Te Elijo a Ti

De sueño a realidad

La noticia de que un familiar, o algún conocido tuyo, fue secuestrado, siempre es muy fuerte y dolorosa. Más aún si la persona secuestrada es tu hijo.

Ese era el caso de cierta azabache de nombre Kuchel. En cuanto se enteró que su único y amado hijo, Levi, fue secuestrado. No solo denuncio el hecho en Grecia, sino que regreso inmediatamente a Francia y movió todos sus contactos para que dieran con su paradero.

Le aconsejaron mantener la calma hasta que hubiera resultado. Pero era inútil, nada iba a calmar la opresión que sentía en el pecho por no saber qué había pasado con Levi.

Ahora mismo se encontraba en su casa, dando vueltas en su estudio mientras esperaba una respuesta.

Estaba tan sumergida en sus pensamientos, que ni siquiera le presto atención a que tocaban su puerta.

-Querida. Te traje un té.-entraba la pareja de la azabache, con una taza que dejo sobre el escritorio.

-¿Ya hay alguna noticia de Levi?-pregunto Kuchel sin dejar de caminar.

-NO, aún no.

-¿¡Como que aún no?!-dejo de caminar y miro a su pareja-¡¿Están esperando que pasen 24 horas para recién hacer algo?!

-Kenny ya nos lo explicó, los secuestros siempre son complicados. Sobre todo los de este tipo. Por favor, cálmate.

-¡¿CÓMO DEMONIOS QUIERES QUE ME CALME?!¡MI HIJO ESTA SECUESTRADO!-comenzó a exasperarse.

-Lo sé, pero no lograras nada poniéndote de ese modo.-el hombre trato de calmarla-¿Quieres o necesitas algo más?...

-¡QUIERO A MI HIJO! ¡ESO ES LO QUE QUIERO!-tiro con ambos brazos todo lo que se encontraba sobre su escritorio-¡A MI HIJO!-lagrimas comenzaron a salir de sus ojos-…a mi hijo…mi niño…-se dejó caer al piso, con una de sus manos aún se sujetaba de su escritorio.-…Levi…-su voz sonaba quebrada y en un susurro, para luego escuchar pequeños sollozos.

-…-el hombre no dijo nada por un rato, se había quedado atónito por todo lo que presenció hace poco.  Cuando reacciono, solo se acercó hasta queda a un lado e Kuchel, la rodeó con sus brazos y la acerco a su pecho-Tranquila.-comenzó a acariciar su cabeza.-Hay que tener fe en que pronto estará con nosotros de nuevo, sabes que lo quiero como si fuera mi hijo.

-Lo sé…gracias por estar a mi lado.-Kuchel solo se acurruco en su pecho y continuo llorando. Era mejor sacar todo lo que sentía en ese momento y no reprimirlo en su pecho.

Ojala se pudiera decir lo mismo de cierta persona. La cual se encontraba en alguna zona de Alemania.

Su cabeza dolía, como si tuviera una fuerte resaca después de haber bebido demasiado. Abrió los ojos, para saber dónde se encontraba, pero sus ojos, o más bien dicho toda su cabeza, se encontraba cubierta por una bolsa de tala. Trato de hablar pero su boca estaba sellada con una cinta, sus muñecas se encontraban amarradas por detrás de su espalda y al igual que sus tobillos.

Intento ponerse de pie, ya que se encontraba con las piernas flexionadas, pero al tratar de mover un poco sus piernas sintió un fuerte jalón en las muñecas y cuello. Fue ahí donde se dio cuenta que los amarres, de sus muñecas y tobillos, estaban unidos a su cuello para imposibilitarle totalmente el poder moverse. No podía hacer nada aunque lo quisiera, solo esperar.

La pregunta en cuestión era, ¿esperar qué?

¿Acaso podría pasar algo peor que estar inmovilizado y sin capacidad de ver ni hablar?

Los únicos sentidos que podría usar en esa situación eran su oído y olfato. Por lo que decidió calmarse y pensar con la cabeza fría, así que decidió concentrarse en sus sentidos restantes.

Comenzó con su oído, al principio no escuchaba nada pero, cuando presto mayor atención, pudo escuchar unos leves gemidos que parecían ser de llantos, por lo que dedujo que no se encontraba solo en aquel lugar. Por lo que comenzó a olfatear un poco aquel lugar para saber exactamente que generó eran aquellas personas. Al no poder detectar ningún olor, supuso que todos ahí eran betas.

En ese instante escucho una puerta abrirse. Se sobresaltó un poco, aún así mantuvo la calma. 

-Muy bien, ¿qué tienen para mí en esta ocasión?-escucho una voz gruesa y fuerte, supuso que era un alfa, ya que su olor lo delataba, pero se le hacía difícil concentrarse al haber tantos olores en la habitación. Todos eran olores muy fuertes, eran varios alfas-Comencemos con los mayores, Porco y Marcel.

-Te gustará esto.-escucho otra voz, y después unos cuantos pasos a lo lejos.

-Estas bellezas vienen desde Brasil.-una tercera voz se hizo presente-Tenían la ilusión de convertirse en modelos.

-Vaya, ustedes cada vez las consiguen más jóvenes y lindas-volvió a escuchar la primera voz-¿Qué hay de ti? ¿Colt?

-Estuve de viaje por Australia, y para ser un lugar con poca gente, tiene muy buenos especímenes.-ahora una cuarta voz, y otra vez pasos-Mira esto, a que no es una belleza sin igual.

-Sí que lo es. De seguro y se pelearan por este omega-"Omega". Solo con esa palabra ya lo tenía todo más claro que el agua. Aquel chico le había tendido una trampa para lograr secuestrarlo y traficar con él.

-Sigues tú. Pieck.



#4040 en Fanfic

En el texto hay: au, omegaverse alfa omega beta, ereri

Editado: 25.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.