Te quiero conmigo

Capitulo 29

Ok, si fuí un idiota, pero literalmente un idiota.

No pensé que le afectara tanto lo que le dije, osea.... Pensé que se lo tomaría de broma.

Claramente la he cagado.

Otra vez, es una especie de costumbre con Valentina.

Cagarla cada día más.

No pensé que el verla así en la comida me afectara de esa manera.

Es que simplemente era una broma.

Pero claramente crucé un límite.

Me metí con su cuerpo.

Maldita sea, lo primero que me enseñaron de niño "no meterme con cuerpos ajenos, menos si son de mujeres" y lo primero que hago.

Sigo jugando con mi videojuego pero siempre pierdo en todo, no tengo cabeza para nada.

Lastimé a una chica simplemente porque sí, aunque obviamente no creo que se haya tomado tan enserio mis palabras, pero no quiero que se quede con esa imagen de mí.

Mis palabras la afectaron, y ni siquiera sé porqué le doy tanta importancia, pero no puedo estar tranquilo mientras ella puede pensar que soy así cuando no.

Me doy una ducha y camino hacia su casa.

Me detengo frente al gran portón y suspiro.

Conozco a su papá, ok ok, va a matarme si sabe lo que le dije a su hija.

Tengo la esperanza de que ella no le haya dicho nada a sus padres, porque también su madre es incluso peor que su esposo, tienen la fama en el barrio de que sus hijas son sus vidas, si bien es claro que la vida de cualquier padre son sus hijos, ellos literalmente por mano propia castigarían a quien sea que dañe a sus dos más grandes tesoros.

Aqui es cuando debería ir a consulta a ver si de verdad tengo metido en el cráneo un cerebro funcional.

De todas con las que pude cagarla, tuvo que ser con Valentina.

Que inteligente Moisés.

Si no te mata Vale, lo harán sus padres, y si, conozco a la hermana, Estefanía, si bien por lo que he visto, es la más relajada de la familia, le han inculcado proteger a su hermana menor de todo, y de todos.

Si, definitivamente es más probable que Maduro deje la presidencia a que salga vivo de esta casa en cuanto ponga un pie en ella y Valentina le haya dicho algo referente de este tema a su familia.

Pero mis padres no parieron a un cobarde, la ofendí, merece mis disculpas.

Así que con mucho miedo y literalmente temblando, toco el portón y sale una mujer que no conozco.

-Hola, buscas a alguien?.-me pregunta con una sonrisa amable.

-Si, Valentina está aquí?

-Si, ven pasa.-me abre la puerta y camino hacia el interior de la casa.

Cuando entro a la casa la mujer me dice que siga caminando ya que Valentina está al fondo de la casa.

Caminamos hasta un taller que recuerdo un poco, veo que hay varias personas en una especie de círculo, unos señores tomando, otros fumando cigarro, y otros simplemente riendo y contando historias.

Veo a Valentina que está sentada en las piernas de un hombre pelón y con mucha panza.

El silencio se instala en el espacio y ella me ve.

-Hola, buenas tardes.-saludo a todos y ellos me responde.

Valentina se levanta y bajo la mirada asesina de varios hombres y de su papá, ella me toma del brazo y me lleva a la sala.

-Que haces aquí?.-esta furiosa.

-Quiero disculparme contigo Vale.-ella rueda los ojos.

-Disculparte? Ok, disculpa aceptada, ya vete.

-No me iré hasta que me perdones enserio, Valentina sé que no estuvo bien lo que te dije y lo entiendo, pensé que lo tomarías en broma, porque para mí si fue una broma, pero si eso te lastimó quiero que me disculpes.-me acerco a ella y empieza a examinar mi rostro como si quisiera encontrar algún rastro de falsedad en mi cara.

-Esta bien, sí tú dices que fue una broma no pasa nada, pero no me vuelvas a decir esas cosas, no me causan gracia Moisés.

Asiento.-De acuerdo Vale, no volveré a ofenderte así, y de nuevo, lo siento mucho.

Esta vez sí es sincera al aceptar mis disculpas y nos despedimos, por fin ese mal sabor de boca que tenía ya se ha ido.




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