Te SueÑo Y No Estas

CAPITULO 6

Conduzco por las calles iluminadas por los postes de luz, que proyectan una luz anaranjada sobre el camino Lizbeth ha permanecido en silencio durante este tiempo en que salimos del baile de su colegio no ha dicho una sola palabra. Y la verdad tampoco quiero incomodarla, así que conservo este silencio durante unos instantes más, es natural que este así después de todo lo que le dijo aquel idiota en esos momentos me dieron ganas de partirle la cara a golpes, para que aprendiera a respetar a las mujeres. La única razón por la que no lo hice, es porque es menor de edad además no podía hacer un escándalo que comprometiera a mi institución, por lo que el camino más viable era retirarme de esa fiesta junto a ella.

Este baile fue un poco duro para ella, no fue que había pensado sin embargo pienso compensarlo. No pienso permitir que esta noche, sea arruine para ella, hare algo para que la recuerde como la mejor noche de su vida. Llegamos al centro de la ciudad, me detengo frente a un restaurante que sé que le va a gustar la comida que prepara es sencillamente deliciosa.

–Hemos llegado –digo cortando el silencio que se había producido desde que salimos del colegio.

Ella mira por la ventana con algo de asombro aquel restaurante, y luego posa su mirada en mí –¿Qué hacemos aquí?

–No dejare que esta noche se te arruine –quito el cinturón de seguridad, bajando del auto lo rodeo hasta llega con ella ayudándola a bajar del auto nuestras manos se juntan al salir una brisa fría la golpea, por lo que ella tiembla. Acercándome un poco más a ella intento darle un poco de calor protegerla del frio –te prometo que esta noche no la olvidaras –digo cerca de ella, siento como su cuerpo se tensa y algo me dice que no es por el frio de la noche. Nos dirigimos al restaurante entrando, observamos que está lleno muchas personas esta cenando tranquilamente caminamos hasta una de las mesas vacías, me estoy comportando como todo un caballero. El mesero llega hasta nuestra mesa, a pedir nuestra orden pido unos filetes de carne con verduras al vapor. –una copa de vino para mí y, para la señorita…

–También una copa de vino –dice cortándome.

–Espera…

–Solo es una copa. Tranquilo –me dice con una sonrisa.

–Por favor, que el vino sea suave –pido al mesero.

–Descuide señor, tenemos el ideal para la señorita –dice el mesero retirándose.

–Lizbeth estas segura –ella asiente, me relajo un poco la controlare un poco y mientras eso pasa por mi mente recuerdo algo no me he presentado todavía –Lizbeth, me he dado cuenta de algo –digo suave, noto que ella se sonroja un poco –y es que no me he presentado correctamente.

Noto un poco de desilusión en su rostro –descuida mis papas me dijeron tu nombre.

–Ellos, pero yo no. Permíteme, me llamo David Rodríguez soy bombero de esta ciudad y tengo veinte y cinco años –en este momento he quedado como un idiota.

–Yo soy Lizbeth Vega, mi edad no importa –dice desviando su mirada de mí y en este momento me parece adorable ese gesto, por lo cual suelto una pequeña risita que hace que ella vuelva a mirarme algo molesta –¿Cuál es el chiste? –pregunta seria.

Junto mis manos pegándola a mi mentón, mirándola fijo –me pareció adorable su gesto –sus ojos se abren y rubor se impregna sus mejillas –además, puedo saber su edad sin que me lo diga. –se sonroja un poco más, y mi risa crece un poco.

–¡Ya! –dice algo molesta, pero no detengo mi risa que de a poco la contagia soltando también una risita.

Me siento a gusto con, nuestra risita es detenida cuando el mesero viene con nuestras ordenes dejándolas sobre la mesa se aleja de nosotros, dejamos nuestra risa enfocándonos en nuestros platos con los filetes de y vegetales –disfrutemos de la carne –digo tomando mis cubiertos para empezar a comer este filete, en eso veo que ella también se prepara para comer tomo la copa de vino –Liz –acorto su nombre –felicidades por tu graduación y que venga muchos más éxitos a tu vida.

Ella me mira sorprendida, pero la cambia por una sonrisa de satisfacción tomando su copa de vino la choca con la mía –gracias –dice bebiendo un poco de vino. Bebo igual que ella y es un vino suave no tiene tanto alcohol, sabe delicioso empezamos a comer el filete el también esta delicioso. Terminamos la comida, pague la cuenta saliendo del lugar.  

–¿Quieres ir a otro lugar? –pregunto a lo que ella asiente.

Subimos al auto y la llevo a fueras de la ciudad donde hay un mirador nos tardamos un poco en llegar, pero aún tengo tiempo para el último detalle para ella. Y hacer que esta noche no sea mala debido a la intervención de aquel pequeño idiota, aunque todo esto es algo improvisado parece que está funcionando. Lizbeth está más relajada y se muestra más animada, aunque empiezo a creer que es por la copa de vino que bebió, espero no haberla influencia en este vicio. Llegamos al mirador esta vació y oscuro, al ver por el parabrisas las estrellas dejan un perfecto firmamento junto la luna menguante.

–¿Qué hacemos aquí? –pregunta.

–Pensé que te gustaría ver las estrellas y bailar un poco baja ellas –apago las luces de las lunas del carro, dejando encendidas las de adentro hare que esto sea un poco más especial para ella. Billy siempre tiene linternas, en su carro –Liz –la llamo –revisa la guantera, a ver si hay linternas.




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