Danielle.

 

En su mente pensó de manera sarcástica “No me había dado cuenta”, cosa que no dijo y simplemente pasó de largo—. Mmmm... ¿Estudias?

 

—Sí, estudio contaduría —la respuesta no paso desapercibida, ella lo veía claramente sorprendida—, ¿Qué pasa?

 

—No te imagino usando un traje ni menos llevando cuentas —seria y sincera—, tienes más aire de ser comunicador social o hasta algo con tu apariencia.

 

—Se te olvido cantante o modelo, créeme no eres la primera, pero sí, estudio para ser contador aunque suene raro —restándole importancia al asunto y cambiando de tema—. ¿Y tú? 

 

—Ingeniería — antes de que el pudiera hacer algún tipo de comentario, ella se había adelantado—, más que todo en el área de computación.

 

—Bueno, a ti si te veo en una silla frente a una computadora todo el día —viendo como asentía sin rechistar, dándole la razón—. ¿Instrumento favorito?

 

—Me gustan las trompetas y las baterías —jugando con sus manos cual niña pequeña.




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