CAPITULO 2

El fuerte tono del capitán, me pone en alerta moviéndome con mayor rapidez corriendo por el piso descalzo con mi pijama que consta, de solo un short y camiseta blanca. Llego hasta al cuarto donde se encuentran mis otros compañeros equipándose, con los equipos necesarios para combatir el incendio, voy hasta mi casillero rápido abriéndolo de un jalón. Encuentro todo mi equipo, rápido saco mi traje colocándolo sobre el pijama cierro el chaleco, tomo mis botas poniéndolas, tomo mi casco y mi tanque de oxígeno cargado en la espalda.

–¿Qué están haciendo? Rápido –el capitán está en la puerta sumamente enojado, y muy preocupado. Es normal esta situación para estar con los nervios al cien. La alarma del cuartel sigue sonando, intensamente tengo que decir que es algo molesto ya todos sabemos que significa esa alarma, no es necesario que siga. Después de todo también me despertó de ese sueño, placentero con aquella misteriosa mujer a quien, por unos escasos milímetros, escasas decimas de segundos, beso. Todos empezamos a salir del cuarto –muévete, muévete –nos grita el capitán, encima que estamos con esta alarma escandalosa, también nos grita el capitán.

En la parte baja tomamos otras herramientas, yo tomo un hacha y salgo para el camión de bomberos. Donde Billy ya se encuentra con el camión prendido, listo para partir. Billy es el mecánico de los vehículos del cuartel, da el mantenimiento adecuado para cada vehículo de este lugar, hace un excelente trabajo sabe sobre cualquier tipo de vehículo con tan solo encender un vehículo él sabe que es exactamente lo que pasa –muevan sus lentos traseros y póngalos sobre el camión –grito a viva voz en esa parte es igual que el capitán, todos nos apresuramos entrando al camión que sale disparado haciendo sonar la sirena.

El camión circula a toda marcha por la ciudad sin respetar las señales de tránsito, y es obvio en caso como este nosotros estamos extensos de estas reglas para eso es la alarma de la sirena. Para que cualquier vehículo, que se esté en nuestro rango se aparte del camino. Después de unos minutos, finalmente veo la columna de humo negro que se levanta al oscuro cielo. Billy acelera un poco más y llegamos al edificio que se está quemando, vemos que es el antepenúltimo piso que se está incendiando, en este edificio justo en ese piso hay una discoteca. Lo sé porque he venido en unas ocasiones para acá, venden un excelente vodka y vino mis dos licores favoritos, tal parece que tendré que buscar otro lugar beber un poco. Bajamos del camión unos de mis compañeros, va a la parte trasera del camión empezando a liberar la manguera y otro enciende el motor para que el agua llegue hasta la parte indicada.

–Disparen el agua –ordena el capitán. Dos de mis compañeros sujetan con fuerza la manguera. Hay varias personas, presentes mirando el incendio la policía que esta aquí presente los obliga a retirarse, pero estos no escuchan. –Rodríguez, Méndez –me llama junto a Billy –ustedes dos –prumm… un fuerte estruendo se escucha desde el lugar del incendio algo exploto, las personas sueltan un grito ahogado que los obliga alejarse un poco. Todos nos colocamos en cuclillas cubriéndonos, de los fragmentos de cristal que salen despedidos de lo alto chocando contra nosotros y el piso, miro hacia donde un resplandor más intenso al igual que el humo está presente –rápido, ustedes dos con otros ingresen al edificio y evacuen a las personas atrapadas –ordena el capitán.

–Muchachos ustedes vengan con nosotros –llamo a un grupo de compañeros, que rápido se integran a nosotros.                

Con nuestros cascos con los protectores de rostros, ingresamos al edificio subiendo por las escaleras es un edificio de ocho pisos y somos un total de siete personas que entramos dentro. No podemos usar los ascensores, por ser peligrosos en estos momentos, si se produce otra explosión como hace un momento puede que los ascensores colapsen con nosotros dentro. A medida que subimos a cada piso, dejamos a uno de nosotros para que inspeccione el lugar rescatando a las personas. Billy y yo llegamos al verdadero problema el último piso donde las flamas incandescentes están en su apogeo. La puerta está bloqueada, en eso tomo mi hacha golpeando con fuerza la pared abriendo una apertura dejando escapar, el calor intenso de esa habitación al igual que el humo.

–No hay tiempo para esto –dice Billy.

Tiene razón, vuelvo a colocar mi hacha en su lugar miro a Billy ambos asentimos con la cabeza. Con un solo impulso con la mayor fuerza posible, impactamos contra la puerta derribándola al suelo giramos un poco el rostro el calor aquí es intenso. Las mesas, sillones, el mesón todo el lugar está ardiendo hasta reducirse a cenizas.

–Hay alguien aquí –grito con fuerza –pueden escucharme –no obtenemos respuestas –Billy iré a revisar los baños.

–Entendido. Seguiré revisando aquí.

Me muevo entre las llamas infernales, este lugar está empezando a caerse en pedazos hay que actuar lo más rápido posible, espero que el resto de compañeros hayan podido evacuar a todas las personas de los pisos inferiores. Llego hasta la puerta del baño, y de una patada potente derribo la puerta, ingreso al baño de mujeres que es el que está frente a mí. Vuelvo a derribar la puerta de este baño, junto a una pared veo a una chica recostada sobre el piso desmayada, parece que ha respirado demasiado humo. Voy hasta ella y la reviso, gracias a Dios sigue con vida. Reviso los cubículos encontrando, a otra chica inconsciente al lado de la taza del baño, las tomo a las dos y salgo del baño.

–Billy –grito con fuerza a lo que el viene.