Capítulo 10: Un poco más cerca de la verdad.

La confusión en mi rostro era tan notoria, que incluso en la total oscuridad podía ser percibida.

- Lo siento debí asustarte... - sonaba relajada.

Estaba sorprendida, sí. Pero ¿cuánto podía creer de lo que está persona decía? Estaba segura de que la mejor forma de averiguarlo era hablando con su hijo directamente, pero a medida que la noche avanzaba parecía cada vez más difícil.

- Debo regresar. - Estaba sintiéndome incomoda. Sostuve mi cabeza con mi mano izquierda.

- Ahí estás... - Esa voz me hizo darme cuenta que ya había tardado demasiado. No fue necesario buscarlo, pues sobresalía con maestría del resto de los invitados.

- ELI... - Murmuré. quería irme, pero mis piernas no se movían. ¿Podría la mezcla de emociones de esa noche haberme agotado a ese nivel?

- Estábamos preocupados por ti - me miro cálidamente. - ¿Estás bien? - Él notó el cambio en mí y extendió sus manos en mi dirección.

- Eso creo. - Sentí que la sangre no subía a mi cabeza y mi cuerpo se curvo hacia adelante.

Ella se hizo notar al sentirse excluida por nosotros, con unas palabras de preocupación forzada a mi parecer.

- Sería mejor que fueras a tomar un poco de aire, no luces muy bien - Me sugirió aquella dama. - Y por favor recuerda lo que te dije. - Saludo a Eli con una inclinación sutil y en respuesta él hizo lo mismo, luego se marchó hasta desaparecer entre la multitud.

Apenas pude escucharla, estaba muy mareada, supongo que comencé a tambalear por que sentí el cuerpo firme de Eli sosteniéndome cálidamente podía sentirlo.

- ¡¿Qué te sucede?! ¿Me estas escuchando?- Preguntó mientras acomodaba mi cabello ligeramente enredados sobre mi cara, para dar espacio al aire que yo no podía alcanzar a respirar, mi cuerpo se hizo como gelatina, mi visión estaba borrosa, entre las siluetas a mi alrededor creí ver a Kiseop, luego Las voces alrededor se hicieron cada vez más lejanas hasta no escuchar nada más.

Después un rato de silencio, Tuve un sueño, un viejo recuerdo de la infancia, algo que pasó El día de mi cumpleaños número 8, ese día Hyun Jin y yo estábamos sentados en la vieja mesa del patio de mi casa esperando a los otros niños que mamá había invitado, ya llevábamos ahí dos horas y nadie había llegado aún.

Hacía calor, y no dejaba de molestarme que mi madre hiciera una fiesta con payasos cuando ya tenía 8, además de obligarme a usar aquel vestido amarillo escandaloso, y los zapatos con flores. cuando estaba segura de que nadie llegaría mi madre trato de animar la fiesta cantando y bailando, pero yo estaba tan deprimida viéndola intentarlo que cuando estuve a punto de llorar Hyun Jin se puso de pie y comenzó a cantar:

- Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querida luna, que los cumplas feliz...~ - Sonreía cálidamente.

Enseguida su padre llegó con un pastel hecho por ellos dos horas antes, lo comenzamos a partir, luego de comer y estar tan llenos que no podíamos movernos, los adultos comenzaron a levantar todo y el payaso se marchó.

Entonces Hyun Jin tomó mi mano y con aquella cálida sonrisa preguntó: - ¿Ya no estas triste? - Me miro con ojos encantadores

- ¡No! - Le respondí sonoramente.

- Qué bueno, siento que nadie haya venido, pero te prometo que festejaremos todos tus cumpleaños juntos - acercó su dedo meñique hacia mí. - ¡Es una promesa! - cruzamos dedos.

Entonces recordé que solía pensar que si el mundo me daba la espalda, yo estaría bien mientras lo tuviera a él. luego de que me dejara, mi mundo se derrumbó y estuve atrapada en los escombros de ese amor, cuando creí que no podría seguir respirando, conocí en esa triste y fría noche en Seúl a una luminosa persona, que me salvo de ese abismo. una imagen de él cruzo por mi cabeza, era ELI sonriéndome esa noche por algo que le dije justo antes de que Yo vomitara. Fue nuestro primer encuentro, él se veía tan feliz, aunque no pude recordar de que hablábamos, ELI, era un extraño que mágicamente hacían que me sintiera mejor con solo sonreírme.

A lo lejos podía escuchar murmullos, que fueron haciéndose más claros al pasar de los minutos. Sentí el cuerpo pesado y abrí los ojos con algo de dificultad, las sombras a mi alrededor se hicieron más visibles hasta que pude verlos total claridad, estaban reunidos ahí con caras de preocupación.

- ¿Aún esta inconsciente? - Vi la cara de Kevin preocupado, medio inclinado hacia mí.

- ¡Ya despertó! - Levanto la voz Jun que estaba junto a Kevin.

- ¿Qué... Pasó? - Pregunte confusa, estaba recostada sobre la cama con los zapatos aun puestos.

- Te desmayaste - Entró Soohyun con una toalla y un recipiente con agua y colocó la toalla húmeda en mi frente, ELI estaba tan asustado que tuvimos que salir de la fiesta apresurados y te trajimos al hotel, al llegar llamamos al doctor del hotel para no hacer mucho escándalo.

- Lo siento... - Murmuré sin poder incorporarme.

- No pasa nada, debió ser mucho por una noche - Me sonrío Hoon que ayudó a Soohyun con el recipiente.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó Kiseop que acababa de entrar.

- Mejor, gracias... - Era mentira, estaba confundida, Intranquila, Adolorida.

- Deberíamos dejarla dormir un poco - Agregó AJ quien estaba sentado en el sofá de la habitación en silencio hasta hace unos segundos.

- ¿Dónde está ELI? - Era el único que no estaba ahí y me extrañó.

- Fue a alquilar habitaciones para nosotros y por algo para que comas - Respondió amable Hoon cambiando la toalla de mi frente.

- ¿Habitaciones? - ¿No tenían ellos dónde ir?

- Es que estamos todos aquí, si no nos hospedamos podría ser problemático... Y será mejor para cuidarte - murmuro Kiseop.

- De momento ¿No me necesitan verdad? Me gustaría ir a bañarme - Dijo Jun tímido.

- También quiero quitarme esto - Dijo Kevin señalando su ropa.

- Entonces nosotros vamos saliendo, así podrías estar más cómoda - Se despidió con la mano AJ y kiseop lo siguió obedientemente.