Te SueÑo Y No Estas

CAPITULO 5

El día acordado por el capitán había llegado, la verdad no quería asistir a esa fiesta ya soy mayor de edad, no tengo nada que hacer en una fiesta llena de adolescentes que recién van a conocer el mundo de los adultos. Pero, aunque no me guste, debo ir el capitán se comprometió y de cierto modo también estoy comprometido con aquella chica, para esa fiesta. Todavía me queda tiempo antes de las siete, así que continúo haciendo mis quehaceres dentro de la institución verificando, las mangueras de incendios. Suelto un poco de aire relajándome un poco, después de este día y sobre todo por la noche que me espera.

–¿Qué haces aquí? –Billy aparece detrás de mi dándome un fuerte golpe en la espalda.

–¿Qué más puedo hacer? –digo molesto por el golpe que me dio.

–No deberías estar preparándote, para tu cita romántica –se burla.

–Por lo menos yo tengo una cita –digo con algo de orgullo.

El idiota suelta una fuerte carcajada, en lo que mete su mano en su bolsillo sacando su celular buscando algo –el atrasado eres tu –me dice mostrándome unas fotos de él con unas mujeres hermosas, bien formadas un abdomen plano dejando ver los cuadros, y que decir del resto. –como ves a mí me va bien con las chicas, además una de ellas me está esperando –lo quedo mirando con algo de enojo, molesto regreso hacer el mantenimiento –tranquilo –dice parándose frente a mí de nuevo –la próxima, te presentare a una de ellas, y tal vez… –hace una pausa –no sé te puedas divertir un poco. Ya sabes.

–¿Qué generoso eres? –digo con la voz algo dura.

–Vamos David. ¿Hace cuánto que no tienes acción? –se cuelga de mi cuello –hay que soltar al dragón.

–Pensare en tu oferta –digo para que me deje, ya se puso algo meloso y eso es algo que me molesta un poco.

–Esa, es mi tigre –me da otro golpe en la espalda –ahora dame eso. Vete a preparar, para tu fiesta. No queras tener problemas con el capitán si llegas tarde al compromiso –me quita la manguera colocándola de nuevo en su lugar.

–Me prestas tu auto –digo suave.

A lo que él regresa a mi mirarme, de manera seria –¿y tú moto?

–Va estar con vestido, la moto no sería un buen transporte. Se le puede arrugar el vestido, además que se va a congelar por frio de la noche –doy mis conclusiones para que ceda a prestarme su auto.

–Solo por este día –dice lanzándome las llaves.

–Gracias –las tomo retirándome del lugar.

–Por cierto, –lo escucho decir en lo que me detengo y volteo para escucharlo –hay un lugar a las afueras de la ciudad –noto sus intenciones.

–Cierra la boca –digo molesto dejándolo riéndose como loco.

En verdad este está completamente loco. ¿Cómo rayos se le ocurre que voy a meterme con una menor de edad? Además, no estoy urgido, me encuentro bien con mi estado de soltero no tengo que complicarme la vida en una relación amorosa. Pero debo decir que, si estoy algo obsesionado y es a causa de mis sueños, con aquella mujer tengo unos profundos deseos, de que en algún sueño futuro que pueda tener por fin se descubra de su máscara y permita que logre verla. Esa mujer es la que me tiene atrapado, de una manera tan profunda que tengo una desesperación inmensa porque llegué la noche, para poder dormirme y soñar con ella y esta vez acércame lo suficiente hacia aquellos labios que estuve a punto de besar en aquel sueño.

–Rodríguez, todavía sigues aquí –la fuerte voz del capitán me distrae de mis pensamientos.

–Lo siento señor. En este momento voy a prepararme –digo con la voz fuerte.

–Muévete, y compórtate adecuadamente. No quiero tener ninguna queja, acerca de esta noche. Entendido –acorto su distancia para decirme eso, para luego irse.

Ahora que lo pienso, en las interpretaciones de mi sueño decía que tendrían unos problemas en mida, será que en esta noche sucederá algo. Mejor no pienso en eso, no soy un hombre que se deje guiar, por palabras escritas por un bloguero mejor dejo que todo transcurra como debe ser. Camino por el pasillo subiendo hasta los dormitorios, voy hasta mi casillero sacando mi terno negro y comienzo a plancharlo dejándolo bien decente, hasta creo que me pase un poco la línea del pantalón está bien marcada. Saco mis zapatos para charolarlos, me demoro un poco en esto hasta que consigo un brillo impecable, incluso me puedo ver en ellos.

Dejo todo listo sobre mi cama y voy, hacia los baños a ducharme abro la llave dejando que las gotas de agua caigan sobre mi cuerpo, esta algo fría y poco a poco su temperatura cambia a una más calidad, me ducho bien saliendo de los baños para cambiarme. Con la toalla atada alrededor de mi cintura, voy hasta mi cama y comienzo a vestirme, acomodo bien la leva al igual que la corbata saco una pequeña flor y la coloco sobre la solapa, me peino un poco con algo de cera con los dedos y un poco de perfume. Me miro al espejo y noto que estoy presentable, en mi casillero busco el presente que compre para la chica, es increíble que haya hecho esto encuentro el estuche de la pulsera con un pequeño rosal. Lo guardo en el bolsillo de la leva, cerrando el casillero listo para irme.

–Azúcar –algunos de mis compañeros ingresan al dormitorio –¿Quién es la afortunada? –el que habla es Henry tirándose en la cama.




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