No estaba segura de que hacer, solo ya no quería soltar su mano.
—¿Estas segura? —me preguntó.
—No, creo que ni lo estoy pensando —le contesté con una sonrisa y asentí—. Pero, yo espere tanto tiempo…
Levanté mi mirada y vi sus ojos miel brillar con intensidad. Lucas tomo mi mano y caminamos juntos a la salida.
No tardamos tanto en llegar a su departamento. Camine por la sala con él siguiéndome.
—Lamento si hay desorden. —Lucas agarró rápidamente los libros que se encontraban desparramados por el sofá.
—No sabía que estudiabas. —dije feliz, alcancé a tomar uno de los libros y se lo entregué.
—Si no lo hago no voy a aprobar. No soy el mismo vago de antes, Selena. —Él me vio aguantar una risa y sonrió.
Estaba nerviosa y feliz, era la primera vez que estábamos solos en un lugar, lo más cercano antes era el salón de clase. Aunque había libros en todos lados aleatoriamente, lo demás si estaba en orden, realmente nunca había esperado que Lucas vivía solo.
Me senté en el sofá, Lucas me vio e hizo lo mismo.
—Todavía no puedo creerme que estés aquí. —escuché su voz nerviosa y vi como primero agachó su rostro y rasco su cabello. Yo me reí.
—¿A dónde se fue el galán de hace un rato? —dije y lo codeé juguetonamente. —Allí era diferente, aquí estoy en problemas. —confesó.
No dije nada, yo me sentí igual. Lleve mi mirada hacia un mueble, había una foto, allí estaba él con toda su familia en su graduación de secundaria.
<<Debo decirle lo que siento sobre ese día>> pensé.
—En estos años, siempre me arrepentí de no escucharte realmente —dije temblorosa, vi a Lucas observarme—. No pensé en cómo te sentías, lo lamento y además… lamento haberte dicho que confiaba en ti y luego hacer todo lo contrario.
Lucas tomo mi mano con una sonrisa, yo le vi con tristeza.
—Aunque tienes razón. Yo tampoco supe como expresarte mi amor… ahora después de tanto tiempo, siento que puedo mirarte a la cara y que quiero hacerlo mucho más —Él negó con su cabeza—. Yo, estaba aterrado de que nunca volvieras a mi lado, cuando supe que estabas saliendo con alguien no supe que hacer.
Él apretó mi mano con fuerza y yo me quedé en silencio escuchándolo atentamente.
—No sabía si dejarías de amarme, tenía miedo de que tus palabras cambiarán… de que esos 10 años se terminarán.
<<No importa lo que pasé, mis sentimientos no cambiarán ni en 10 años>> fue lo que le dije.
—Aún recuerdas eso.
—Prometiste que tus sentimientos serían los mismos, en ese día y 10 años más. Lo dijiste tan decidida que —Él me vio con una sonrisa—. Eso mantuvo mi esperanza. Lamento si es algo incomodo de hablar ¿quieres cambiar de tema?
—No —respondí inmediatamente y toqué su mejilla—. Realmente quiero escucharte ahora.
—No quiero que te arrepientas de escogerme.
Lucas colocó su mano sobre la mía, yo sonreía, pero mis ojos tenían una idea diferente.
—Me arrepentiría de lo contrario. Ni siquiera puedo imaginarte lejos.
—Aunque te invite aquí, eso no quiere decir que este pensando en algo más por el momento —dijo y se alejó un poco—. Quiero empezar de nuevo bien.
Ambos sonreímos, pero Lucas se acercó a mi rostro lentamente.
—Aunque eso no quiere decir que no vaya a besarte hoy, tengo mucho tiempo que cobrarme. —Lucas sonreía y eso hizo que yo igual.
—Esta bien —dije y me colgué de su cuello, le di un beso rápido—. Pero… ¿estas preparado para una guerra de besos?
Con su mirada sonriente y desafiante, se abalanzo hacia mi para abrazarme. Lo escuché reír.
—¡No trates de provocarme! ¡pequeña! —Sentí sus manos en mi cintura haciéndome cosquillas, comencé a reír frenéticamente.
—¡Detente, poste de luz!
Luego de un momento, él dejo caer su cabeza y mi cuello y dijo:
—Realmente estoy feliz. Muchas gracias, Selena. Te amo, incluso más que hace dos años.
—Yo también lo hago.
Tenerlo en mis brazos provocaba una calidez inmensa, nunca antes me había sentido completa. No iba a ser capaz de soltarlo de nuevo, quería ser la que lo amará, quedarme en sus brazos… en ese momento, e incluso, dentro de 10 años más.
Ya sabía que hacer, tendría que aclarar mi vida y eso tomaría tiempo. Pero si la recompensa era estar entre sus brazos, realmente no importaba cuanto costará mi egoísmo.
En ese momento, estaba segura de amarle no era lo correcto, pero era lo que quería hacer. Me gustaba tanto oír su risa, ver esa sonrisa casi perfecta en su rostro y como sus ojos brillaban al verme, como si de un diamante se tratase.
<<Si, no es lo correcto. Pero yo estoy completamente feliz.>>
FIN