Te Prohibo No Amarme Loba. Libro 3

4. ISIS

Dakarai, yo sé que te comprometiste, que íbamos a ir a esos asentamientos. Pero no me gusta que Isis vaya. No sé por qué, tengo un mal presentimiento.

— Amanda amor, no comiences otra vez con eso.

— Nunca me escuchas cuando te lo digo.

— No es así cariño, pero no tenemos a quien dejársela. Y te necesito en ese trabajo.

— ¿Por qué no la dejamos aquí con la seguridad?

— ¿De veras quieres hacer eso? ¿Es que acaso se te olvida, que tu hija no deja de convertirse en loba? ¿Y si la ven los humanos?

— Tienes razón, pero estoy preocupada.

— Llevaré, a todos los hombres de la manada, para que la cuiden.

— Está bien, pero este viaje no me gusta, no me gusta.

— La obligaremos, a estar siempre a nuestro lado, querida. Le hará bien correr libremente por el bosque a Ast.

— No debemos dejar que se convierta tanto en Ast, todavía sus huesos no han madurado bien.

— Lo sé, pero nuestra hija es muy cabezota. La conoces. He estado pensando un modo de sellar a Ast.

— ¿Crees que es posible eso?

— Sí, lo es, pero tengo que estudiar el método. Recuerdo que el Alfa Supremo, se lo hizo a unos cachorros en mi manada que hacían lo mismo.

— ¿El Alfa Supremo?

— Sí, es él, como decirte. El rey de todos los lobos. Tiene grandes poderes. ¿Nunca te he hablado del Alfa Supremo?

— No, nunca lo has hecho. Pero, debe ser muy interesante verlo. ¿Cuántos años tiene?

— Bueno, él es mucho menor que yo. Cuando yo lo vi, tenía apenas once años.

— ¿¡Once años, y ya era el Alfa Supremo!?

— Es que querida, a sus padres se los mataron, y él heredó todos sus poderes. Ahora, debe estar cerca de cumplir los mil años.

— Todavía está joven. ¿Tiene esposa?

— No, que yo sepa, no ha encontrado a su luna todavía.

— El pobre, debe estar muy solo.

— Si, así es. Porque ya sabes, que hasta que no encuentre a su luna, no puede tener descendientes. Pero seguro que lo obligan a casarse, cuando cumpla los mil años.

— ¿Por qué lo van a obligar?

— Es así, hay una ley que dicta, que, si llega a esa edad sin su luna, el consejo de ancianos le escoge una y la hace compatible con él.

— ¿Y si aparece su luna después? ¿Qué hacen?

— No lo sé querida. Pero termina de recoger eso, que ya nos tenemos que ir.

— Ya terminé hace rato. Eres tú, el que demoras. Iré por Isis.

— Está bien.

 Salen en un convoy para el aeropuerto, donde se montan en un gran avión, que los lleva hasta Nigeria en África. Al llegar, ya los hombres que se habían adelantado, tienen listo el convoy, que los llevará a la selva de tierras bajas. Es una selva muy lluviosa, pero rica en flora y fauna. Solo estarán una semana. El asentamiento arqueológico que dicen haber descubierto, no es muy grande.

 Al llegar a la selva, Dakarai, Amanda, Isis y cincuenta de sus hombres se bajan de los autos, se convierten en lobos, corriendo felices por la selva hasta llegar al asentamiento. Se ponen rápido a preparar todo para iniciar el trabajo.  Llevan dos días ya, el trabajo marcha bien, mantienen siempre vigilada a Isis, que unas veces se convierte en Ast, que corre feliz detrás de los conejos, es su diversión favorita, por eso su madre le compró algunos, para que juegue y esté entretenida dentro del territorio que han marcado. Y otras tantas, es la niña humana trepando por los árboles.

 Está atardeciendo, Dakarai revisa unos papeles en la tienda de campaña. Ast, corre de un lado a otro detrás de un conejo. Llega a un lago que está cerca, y se convierte en la humana niña Isis. Para al momento, volver a convertirse en loba. Dakarai, al ver que se aleja un poco la llama.

— Isis, cariño, no te alejes tanto. Tienes que quedarte, dentro del círculo que te enseñé.

— No fui yo papi, fue Ast. ¡Que siempre se la pasa corriendo detrás de los conejos!

— Pero tienes que dominar a tu loba cariño, ya hemos hablado de ello.

— Déjala amor, es una niña. — Interviene Amanda.

— Tú la malcrías mucho amor, tiene que dominar a su loba, no lo contrario.

— Ya aprenderá. Hablaré con Ast. Ven cariño, vamos para que te bañes y luego comer.

— ¡Pero no me quiero bañar ahora mami, que se bañe Ast! — Y se vuelve a convertir en loba, va a salir corriendo. Pero su madre es más rápida y la atrapa por el cuello, metiéndose con ella en el lago, riéndose felices las dos. Dentro, vuelven a convertirse en humanas.

Al terminar el trabajo, todos se reúnen alrededor de una fogata, conversan, ríen. Mientras Isis, corre alrededor de ellos, unas veces como niña, otras como loba. Llega un convoy a traer las provisiones de alimentos, y con ellos golosinas, los guardan en la cabaña al lado de la de Dakarai. Isis se las arregla para esconder unas golosinas en su ropa, y entra en la cabaña, donde se acuesta a dormir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.