Teenage Dirtbag (terminada)

Capítulo 3 ✔️

(Soundtrack: Nico Collins —Alone)

 

🌻

 

Sol.- Emociones, personalidad, modos 

 

¿Odio? Realmente no se si se define como odio el no querer a su familia, pero es curioso como a él suelen darle sermones sobre el respeto hacia sus familiares, pero ellos, sin duda deben de tener clases de educación.

Las personas lo clasifican como la persona sin sentimientos, escrúpulos, o humor. Hay que reconocer lo mucho que le agrada que sean haci con él, tiene una mala fama en el vecindario, reuniones familiares o escuela, hay algo bueno en todo esto y es que evita que lo dañen. 

¿Máscaras? Demasiadas, las utiliza con todos, no de la manera mala, si no de la buena, aunque no sabe si exista una buena, ¿personas que lo conocen realmente? Ninguna, sus amigas tampoco lo conocen, solo conocen la parte buena, la cara que él quiere mostrar, —como la luna, que solo muestra una cara y tiene un lado oscuro—
 

Su propio barco y brújula, su propio sol y luna, la daga y la rosa, bastante fiel a si mi mismo, no confía en nadie que no sea el, aunque no era haci todo el tiempo...
 

​​​​​​A veces desconfiado, tímido, ansioso, apenado, nervioso, etc. 

¿Ejercicio? Bastante, en definitiva ha hecho ejercicio, no por salud, no, si no por personas que me lo han herido con sus palabras, no quiere hacerse la víctima pero tampoco quiere justificar los comentarios que le han dicho. Tal vez tu también pertenezcas al círculo de rechazado por tu físico. Sí, bueno ellos lo repiten todo el tiempo, claramente eso lo hace sentirse miserable consigo mismo. 

Recuerda cada uno de sus comentarios. "Estas gordo", "Ponte hacer ejercicio", "Deja de comer" entre otros insultos, estos han sido dichos por su familia, tíos, papá, hermanos, y bueno no hay nada más que decir, decidió hacer ejercicio sólo para complacerlos a ellos, el problema era que cada vez que lo intentaba no duraba ni una semana, en lugar de que el ejercicio lo ayudara hizo lo contrario se llegaba a lastimar a si mismo, se insultaba una y otra vez frente el espejo. Eso ya a pasado, ahora todo lo que hace es por él, dejo de depender de los demás y se convertí en alguien diferente, probablemente se le considera como un malhumorado, con poco amor hacia la vida. Pero hay algo seguro en lo que dicen y es que lo peor que puedes hacer en tu vida es hacerlo enfadar, suele ser muy hiriente en cuestión de palabras, también si se quiero alejar de ti... 
 

[Tres años atrás...]
 

Estaba sentado en su lugar, nada que hacer por el momento, entonces se dedicó a hablar con Lyly. Bien, todo iba perfecto hasta que un chico se le ocurrió la fantástica idea de molestarlo; estaba tocando su hombro con su dedo de una manera frustrante, eso no le molesta en absoluto, claro si esa persona no hubiese sido el más molesto de toda la clase, era demasiado paciente pero no con él, molestaba sin razón alguna, o eso piensa Daniel.

—Daniel, Daniel, —insistía una y otra vez el chico. Él solo lo dejaba pasar, no quería hacer algo malo.

—¿Si? 

—Nada... —Y haci siguió hasta que explotó

—¿No tienes nada mejor que hacer? —preguntó fastidiado.

—No.. —y se comenzó a burlar junto con sus amigos.

—¡Escucha! Deja de molestarme ¿si? Has algo con tu vida, realmente eres tan miserable que necesitas de otros para sentirte mejor. ¿Es eso?, déjame decirte algo nadie está aquí para soportar todas tus tonterías, así que aléjate de mi, no me hables o me toques, ¡¿Escuchaste?! Déjame tranquilo, tu vida no me interesa. Por una vez en tu vida, deja de ser una molestia... —dijo de la manera mas fría, firme, y molesta posible, de pie frente a él. Lo que paso fue que los gritos no sólo fueron escuchados por su grupo de amigos si no que por todo el salón, desde entonces lo consideraban como alguien con quien no deberías de tratar, o tal vez si pero con mucho cuidado. 

Pero había personas que no entendían esas señales de advertencia...

—A mi no me agrada Daniel.  —hablo un chico a su lado. —Ah, si estas aquí... te decía que no me agradas —Daniel estaba acostumbrado a las indirectas descaradas de todos, estaba repleto de tantas en su vida.

—Bueno yo te dijo que no me importa.

—Está bien, chico amargado. —se burlo, en compañía de su "escuadrón" 

—Sí, bueno no todos somos unos idiotas, no te culpó... Y el hecho de que me "odies" —se puso frente a él— sí, eso. El odio es muto, ¿Seamos enemigos, sí? Hazme el honor —dijo de una manera sarcástica.

—¡Eres un chico que se cree mejor que los demás, solo eres un estorbo, hazle un favor a todos y deja de ser haci de antipático!.— gritó con repudio. Él chico de ojos marrones se iba a ir pero Daniel lo detuvo.

—No me interesa tu existencia... y dudo que le puedas importar a alguien... —se rió— ¿Piensas que me duelen tus palabras? Bueno no eres alguien que me importe, en esta vida. Eres un asco de persona al igual que yo... —fue hasta él— la única diferencia entre tu y yo es que yo si pienso por mi mismo, y no necesito de un "escuadrón" de ineptos como tú que bese mis zapatos, o me de alabanzas de mis comentarios... algo más pensé que eras más... —suspiro— como decirlo, ¡Ah, sí!, creativo con tus insultos. Pero no, eres insignificante... y no soy antipático, es solo que el mundo no está acostumbrado a mi presencia.
 

[...]

Dicen que las personas con esa clase de actitud y "modo", no está hecha para la sociedad, que esa clase de personas, tan solo son personas que no conseguirán el éxito en esta vida... Eso le decían a Daniel...

...

—¡No puedes ser así, de insolente Daniel! Así de malhumorado, nefasto.

Daniel miraba los ojos de su padre de una manera indiferente y fría, mientras hablaban 



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En el texto hay: adolescencia, amistad, relatos breves

Editado: 01.10.2020

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