Camino junto a él para llegar al gimnasio y mi cabeza empieza a revolverse por tantas cosas, primero lo primero, estoy caminando junto al chico que me tiene loca desde 12 años, durante toda mi adolescencia y hasta ahora que tengo 23 años, al único al que me entregaría sin excusas si me lo pidiera, al único chico que del que simplemente estoy enamorada.
Bueno no es como que hayas buscado otro prospecto, no Valentina?.-Dice mi conciencia y trato de enfocarme en caminar con normalidad.
Porque es que si, lo admito, no he tratado de relacionarme con nadie, lo que llaman "romance de la infancia, de la adolescencia, o del trabajo" esa vaina no la conozco, porque su servidora es fiel a un chico que no sabe ni siquiera de mis sentimientos hacia el, en resumen, mi vida amorosa es un rotundo, no existe, porque ni siquiera puedo decir que me va mal en el amor, nunca me han amado y a quien amo pues es ajeno a lo que siento.
-Y que parte entrenas ahora?.-mientras hacia una reflexión de mi vida, Moisés estaba hablándome nosé ni de que.
-Eh?.-digo sin poder escuchar lo que dijo.
El sonríe.-Que que parte del cuerpo estás entrenando ahora?
-Ahhh, hago unos días de glúteos y piernas pero mi prioridad es el abdomen.
El asiente.-Mmm ya veo, tienes un cuerpo muy bonito, haces un gran trabajo.
Me sonrojo y el sonríe.-Jjajajaja estás roja.
Me sonrojo aún más, tragame tierra y escupeme en Italia.
-Cállate, no estoy roja, solo hace mucho sol.- Y no miento pero claramente no estoy roja por el sol.
-Jajajaj si claro.-dice riéndose, mostrando esa sonrisa por la que soy capaz de dar mi virginidad sin dudar y sin cobrarle.
Llegamos al gimnasio y el se va a donde están las máquinas que el usa y yo voy a otro lado del gimnasio, hoy es día de pierna así que estoy segura que saldré caminando medio raro, solo espero que Moisés se valla antes que yo para no tenga que pasar por esa vergüenza con el.
Después de unas tres horas términos de hacer toda mi rutina sin mirarlo para no distraerme pero sentía su mirada,me coloqué los audífonos y puse mi playlist y The weekend sonó en mis audífonos, aveces volteaba a verlo y me ponía más nerviosa de lo que estaba y solo me enfoqué en terminar, tres horas después pero se logró, me siento tomando agua y descansando.
Cuando veo que el se acerca, perfecto, sudada, apestosa y pareciendo que me iba a morir, que romántico.
¿Estás bien?.-pregunta al verme que ya terminé de entrenar y parezco que voy a morirme.
-Si, lo estoy.-sigo tomando agua no porque tenga sed, si no para tener una excusa para no verlo a los ojos.
-Que bueno, yo casi termino, si quieres nos vamos juntos al edificio.-dice con una sonrisa.
Esta bien, termina yo te espero.-el volvió a sus máquinas donde ejercitaba esa espalda tan tan tan......cálmate Valentina.
Pero es que no podía evitar la curiosidad, ni tampoco mi imaginación podía, imaginarme arañando esa espalda, AHHHHHHH, Valentina estás ovulando o que?
Ovulas siempre que lo ves no te hagas.-dice mi conciencia y solo suspiro esperando unos 15 minutos a que terminara, toma un poco de agua y no puedo evitar ver su cuerpo, sus músculos tensos por el entrenamiento, el sudor, dios mío el sudor, en otras ocasiones me parecería asqueroso pero en el se veía demasiado sexy, deje de mirar cuando vi que se estaba acercando a mi.
-Listo, ya vámonos.-recojo mis cosas y partimos al edificio.
Editado: 22.11.2024