Te SueÑo Y No Estas

CAPITÚLO 10

Salgo de noche desde el terminal terrestre iré a pasar unos días en el lugar donde todo empezó. Talvez el destino este conmigo, pero confiar en el destino dejar todo en sus manos es una completa ironía, sin embargo, es la única excusa que tengo para volver aquel lugar donde aquella mujer empezó a invadir mis sueños.

Dejo la mochila en la parte alta, acomodándome en mi asiento cierro mi chaqueta para abrigarme del frio de la noche estoy a tres horas de hasta ese lugar. El bus sale del terminal alejándose de la ciudad, miro por la ventana las luces anaranjadas de la ciudad los transeúntes desplazarse por calles devuelvo mi mirada cerrando mis ojos y me voy a dormir.

Después de las tres horas llego a mi destino, cerca de las once de la noche buscando un hotel donde pasar la noche y alistarme para volver a ese lugar, encuentro uno agradable alojándome ahí para la noche y me voy a dormir. Despertándome en la mañana bajo a desayunar y continuo mi viaje hasta la finca donde se inicia el ascenso, la cima de la montaña.

–Buenos días joven –saludo el propietario de la hacienda.

–Buenos días, necesito una tienda para acampar en la cima –respondo.

–Claro –empieza a buscar una tienda en eso dice –disculpe usted no es el joven que tuvo, el accidente el otro año en ese derrumbe de tierra y roca.

–Sí, soy yo –respondo.

–Es una fortuna que haya sobrevivido. Debe tener un ángel guardián eficaz –trae la tienda para acampar.

Pienso algo que talvez él pueda saber algo sobre esa mujer que me salvo, porque estoy seguro que era una mujer por su voz cuando me alerto, además de la contextura de su cuerpo al pegarse con el mío.

–Disculpe, usted sabe acerca la joven que me salvo –suelto directo con esperanza de que sepa algo al respecto.

El hombre me queda observando, confundido y adopta una actitud pensativa.

–Una joven –dice con duda –cuando lo bajaron no había ninguna mujer con usted.

Me cohíbo al escuchar su respuesta –gracias –digo tomando mi tienda y emprendo el viaje de nuevo hasta la cima de la montaña.

El ascenso es agotador, además del sol que está haciendo me deja más cansado tomando la botella de agua para hidratarme, en mi ascenso algunas personas descienden tranquilamente después de ver al sol levantarse de manera increíble, es una de las ventajas de subir hasta la cima de la montaña.

Me dispongo a descansar un poco a medio camino, y disfrutar de la hermosa vista que me proporciona la altura en la que me encuentro, realmente es increíble las montañas que se levantan hasta el cielo, las nubes blancas las extensas extensiones de cultivos y ganado. Con ayuda de mis binoculares, miro a la distancia los trabajadores labrando la tierra y otros que arrean el ganado.

Vuelvo a mi ascenso a la cima llegando cerca de las cinco de la tarde, debido que hice algunas paradas en el camino para tomar agua, fotografiar algunas aves que posaban sobre las ramas de los árboles. Miro al frente notando que estoy sobre las nubes, aprovecho para sacar otra fotografía, mientras preparo mi tienda de campaña para dormir. El sol se empieza a poner en el horizonte y lo contemplo. Y por un momento quisiera estar aquí junto a ella.

Vuelvo a dormir y en la mañana me despierto para ver el alba del sol, tenía la esperanza de volver a verla en este lugar, la hubiera reconocido por su voz que la tengo presente en mi cabeza. Le preguntaría tantas cosas que quiero entender y que no me es posible en este momento.

Bajo de la montaña llegando a la hacienda, entregando la tienda de dormir saliendo de la hacienda llega una buseta con otros turistas dispuestos a subir a la cima. Con este pequeño viaje entiendo que, esa mujer que me salvo y la que vive en mis sueños no sean la misma persona ni siquiera sé exactamente como se miraba no sé nada ni de la una y de la otra, con esta perspectiva me convenzo de lo que me dijeron Billy y Fernando. Necesito pasar una noche en los brazos de una mujer, así eliminare cualquier rastro de aquella mujer.

Con esa resolución vuelvo a la ciudad, para terminar lo que deje inconcluso esa noche claro siempre y cuando ella quiera volver a estar conmigo una vez más. En estos días libres que tengo, no iré a ver a mis padres todas las ocasiones que eh salido libre he ido a visitarlos por esta ocasión no lo hare, arrendare un cuarto y viviré ahí hasta que me den un nuevo pase para otra estación, que yo creo será dentro de cuatro años recién llevo uno en esta estación.

Llego tarde cerca las tres de la tarde, y empiezo a buscar un lugar cómodo para instalarme, de tanto buscar lo encuentro es cómodo además que viene ya con muebles instalados. Pago el alquiler y la garantía de mis ahorros, voy al centro a comprar una cama para dormir que fue lo único que no estaba incluido en ese mini departamento.

Una vez está todo listo, decido ir a visitar a cierta mujer solo espero que no esté molesta por mi reacción por la última vez. Tengo que disculparme por esa vez, quien inicia con los juegos previos, para después arrepentirse y salir corriendo de ahí, solo espero que me dé la oportunidad para terminar lo de esa noche y sino al menos la invitare a salir en compensación de esa noche.

Bajo de nuevo hasta la hacienda dejo todo el equipo que pedí, encaminándome para marcharme en la entrada una buseta llega y siento algo extraño recorrerme el cuerpo asumo debe ser esa pequeña esperanza de que ella este ahí. Como una corazonada, pero no pienso guiarme por ello, así que continuo mi viaje de regreso. Llego cerca de las cinco de la tarde y voy directo a la estación encontrándome con Billy justo en la sala de estar mirando el futbol.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.