Te observo

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Sabrina Coleman.

El día estaba hermoso según yo, llovia a cantaros pero aún así corria por la avenida de regreso con ese sentimiento de molestia en mi interior porque mi última clase término más tarde de lo que había pensado; toda esa molestia se me quita cuando veo a mi mejor amiga pegada a la ventana esperándome con una cara de preocupación, apenas me ve se le forma una sonrisa.

- Pensé que te había pasado algo, estaba muy preocupada- Me escanea de pies a cabeza con esa mirada de madre- mejor ve a cambiarte o te vas a pescar un resfriado.

Corro al segundo piso y dejo mis cosas en la habitación para ir al baño y darme una ducha con agua caliente mi cuerpo tiembla al sentir el impacto del agua caliente, me relajo a medida que pasan los minutos espero que llegar tarde a la casa no se vuelva habitual. Me dejo caer en la cama sintiéndome cómoda con mi pijama, si pudiera salir a cualquier parte con el lo haría.

- Vas a comer?- Pregunta Sandra desde la puerta.

Me incorporo y camino con ella a la cocina, tenemos cuatro años de amistad y no la cambiaria por nada.

Ambas nos sentamos y tomamos once en silencio, aunque cabe recalcar que un silencio cómodo.

- No voy a estar mañana- Comenta Sandra.

- Va a salir con Diego?.

Ella y Diego llevan cinco meses de novios.

- Si, quiere que vaya a su cabaña asi estamos mas días juntos- Suspira.

- Eso significa que van por varios dias- Muevo las cejas para fastidiarla.

- No molestes.- Ríe y se sonroja.

Después de eso cada una se fue a su habitación a hacer los deberes.

                                                                               **********************

 Corro por los pasillos de la universidad otro dia más que llego tarde menos mal el profesor es buena gente, entro en silencio a la sala y tomo asiento en la parte de atrás hago un esfuerzo para no dormirme en su clase, me gusta la literatura pero hoy no es un día que ande con ánimo de aprender. Así me la paso toda la tarde hasta la última clase.

A esta hora Sandra tiene que estar con su novio en la cabaña, camino por la plaza sintiéndome relajada es un día de invierno ando muy abrigada así que no es problema quedarme hasta tarde vagando.

Me concentro en mis pensamientos que son algo extraños cuando siento que algo me empuja y hace que pierda el equilibrio terminando votada en el suelo.

- Lo siento- Comenta una voz masculina.

Me levanto un poco confundida y me sacudo la ropa.

- Estás bien?

Levanto la cabeza y miro molesta al chico alto que esta frente a mi.

- Si, aunque deberias tener mas cuidado. 

- Lo siento, es que iba apurado y no te vi.

Ruedo los ojos y sigo caminando ya es tarde no es hora de que ande sola.

-Por sierto, soy Esteban-  Pone  su impotente cuerpo delante de mi.

- Un gusto- Debo responder al menos tengo que ser educada.

- Podrías aceptar un café de mi parte- sonrie- como disculpa.

- No acepto invitación de un desconocido, menos un café- Apreto mi mochila por si se le ocurre robarme uno nunca sabe.

- Solo de mi , además, podemos ir a un lugar concurrido así si tienes miedo te pones a gritar.

Me detengo a pensar la situación y decido aceptar, ya lo sé, soy una estúpida pero café es café y yo lo amo.

Caminamos en silencio hacia una cafetería que está en pleno centro.

- Y qué haces por estos lugares?...- Guarda silencio.

- Sabrina

- Lindo nombre- Sonrie- Bueno... y qué haces en esta ciudad?

- Estudio.

- Eso es bueno, me alegro por ti- Abre la puerta de la cafetería.

Pide nuestras cosas y caminamos a la mesita que está al final pero cerca de la ventana.

- Esto es extraño- Comento luego de darle un sorbo a mi rico café.

- Qué cosa?

- Esto- Apunto a ambos- Ni siquiera nos conocemos.

- No es nada extraño, solo somos dos desconocidos bebiendo un rico café un dia de lluvia- Me da una sonrisa.

Ruedo los ojos ante su explicación .

- Y qué haces en esta ciudad Esteban?

-  Nací aquí y estoy esperando hacer surgir mi empresa de telecomunicaciones.

- De seguro te va a ir bien, si lo deseas lo vas a lograr.

Pasan las horas y seguimos conversando de diversos temas, me agrada la forma en  que cuenta sus metas y de todo el impacto que espera lograr en la sociedad.

Caigo en la realidad de que no hay casi nadie así que miro disimuladamnete mi reloj, no puede ser son las dies y media a esta hora las micros salen de circulación.

- Me tengo que ir- Lo interrumpo.



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En el texto hay: hacker, adolecencia

Editado: 01.07.2020

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