Liam caminaba por las calles de la ciudad, sumido en sus propios pensamientos. Ahora, no pensaba sobre lo que pasó la noche anterior, sino que se dejaba llevar por el amargo recuerdo y sabor que dejó la mañana. Enterarse que sus hermanos estaban al tanto de su pasatiempo y que a ellos no parecía afectarles, lo hizo sentir un atisbo de calidades en su corazón. Estaba dispuesto a abrirse con ellos, con la esperanza de así poder entender lo que le sucedía.
sin embargo, justo en ese momento, decidió aparecer su padre. Con su madre no tenía desacuerdos, era una mujer muy tranquila, aunque no se sentía tan cercano a ella. La relación con su padre era diferente, cargada de una mezcla de sentimientos que no podía descifrar: rencor, odio o simplemente el anhelo de sentirse querido. Pero algo era seguro siempre que compartían la misma habitación, incomodidad.
Al llegar a la cafetería que solía frecuentar, Liam rió al notar cuánto había cambiado su rutina, al menos para él. Antes, solía venir a este lugar en sus días libres, sin tener a quién más recurrir para pasar el rato aparte de sus hermanos, quienes tenían sus propias amistades. De repente, se dio cuenta de que Brandon, Dimitri y Olivia ya no eran solo conocidos, sino amigos con quienes pasaba el rato.
Al fin, Liam había empezado a experimentar la vida de un joven normal de 19 años, pero todo se desmoronó inesperadamente aquella noche. Después de lo pasó, Liam sabía que las cosas no podían seguir igual. Algo había cambiado; la situación se volvería incómoda y ya no podrían ser simplemente amigos. Todo debido a un error que cometió al no alejarse en el momento justo.
Se sentó en una de las mesas junto a la ventana, y espero a que alguien viniera a atenderlo, mientras miraba a la gente pasar por las calles.
—В облаках у тебя, верно? – dijo una voz familiar sacándolo de su ensoñación.
–¿Mande? – respondió Liam dirigiendo la vista a la persona que le había hablado en un idioma extranjero.
Dimitri sonrió divertido y tomo asiento frente al chico.
–¿En que tanto piensas mocoso? – pregunto llamando al mesero – Parecer mas perdido de lo normal –
Liam dejo escapar un sueve risa – Un poco, tal vez – dijo para después ordenar algo a la mesera al igual que Dimitri.
–¿Y se puede saber por qué? –
–Mi padre – dijo sin ánimos, no quería tocar el tema de Olivia y menos con él.
–¿Discutieron? – pregunto tomando un sorbo de su bebida caliente.
–No exactamente – Dimitri lo miro exigiendo más detalles, no entendía a que se refería – Es solo… prefiero evitarlo cuando está en casa, así es más fácil –
Dimitri asintió sin hacer mas preguntas, notaba la incomodidad del chico al hablar de su padre. Y no era para menos después de saber cómo lo había tratado. Una parte de él quería conocerlo y hablar con el sobre sobre la paternidad; la otra parte, esperaba nunca hacerlo porque perdería los estribos.
–¿Y tus hermanos? – dijo cambiando de tema, cosa que agradeció internamente Liam.
–Están de vacaciones estos días–
El rostro de Dimitri se iluminó con interés.
— ¿Vacaciones? Eso suena genial. ¿Tienes planes para pasar el tiempo con ellos? — preguntó mientras saboreaba su bebida.
Liam suspiró, intentando apartar la sombra de la discusión con su padre de su mente.
— Quisiera, pero no creo que pueda. Las cosas están complicadas últimamente — confesó Liam, mirando por la ventana.
Dimitri miro al chico con una chisma de complicidad. Estaba planeando algo, y la vida parecía sonreírle.
—¿Tus hermanos saben que patinas? — se aventuro a preguntar antes de hacer su jugada.
—Si, curiosamente me acabo de enterar hoy. Es un alivio ¿sabes? Al menos ellos no me ven diferente — dijo con una cálida sonrisa al pensar en sus hermanos.
—идеально (perfecto) — dijo Dimitri con un sonrisa — ¿Recuerdas lo que paso anoche? —
Liam casi se ahoga con el café ante la pregunta de Dimitri. ¿Acaso los vio? ¿Olivia le conto? ¿Qué tanto sabia?
—¿Anoche? — pregunto ingenuo.
—Si — respondió Dimitri con sospecha — Llegue emocionado por algo que me contaron, pero saliste corriendo —
—¿Y que era eso que quería decirnos? — dijo ignorando la intensa mirada de Dimitri.
—Después hablamos de porque saliste corriendo — dijo. Dando a entender que no lo dejaría pasar — por el momento centrémonos en esto —
Saco un folleto cuidadosamente doblado de su gabardina y lo extendió frente a Liam.
Liam tomó el folleto que Dimitri le ofreció, desplegándolo frente a él. En el papel, se mostraba un anuncio brillante de una serie de eventos de patinaje artístico en un estado vecino.
— ¿Qué es esto? — preguntó Liam, curioso, pero aún confundido por la dirección de la conversación.
Dimitri sonrió, revelando un brillo travieso en sus ojos.
— Es una serie de competiciones de patinaje artístico. La convocatoria está abierta a público en general mayor de 18 años, habrá dos categorías. Hombres y mujeres competirán en una serie de cuatro etapas, cada una en ciudades distintas. ¿Y Adivina qué más? — agregó Dimitri, aumentando el misterio.
Editado: 12.02.2024