Capítulo 4 ✔️

(Soundtrack: Conan Gray — Grow)

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Sol.- Él, cuestionamiento, respuestas 

Hoy era un buen día, eso podía sentir Daniel, estaba de buen humor, sin razón alguna. 

Bueno, esa mañana era fría, había un poco de neblina, y los rayos del sol eran tenues debido a las nubes grises, —Daniel amaba esa clase de clima— miraba a su alrededor y no había absolutamente nadie. En la calle solitaria solo se podía respirar tranquilidad...

Llegando a la escuela, subió las escaleras a su salón, se sentó en su lugar, —aún no había— nadie, saco su libro y entonces se dedicó a su lectura.

¿Días? Normalmente se pasaba el día tarde y noche en el patio de su casa, para él le era agradable sentir el viento, no solía salir demasiado de casa, a menos de que visitará a alguien, para trabajos escolares o visitar a su hermana. Cuando él tenía la edad de ocho años solía dar paseos por las calles del vecindario, tardes largas jugando con espadas y flechas, escalando árboles, paseando en bicicleta o simplemente caminar hasta el atardecer por su vecindario...

Una joven alta y linda de cabello negro, pestañas largas y ojos lindos se acerco a él..

—Daniel —le llamo la joven— ¿A donde fuiste ayer?

—Con mi hermana... —sonrió — sin dejar de leer el libró— ¿Por qué? —preguntó, cerró su libró y la miró— Tienes ojeras... ¿Trabajo?

Ella solo se limitó a verlo, y asentir con la cabeza, se sentó en su lugar —al lado de Daniel— y conversaron sobre cosas triviales.

Las conversaciones con Ellie solían ser un poco mas de humor o gustos, que familiares no se avergonzaba de su familia, pero prefería mantenerlo en privado. A veces actuaba como un niño con ella...

—¿Sabias que?... ¡Una araña! —gritó y todos lo vieron 

—¡¿Qué?! —gritó alterada y se levantó de su asiento 

—No es cierto, relájate... Fue una broma

—¡Daniel! Eres un... deja de reírte. No es divertido.

—Claro que lo es, —miró hacia abajo y encontró una araña pequeña— mira una araña, luce tan linda.

—No voy a creer tus mentiras. —rodó los ojos, y Daniel tomo a la araña en sus manos.

—Hola, pequeña. Te pondré un nombre.

—Eres un completo, loco.

—Las personas locas, somos las mejores. Vemos al mundo de una manera diferente. De una manera, en la que la sociedad no esta acostumbrada. —miró a hacía Ellie, pero ella ya no estaba.

¿Tierno? Sinceramente, lo era. Trataba de no dañar a las personas y hacerlas felices «todos se merecen un pequeño pedazo de amor», eso decía cada vez que alguien le preguntaba porque era bueno con las personas.

«Yo trato de darle a eso a todas las personas, no me importa si son extraños, lo importante es que sean felices por un momento.» —esas eran su palabras

¿Frialdad? Solo era hací aveces no le gusta demasiado esa etapa pero tambien debia de mantenerla. Tal vez piensen que es alguien inestable, pero no es hací, tiene sentimientos diferentes para cada persona, y para cada momento.

«¿Me considero una mala persona? No. No lo sé, todo depende de cada quien, de cómo miras a alguien, puedes verlo como un héroe, pero es un cobarde, o puedes ver a alguien desalmado, pero roto por dentro, todo es cuestión de perspectiva, algo como el amor a primera vista, suele llamarte la atención incluso enloquecer a una persona, pero todo depende del tiempo. El tiempo puede terminar o seguir y me refiero a todo lo que conlleva; sentimientos, vida, muerte entre demás cosas».  Esa era su manera de ver las cosas, a preguntas que solía hacerse a sí mismo,con la intención de "filosofar" un poco.

¿Comunidad? El lugar donde vivía no es malo, el problema es que no tienen una mente abierta, como él la tenia.

«Ellos ven algo, pero yo veo más allá de lo que ellos llegan a ver. Aprecio cada pequeño detalle, todo me parece tan lindo y trato de ver todas las cosas buenas y malas».  Era bueno viendo la mejor cara de la vida, se enseñó a vivir como si hubiese regresado de la muerte y tuviera otra oportunidad, —no para cambiar sus errores, por que la mayoría de su personalidad se basaba en las cosas que había visto, en momentos buenos, malos y con errores, si cambia todo eso, él también cambiaba— para él su otra oportunidad era esa en la que veías todo lo pequeño... cada detalle. Hací se basaba su vida. 

¿Despreció? Bueno Daniel había sufrido desprecio, las personas al momento de verlo era como ver un cartel de "advertencia"  y el cartel que veía de las personas era de "aléjate de mi y mi familia".

Las personas suelen despreciar personas ¿Por qué? Probablemente, es por como se ven o actúan, suelen señalar pero no se acercan a ellas, entendia que tal vez sea algo que te ponga incómodo —El hecho de que un extraño se acerque a tí—, pero para ser sinceros, el había notado algo...

«me he dado cuenta de que solemos hablar con extraños de todo pero con las personas que son de nuestra confianza les ocultamos cosas, cuando decimos cosas importantes o privadas a alguien extraño se siente como si fuera una terapia para nosotros, porque como esa persona no conoce las demás partes de la historia, nos da una confianza y es como si estuviera a nuestro favor por que no conoce nuestra vida y eso lo hace más sencillo, no luchamos por mantenerlo cerca por qué sabemos que es un extraño y a él no le interesa tanto, puede dejarnos pero no sentiremos nada, no sentiremos ese vacío por que como he dicho esa persona no es nada, aun no tiene un lugar importante en nosotros, es por eso que si dice algo que nos hiere no nos ofende tanto por que el comentario no viene de alguien a quien apreciamos. Por lo cual es más difícil contarle las cosas a alguien cercano, porque tienes miedo de como va a reaccionar con la noticia. Tenemos miedo a estar solos, a no significar o ser importante para alguien, sentirnos inútiles... e incluso insignificantes y sin valor alguno...»