Estaba traduciendo unos contratos en mi trabajo cuando vi la hora, eran las 6:00 PM, era la hora que Moisés salía de sus entrenamientos de fútbol
-No llegaré.- pensé cuando vi todos los papeles que me faltaban por traducir y calculé que a lo mínimo me llevaría 1 hora terminarlos, no llegaría para verlo pasar frente a mi casa, se había vuelto una obsesión para mí desde los 12 años.
Me enfoque en terminar de traducir los contratos antes que el jefe me los pudiera, era amable conmigo pero no me gustaba cuando se enojaba.
Me levanté de mi escritorio y apile los papeles y los lleve a la oficina del jefe, veo a Julia, la secretaria y la saludo.
Hola Julia.-dije con una sonrisa amable.
Hola Valentina.-sus ojos se posan en los papeles.- wao los terminaste rapido.
Ya sabes cómo soy, el jefe está ocupado?.-ella niega.
No, pasa.-le sonrio y camino a la oficina del jefe.
Toco la puerta y recibo un "adelante" del interior y la abro.
Señor aquí están todos los contratos traducidos.-le digo colocándolos en su escritorio y el me mira sorprendido pero también me sonríe.
Pensé que te tomaría más tiempo terminarlos.- dice viéndolos.
Queria terminarlos antes.
El me sonríe.
¿Quieres irte a tu casa no?.-me pregunta levantando una ceja.
Le sonrio nerviosa.
Así es.
El sigue revisando los documentos.-Esta bien Valentina, puedes irte.
Muchas gracias.-digo levantandome de la silla y saliendo de la oficina.
Guardo mis cosas en mi bolsa y me despido de todos en la oficina lista para irme a casa y aún con la esperanza de verlo.
Editado: 22.11.2024