En los vestidores, el bullicio y entusiasmo de los competidores comenzaban a aturdir a Liam. Solo bastó echar un vistazo para darse cuenta de que todos tenían al menos un amigo o conocido entre los atletas; se distinguían claramente los grupos dentro de los vestidores. Liam caminó en busca de su casillero asignado, intentando pasar desapercibido. Pensó que tal vez, solo tal vez, al estar rodeado de chicos que disfrutaban del deporte tanto como él, se sentiría más cómodo; sin embargo, no fue así. A diferencia del resto de los chicos, él estaba solo.
Encontró su casillero y comenzó a prepararse para la competición, tratando de enfocarse en su rutina y no en la sensación incómoda que lo rodeaba. Mientras ajustaba sus patines, su mente divagaba hacia Olivia, quien seguramente estaba lidiando con su propia mente.
— ¿En que tanto piensas? — pregunto Brandon apareciendo frente a Liam quien lleva rato mirando el suelo.
— No lo sé — respondió — Creí que… se sentiría diferente —
— Es normal— dijo Brandon sentándose al lado de Liam — La primer competencia siempre es… extraña. Algunos sienten nervios, otros emoción, pero también puedes sentir miedo. Y eso no está mal —
— Soy un cobarde — confeso Liam escondiendo su cabeza entre sus manos.
— No eres un cobarde Liam — dijo Brandon colocando su mano en el hombro de Liam como muestra de apoyo — No tiene nada de malo sentir miedo, incluso para el hermano mayor —
Brandon al igual que Liam era un hermano mayor, conocía mejor que nadie el estereotipo que los padres crean en sus hijos. Liam era un chico alegre y bromista, pero también era alguien que ocultaba su dolor. Liam reprimía todos aquellos sentimientos que se clasificaban como débiles, no le era sencillo expresarse con palabras, pero había notado que lo hacia cuando estaba en el hielo; tenia que quitar esa cadenas que por años llevaban atando su corazón, tenía que ser libre.
— ¿Conoces cuál fue la primer competencia de Liv? — pregunto Brandon cambiando un poco del tema.
— Si. Fue en Siberia, un año antes de los juegos — respondió Liam.
Brandon negó con la cabeza.
— Error — dijo causando confusión en Liam — Su primer competencia fue en Volga, cuando tenía doce. No fue una competencia importante según los profesionales, por eso todos lo ignoran. Pero para ella, fue el inicio de todo. Aún recuerdo cómo se sentía antes de competir, estaba tan asustada que se encerró en los baños y podía encontrarla. Ese día conocí a Dimitri, no recuerdo que hacia en lugar como ese, pero se que lo fastidie tanto por lo preocupado que estaba buscando a mi hermana, que termino entrando al baño de mujeres para sacar a Liv de ahí — conto Brandon con un sonrisa en su rostro recordando viejos tiempos.
— ¿Qué paso después? — pregunto Liam sumamente interesado.
— Olivia maldijo a Dimitri como nunca lo ha vuelto a hacer. Se presento a la competencia y… — Brandon miro Liam con un sonrisa mientras la hacía de emoción — perdió —
— ¿Qué? — pregunto Liam confundido — ¿Liv perdió? —
— Así es — respondió sin darle mucha importancia — Olivia es muy bueno en lo que hace, pero eso significa que sea perfecta o que nunca haya tenido miedo. Lo importante no es ganar, sino seguir adelante incluso si eres derrotado. El camino también es la meta —
Liam se quedó pensativo, absorbido por las palabras de Brandon. Mientras acomodaba los últimos detalles de su vestuario, recibió una notificación en su teléfono. Al revisar el mensaje, descubrió que era de sus hermanos.
“¡Vas a brillar en el hielo, Liam!”. Decía el mensaje de Oliver
“¡Demuestra de que esta hecho un Ortiz Moreno!”. Decía el mensaje de Alexander con muchos emojis de ánimo y porras.
Una oleada de calor invadió su pecho y no puedo evitar sonreír. Aunque estaba solo físicamente en los vestidores, se sentía respaldado por el amor y el apoyo de su familia.
Liam se puso de pie y se dirigió hacia la puerta de los vestidores. Mientras caminaba, recordó las palabras de Brandon sobre el valor de seguir adelante, incluso si experimentaba el miedo. Sintió que, de alguna manera, Liv estaba con él al igual que sus hermanos.
֎
Olivia estaba repasando los últimos detalles en la sala de espera cuando Dimitri entró con una expresión de desconcierto en el rostro. Se acercó a ella con curiosidad y preguntó:
— Liv, ¿por qué hiciste eso? —
Olivia levantó la mirada de los papeles, confundida por la pregunta.
— ¿Hacer qué? — respondió con sinceridad.
Dimitri suspiró y se sentó a su lado.
— ¿Olvidaste que fui tu entrenador durante un tiempo? — le recordó, frunciendo el ceño —. Podría haber tomado el lugar de entrenador oficial para Liam, pero te adelantaste.
Olivia parpadeó, procesando la información. Se quedó en silencio por un momento antes de sonreír.
— Dimitri, lo siento. No lo hice para quitarte la oportunidad. Fue un impulso para ayudar a Liam, y sinceramente, lo olvide —
Dimitri asintió, comprendiendo la buena intención de Olivia.
— Está bien, Liv. Solo me sorprendió un poco. ¿Estas segura de esto? — pregunto algo preocupado.
Olivia se quedo mirando los papeles un segundo, pensando en si seria capaz de hacer esto. Miro aquella línea en blanco donde debía colocar su firma, sonrió al recordar a Liam y el calor que la hacia sentir con sus bromas y ocurrencias. Y entonces ya no hubo dudas.
— Estoy segura — dijo firmando los papeles — Además, creo que seré mejor entrenadora que tu —
Dimitri rio por su comentario.
— Tal vez tengas razón. ¿Recuerdas cuánto te fastidiaba durante tus entrenamientos? —
— Eras un dolor de cabeza — bromeó ella — Además… Liam necesitará a alguien que haga sus trajes, y sé que disfrutaste mucho haciéndolo —
Dimitri asintió con una sonrisa, recordando las veces que diseñó trajes para Olivia. La relación entre ellos siempre había sido una mezcla de entrenador y amistad, y ahora añadían un nuevo capítulo a esa historia.
Editado: 12.02.2024