Salgo del edificio, tomo un taxi hasta la boutique de Ángela, le pago al taxista y camino a la boutique, entro y veo a una empleada.
-Disculpa, hoy tengo un almuerzo con Ángela.-le digo y me ve con una expresión seria.
-Es usted Valentina?.-asiento.-Por aquí por favor.
La sigo y me lleva a una sala por la parte de atrás donde hay varios vestidos y otras prendas preciosas.
También veo una mesa no tan grande con una bandeja de frutas y unos platos vacíos.
-Donde está Ángela?.-le pregunto a la empleada.
-Esta en una reunión ahora, en un momento vendrá.-dice con un tono un tanto molesto.
-Te sucede algo?
-No, no es nada, debo seguir trabajando.-se va de nuevo a su puesto.
Supongo que no le caigo bien pero bueno.
Me siento en una de las sillas y espero un par de minutos a que llegue Ángela.
La puerta se abre y veo a Ángela llegar con una botella de vino.
-Valentinaaa, te extrañe mucho.-me abraza y me besa las mejillas.
-Yo también Angi.
-Espero que te guste la comida.-empiezan a entrar unos hombres con bandejas de comida.
Con Ángela nada pequeño.
Los hombres nos dejan la comida y se van. Empiezo a comer lo que creo que es pasta fetuccini.
-Te gusta?.-pregunta con la boca llena.
-Mucho, ya había olvidado lo que es comer contigo.-digo sonriéndole.
Se ríe.-Debes contarme, que te mantuvo tan ocupada que ni siquiera podías llamarme, y no me digas que fue solo por trabajo Valentina.
-Esta bien esta bien.-suspiro.-Hay un chico en mi edificio, bueno, somos vecinos porque vivimos al lado del otro.
Digo y ella se pone seria.
-Un chico?-pregunta y asiento.
-Si.-empiezo a contarle lo que ha pasado estos días con él, los momentos que pasamos juntos aunque no fueron muchos, y ella solo se limitaba a asentir y comer.
AY VALENTINA, SOLO TU LE CUENTAS ESTAS COSAS A UNA AMIGA QUE ESTA ENAMORADA DE TI.
Si, Ángela es lesbiana y le gusto, al principio no lo quería aceptar pero ella era demasiado evidente, no me lo ha confesado pero ya obviamente se sabe de sus sentimientos por mí, al final simplemente decidí ignorarlo y seguir esta amistad pero claramente ella no me lo deja fácil con sus acercamientos un tanto inapropiados, sus detalles conmigo y su alegría de tenerme cerca siempre, y ahora con su clara molestia al hablar de Moisés.
He notado las miradas que su empleada le da a Ángela, por eso cada vez que vengo ella siempre me mira de manera no muy amigable, y aveces me preguntaba si solo no le caía bien, pero después empecé a notar que la muy estúpida estaba enamorada de Ángela, de su propia jefa, y claro, mientras Ángela estuviera enamorada de mí, yo sería un obstáculo para ella, una actitud demasiado infantil en mi opinión.
Yo no estaba interesada en Ángela por algo más que una amistad, no quiero herirla, pero ella es la que se hace daño al pensar que yo en algún momento me enamoraria de ella, y con esta plática que tenemos sobre Moisés le quedó más que claro.
-Y bueno, el dijo que le gusto, y muchísimo, amiga no sabes lo feliz que estoy.-digo con una sonrisa.
Ella solo asiente.
-Bueno, en fin, quería contártelo.
-No te emociones tanto, seguramente cuando obtenga lo que quiere de ti, va a dejarte, como me dijiste que siempre lo hacía con otras chicas.
Pongo mis ojos en blanco.-Bueno debo darle una oportunidad, Angi, Moisés de verdad me gusta, desde que era una adolescente, no puedo evitar emocionarme cuando el único chico del que me enamore me dice que también le gusto.
-Solo digo que no te ilusiones tanto Valentina, no quiero que salgas lastimada.-dice tomándome la mano con suavidad y la retiro rápidamente.
-No te preocupes Angi, sé cómo fue él en su pasado y tengo muy en claro los riesgos que corro de salir lastimada, pero quiero disfrutar de esto, no puedes entenderme un poco?
Ella asiente con algo de resignación.-Haz lo que quieras.-solo se concentra en comer.
Cambiamos el tema y hablamos de cómo le ha ido en la boutique, de como sus prendas se venden mucho más debido a que a mejorado en su calidad y variedad, me cuenta la mercancía que más se vende y así pasamos la comida.
Terminamos y los empleados retiran los platos y nos enfocamos en beber vino.
-Ahora si, hablemos del vestido, que quieres esta vez?
-De la época victoriana, uno estilo princesa con un hermoso corce, que sea rosa con detalles brillantes.-saco mi teléfono y y le muestro una foto del modelo que quiero.
Ella lo toma y ve el modelo.-Me gusta, aunque puedo cambiar el escote, para que enseñes un poco de piel aparte de los brazos.
-Perfecto, muchas gracias amiga.-ella se levanta.
-De nada, vamos a tomarte las medidas.
Nos levantamos y mientras ella busca la cinta métrica en uno de sus cajones yo me paro enfrente del espejo de cuerpo entero que está en la habitación.
-Ya la encontré.-empieza a medir mis piernas y trata de medir mi cintura.
-Vale, podrías quitarte esa camisa? Es un poco grande y no puedo medirte el torso.
Me quito la camisa quedando solo en sostén y ella traga saliva un poco nerviosa pero disimula continuando con las medidas pero veo que su mirada siempre se desvía a mis pechos.
Sonrío y hablo.-Te gusta lo que ves?
VALENTINA, NO JUEGUES ASÍ.
Ella ríe nerviosa pero lo niega.-Ya quisieras.-dice y sigue midiendome.
Me río mentalmente ante su negativa y dejó que siga tomando mis medidas.
Termina y me da la camisa, me visto y ella se va a buscar unas telas.
-Estas son las que tengo más parecidas a la foto que me mostraste.-dice colocando las telas en la mesa y escogemos las más bonitas.
Específicamente una nos llamó la atención a las dos, una tela con un rosa muy suave con detalles dorados muy preciosa.
-Esta obviamente.-dice Angi y no puedo estar más de acuerdo.
En los siguientes minutos Ángela se la pasa dibujando el diseño del vestido agregando más detalles que los que tenía en la foto y le quedó precioso.
Editado: 22.11.2024