Liam avanzaba por las calles hacia el lugar de la competencia, sintiendo su corazón latir por el enfrentamiento anterior más que por la emoción del momento; aun entre el dolor podía sonreír. Ese justo momento cuando cruzo la puerta, dejo ir el ultimo rastro de ataduras e inseguridades; ahora si podía asegurar que Liam, el verdadero Liam, había tomado el control.
Al llegar al lugar del evento, Liam se encontró con una multitud bulliciosa y emocionada. El ambiente estaba cargado de energía y anticipación. A medida que se acercaba al edificio, el sonido de la música y el murmullo de la gente se intensificaba.
Dentro del recinto, el bullicio se transformaba en una sinfonía de movimiento y color. Patinadores de todo el país se preparaban para competir, cada uno llevando consigo sus propias historias y sueños.
Miró a los alrededores intentando encontrar un rostro conocido, hasta que dio con sus compañeros de trabajo que estaban allí, y a pesar de estar en horario laboral no dudaron el correr hacia el para alentarlo.
Mientras se despedía de ellos, vio a lo lejos a Dimitri hablando por teléfono, con una expresión tensa en el rostro. Podía escuchar fragmentos de la conversación mientras se aproximaba.
—...El evento está a punto de comenzar ... Esto tampoco es fácil para el… Solo piénsalo, ¿Harás lo mismo que te hicieron a ti? —
Liam se detuvo cerca de él, pero antes de que pudiera preguntar, Dimitri guardó el teléfono con un gesto rápido y se volvió hacia él.
— ¡Liam! Que gusto que sí llegaste. Necesitamos que te prepares lo más rápido posible. El evento está a punto de comenzar y no podemos perder tiempo —dijo Dimitri, su tono urgente.
—¿Pasa algo, Dimitri? —preguntó Liam, refiriéndose a la anterior llamada.
Dimitri simplemente sacudió la cabeza, sin dar más explicaciones, y se dirigió hacia el área de preparación y vestidores. Liam lo siguió, con una duda creciendo en su interior.
Liam se arregló a paso presuroso por órdenes de Dimitri, tenerlo como entrenador era cosa seria. Llego a la pista con el traje listo y observó a los otros competidores realizando sus rutinas de calentamiento. Los nervios le invadieron nuevamente, sintiendo la presión del momento. Pero justo en ese instante, una voz familiar lo llamó desde la entrada.
— ¡Liam! —gritó Oliver, seguido por sus hermanos.
— ¡Hermanito! — gritaron los gemelos, abalanzándose hacia Liam.
—¿Qué hacen aquí? — pregunto abrazando a los pequeños.
— Vinimos a apoyarte — respondió Alexander.
— ¿Y la escuela? —pregunto Liam, confundido por la repentina aparición de sus hermanos.
— Oliver hablo con los profesores para salir temprano. ¡Sorpresa! — explico Alexander. Liam iba a protestar cuando su nombre se escuchó en los altavoces.
— Después me regañas — dijo Oliver — Ahora ves a ganar —
Con una sonrisa en el rostro, Liam se preparó para entrar a la pista. Mientras se deslizaba hacia el centro del hielo, los comentaristas comenzaron a hablar sobre él.
— ¡Y aquí viene Liam Ortiz Moreno! —exclamó uno de los comentaristas—. ¡Este joven patinador ha sido una revelación en esta temporada! —
— ¡Sin duda! —respondió su compañero—. Liam ha demostrado un talento excepcional desde el principio. Es joven, pero promete mucho como novato. —
— ¡Así es! Y parece que ha elegido una canción interesante para su actuación. Es una elección un tanto inesperada, ¿no crees? —
— Definitivamente. Después de sus rutinas anteriores, que mostraban una clara inclinación hacia lo enérgico y explosivo, "Say Something" de A Great Big World, muestra un lado diferente de Liam. Será interesante ver cómo lo interpreta en el hielo —
Liam se posicionó en el centro de la pista, listo para comenzar su actuación. La emoción y nerviosismo de estar en la final eran totalmente nuevas, sentía su corazón latir, sus pulmones dando todo de si incluso antes de iniciar. Aunque se sentía preparado, algo en su corazón no estaba del todo bien; se sentía egoísta. A pesar de que sus hermanos estaban aquí para apoyarlo, su corazón seguía esperando a otra persona.
Mientras tanto, los comentaristas continuaban su conversación sobre los competidores, agregando detalles sobre la situación de Liam.
— Algo que hay que mencionar es que Liam, a diferencia del resto de competidores, no cuenta con un equipo oficial ni entrenador registrado —observó uno de los comentaristas.
— Sí, eso es cierto —respondió su compañero—. Llamó mucho la atención en la semifinal al sorprendernos con su rutina de pareja en compañía de la medallista olímpica, Olivia García, quien lo entrenaba —
— Sin embargo, parece que ha habido un cambio de entrenador en la final. Al parecer, su apretada agenda no le permitió estar presente —comentó el primero de los comentaristas—. Una verdadera lástima.
— Sí, eso parecía ser lo más probable —respondió el otro comentarista—. Sin embargo, me informan que llegó hace unos minutos a la pista, y se encuentra entre el público apoyando a su pupilo —
La mención de Olivia altero motoramente a Liam, quien abandono su postura y buscaba entre la multitud con desesperación. Recorrió las filas de asientos con su mirada, hasta que finalmente sus ojos se encontraron con los de ella. Hubo un instante de conexión entre ellos, un momento en el que todo pareció detenerse. Aunque las palabras no fueron pronunciadas, el intercambio de miradas expresó más de lo que cualquier conversación podría haber logrado. La presencia de Olivia entre el público sorprendió a Liam, pero también lo calmó de alguna manera. A pesar del dolor que su abandono le causo, el simple hecho de que ella estuviera allí para apoyarlo en ese momento significaba más de lo que las palabras podrían expresar.
Con el corazón lleno de emociones encontradas, Liam se preparó para su actuación. Cuando la música comenzó a sonar, él se sumergió por completo en su rutina, dejando que cada movimiento y cada expresión en su rostro contaran la historia de su dolor y su esperanza. Cada salto, cada giro, llevaba consigo la carga de haber sido rechazado y abandonado por Olivia, pero también la determinación de seguir adelante a pesar de todo. Y mientras patinaba con gracia y fuerza sobre el hielo, mostraba al mundo entero lo que significaba convertir el dolor en arte.
Editado: 12.02.2024