Empiezo a contarle mi vida a Moisés, desde que entre a la secundaria que fue cuando dejamos de vernos porque a él lo transfirieron a una privada y yo me quedé con los tercermundistas de mis compañeros en la pública, que linda fue mi adolescencia verdad?
También le cuento cómo fue mi tiempo en la universidad, como entre a trabajar en la empresa en la que estoy ahora como traductora y como gracias a mi empleo pude conocer lugares y países preciosos como Italia, algunas playas en Australia y el Taj Mahal y lo que pude aprender de las costumbres de ahí.
El me escuchaba con mucha atención lo que me provocaba un poco de nerviosismo y lo calmaba con vino.
-Que inteligente eres Valentina, tomar frente al amor de tu vida sabiendo el estado en el que te pones cuando estás ebria.-dice mi conciencia pero igual sigo bebiendo y chismeando con Moisés.
-Bueno ya hablé mucho de mí.-digo con una sonrisa.-Ahora tú dime qué haz hecho estos 11 años?
El empieza a contarme todo, no fue muy interesante su tiempo en la secundaria, solo mucha tarea y fiestas, ya lo sabía pero quería oírlo de él, me cuenta que siguió los pasos de su padre y al igual que él también es abogado y trabaja para una firma importante aquí en la ciudad, eso también lo sé porque he traducido contratos de esa firma pero no quería arruinar el momento, también me cuenta que por pasatiempo entrena fútbol, nada nuevo en la vida de este hombre????!!!
-No entiendo porque dejamos de hablarnos, nos llevábamos tan bien en la primaria.
Le doy una expresión de "ni tú te la crees" y el ríe.
-si mal no recuerdo tu simplemente dejaste de hablarme, de hecho le hablabas más a mi hermana y me saludabas cuando yo te saludaba.-digo diciéndole sus verdades.
-Tienes razón, no era como si siempre debiéramos hablarnos pero al menos si te veía podía ser amable y saludarte no?.-dice y asiento.
-Y porque si duraste 11 años sin dirigirme la palabra, no es que me moleste claro, pero porque ahora hasta me invitas a una cena contigo cuando antes ni me saludabas?
El juega con sus dedos y segundos después responde.-La verdad quería hacerlo antes Valentina, cuando llegue al edificio no te reconocí de inmediato pero si te me hacías conocida, cuando supe que eras tú pensé en hablarte pero como tú tampoco me hablabas cuando me veías, supongo que no quise incomodarte pero cuando te ví salir de tu departamento en la mañana fue cuando me atreví a saludarte, y no lo sé, pensé que te gustaría hablar con un viejo compañero.
Asiento entendiendo porque no me hablaba, y claro que yo tampoco le hablaba porque él no me hablaba, ay no, todo en mi vida es un enredo y más con este hombre.
La noche transcurrió en beber, contar anécdotas y reír yo siempre me fijaba en su mano derecha, viendo si todavía tenía esa cicatriz que durante 6 años pensé que nos unía, porque? Porque también tengo una similar.
Ya llegó un punto donde estaba mareada y y digamos que no me pongo agresiva cuando tomo pero si me río de todo y me pongo modo atrevida.
-Te digo algo Valentina?.-me dice y asiento.-Cambiaste mucho.-dice viendo mi cuerpo como si lo estuviera analizando.
Le contesto sonriendo.-Jajajaj obvio, antes casi pesaba 100 kilos Moisés.
El sonríe y waooooooo que bello es Dios mio señor del cielo.-Si pero bueno aparte de físicamente, antes eras más tímida.
Asiento bebiendo mi copa.-Tuve que dejar de serlo cuando entré a la secundaria, y tuve que hacerlo aún más cuando entré a la universidad.
-Ya lo veo.-veo que su mirada se posa en mis labios.
VALENTINA NO!!!!!!
Veo que el se acerca a mi y su mano se posa en mi mejilla y me susurra.-Estas preciosa Vale.
TIERRA LLAMANDO A VALENTINA, ESTAS VIVA????
Mi conciencia sigue hablándome y solo puedo sonreír por su halago.-Gracias.
VALENTINA EL ALCOHOL NO ES TU AMIGO EN ESTE TIPO DE SITUACIONES.-dice mi conciencia y como siempre no le hago caso.
Moisés se acerca y solo literalmente son centímetros lo que nos separan.
-Estas muy cerca.-mi voz apenas logra articular un susurro.
-Te molesta?.-tambien me susurra, yo niego y me sonríe.-Te molesta si te beso Valentina?
VALENTINA ES TU MOMENTOOO🥳🥳🥳🥳
Yo niego y Moisés no espera para posar sus labios sobre los míos, se mueven con tranquilidad al principio pero toma intensidad momentos después y yo simplemente me dejo llevar, la suavidad de sus labios y la forma en la que me besa es nada más que exquisita, nos separamos por falta de aire y nos sonreímos.
-Wao.-me río nerviosa.
El se acerca nuevamente y me besa colocando una mano en mi muslo que me hace estremecer un poco.
Sujeta mi cuello acercándome aun más, toma mis piernas haciendo que me siente sobre él rodeando sus caderas con mis piernas.
Nos besamos con más intensidad, y rozo con lentitud mis caderas en la creciente erección que está teniendo Moisés, el calor en mi interior se incrementa y gimo muy suavemente en sus labios.
Editado: 22.11.2024