Te SueÑo Y No Estas

CAPÍTULO 17

Me encuentro de nuevo dentro del mundo de los sueños. Todo está oscuro. No escucho nada a mi alrededor. No hay sonidos, ni siquiera una brisa cálida o fría. Esto se siente muy diferente a mis anteriores sueños, cunado soñaba con ella o antes de soñar con ella, me encuentro en un lugar perdido sin nada a mi alrededor, sin luz, sin viento, no hay nada aquí.

Mis ojos ya acostumbrados a esta oscuridad, logran mantenerme en calma por lo que empiezo a caminar a paso lento, a pesar de que ya tenga la visión adaptada no me puedo confiar, así como así doy cada paso con cuidado asegurándome de que el lugar donde piso esta firme y continúo avanzando. No sé cuánto llevo caminando, pero supongo debe ser un buen tiempo, hasta que por fin tengo una señal escucho el suave choque de una gota de agua contra un estanque, el sonido es suave debería desaparecer de inmediato, pero lo escucho claramente expandiéndose por todo el lugar.

Guiado por ese sonido avanzo un poco más, hasta que veo un pequeño brillo cayendo de lo alto y chocando contra el suelo produciéndose un aro muy brillante expandiéndose. Es agua. Y es lo que produce este suave sonido. Avanzo hasta ahí, y veo una gran columna de pequeñas gotas de agua brillantes cayendo sobre el agua, produciendo los aros brillantes expandiéndose en el agua. Me detengo, a observar este escenario extiendo mi pie derecho sobre el agua asegurándome de que si es firme o profundo. Es firme no alcanza a cubrir mi pie, por lo que seguro avanzo por el camino.

Paso de lado de estas columnas de gotas de agua y el aro brillante recorre parte de mi cuerpo. Sigo caminando y esto no tiene fin, por más que avanzo no parece terminar nunca, no sueño con ella, francamente, ni siquiera sé lo que estoy soñando. Al ver que no tengo escapatoria de esto y de que solo es cuestión de tiempo, de que mi alarma suene o que alguno de mis compañeros o el mismo capitán venga a despertarme, y para evitarme aquello prefiero hacerlo yo mismo.

–Despierta. Despierta, despierta, despierta –empiezo a decirme ya con algo de desespero, pero no tengo resultado. Sigo atrapado aquí –Vamos maldito despierta –digo con enojo.

Gruño al no poder. Cierro mis ojos tratando de anular el sueño, pero sigo teniendo la conciencia de este sueño, sigo en este sueño. Me pellizco, muerdo mis labios, al igual que mi mano y nada me hace despertar, sigo atrapado en este sueño y quiero despertar de él. No sueño con ella, no sueño nada. Esto no lo puedo interpretar como un sueño, pues creo que es lo más alejado de un sueño, en base a todos los sueños que he tenido siempre hay escenarios misterios, pero coloridos, con tonos verdes, algo oscuros, pero con luz, personas producidas por nuestra psiquis o cualquier otra existencia.

Aquí por todo el tiempo caminado solo tengo oscuridad, un sonido producido por las gotas de agua que producen aros brillantes expandiéndose por todo el lugar. En eso me doy cuenta de algo. Miro este sin número de columnas de agua chocar contra el suelo, entonces me pregunto qué pasaría si evito que una gota de agua chocara contra el gran charco de agua a mis pies. De pie frente a la columna de la gota de agua, extiendo mi mano y me detengo, extendiendo mi otra mano.

–Asegurémonos –digo con seguridad.

Extiendo mis manos y ambas gotas chocan en mis palmas, no pasa nada hasta que bajo mis pies empieza a sacudirse de forma violenta, escucho algo romperse con fuerza como si fuera una grieta. El suelo donde se encuentra el charco de agua se parte a la mitad. –¡Ah…!

Caigo a gran velocidad desciendo a gran velocidad, ahora si siento una fuerte corriente de aire chocar contra mi cuerpo, específicamente contra mi espalda. Giro la cabeza para ver que me depara el fondo y veo algo cristalino brillante. Más agua, pero brilla de una forma increíble es de un azul intenso claro moviéndose por las pequeñas mareas del agua. Choco. Es profundo y salgo desesperado del fondo. El agua sigue brillando, con mis manos alzo el agua cayendo como gotas brillas de un azul intenso.

Miro a mi alrededor y a lo lejos alcanzo a ver una silueta de una isla, emprendiendo la natación hasta allí llego cansado gateo por las arenas de la playa, recostándome sobre la arena. Mis ojos se abren como platos el techo rocoso que se supone debe ser esta brillando de la misma forma en que lo hace las aguas de esto mar, es como si fuera una especie de espejo enorme. Escucho voces porque me levanto rápido y doy la vuelta encontrándome con algunas personas sosteniendo antorchas de flamas azules, saliendo de la profunda y oscura selva de la isla.

Al acercase me doy cuenta de que son mujeres. Salen en dos columnas, empiezan a danzar y las antorchas se mueven con ellas encerrándome en un círculo y de un ágil y fuerte movimiento lleno de elegancia clavan sus antorchas sobre la arena y una gran llamarada azul se eleva de cada antorcha. Todas ellas se levantan dan una vuelta y extiende la mano izquierda en dirección al techo azul. Escucho algo moverse.

De pronto se produce un gran circulo azul en el techo, comenzando a descender lentamente y de la misma manera lo hacen ellas con sus brazos. La marea se agita un poco, a medida que aquel trozo de tierra cae sobre las aguas del mar. Choca finalmente produciéndose una gran elevación de agua azul intensa brillante, llamaradas azules se elevan.

Aquellas mujeres en la playa, empiezan a caminar. Caminan sobre el agua lo cual me deja perplejo, aunque sé que esto es un sueño. No deja de ser sorprendente. Forma dos filas extiende sus brazos hacia el centro del escenario que descendió, cayendo al suelo el telón dejándome ver aquella mujer. Las llamaradas azules se hacen presentes. Tanto para esto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.