Teenage Dirtbag (terminada)

Capítulo 12.— Parte II ✔️

(Soundtrack: Brighton — Forest Fire)

 

Lluvia.— Ella, recuerdos, cementerio

 

Ella... Le habían preguntado ciertas cosas sobre ella, no había nada malo en sus preguntas, realmente no le molestaba que hablaran de ella, los pensamientos y sentimientos que tenia acerca de su muerte, son bastante complicados hoy en día solo tiene un sentimiento de respeto, amabilidad y agradecimiento... pero ¿amor? ¿Amarla? Él sabía que podia sonar algo frío de su parte pero no era seguro decir que la llegó a amar, tampoco sería correcto, buscarla en algún momento de su vida como cuando era niño y lloraba por su regreso ya no era seguro, hace tiempo que se acostumbró a esa idea, y ahora ya no es tan importante, no sabe si ese pensamiento hubiese cambiado conforme al tiempo...

—Olivia —dijo después de unos minutos, al estar pensando 

—Lindo nombre —lo miró extrañado, y leyó su rostro.

—No lo tienes que sentir, detesto cuando las personas se comportan diferente sólo por decirles que no tengo mamá. O que se pongan incómodos —habló molesto, y cerró su libro algo agresivo

—Es algo inevitable, no se como no tener sentimientos como tú.

—Los tengo como cualquier otra persona, pero no me gusta hablar de ella por dos simples razones, —se levantó del césped enojado— una; que me vean diferente, como si necesitará ese "amor perdido" y la segunda es que tengo problemas por la manera en la que la describo para mí, piensan como si la odiara o algo parecido. Tú piensas eso...

—Se que no la odias, digo a pesar de todo lo malo como has dicho, hay cosas buenas... tienes sentimientos, lo se, pero no entiendo porque se molestarían las personas de tu descripción hacia ella. —se levantó para estar frente a Daniel

—Porque, no vivo con el amor. Me refiero a que hay niños o bebés que conforme pasa el tiempo tienen un amor hacia su mamá, aunque no la hayan conocido y yo que la tuve por cinco años, mis sentimientos se fueron... a veces me siento culpable de no sentir nada por ella.

—Es comprensible Daniel, pero... ¿Por qué no le dices mamá? 

—Porque sólo estoy agradecido... —evitó mirar a Ed— y la respeto, tengo buenos recuerdos junto a ella, pero eso es lo que son... sólo recuerdos, no llega a más. Y me hace sentir más cómodo respecto a mis sentimientos

—¿No le dices mamá? —asintió el pelinegro— Quiero conocerla...

—Ella murió. ¿como piensas conocerla?

—Quiero ir a su lápida. Vamos al cementerio 

Discutir con Ed era un desastre era una persona bastante necia. No había remedio tenían que ir. 

Visitar el cementerio no era más que sólo lugares con flores marchitas y cruces desgastadas, los vivos se olvidan de los muertos en algún momento. Ed no comprendía que había sido difícil para Daniel mantenerse normal después de lo que hablaron, por eso se mantenía serio y frío...

Llegaron a la lápida de ella; su lápida tenía cuatro cruces oxidadas por el tiempo y el clima, flores marchitas sobre ella y con pétalos regados a su alrededor, hacia un poco de frío y el cielo estaba nublado. En la inscripción decía “Olivia C... en memoria de su esposo, e hijos... Descansé en paz...”

—¿Aquí es? —preguntó 

—Sí. Hace tiempo que murió.

—¿la visitas?...

—No. Ya no. Veníamos a menudo, pero últimamente no lo hemos hecho 

—Yo estuve en su funeral... —habló de repente Ed y Daniel lo miró intrigado— fue el veintiseis de abril ¿cierto? —asentió— fue un día cualquiera, regresaba de la escuela cuando mis padres dijeron que alguien había muerto, a esa edad no entendía algunas cosas pero sabía quién era tu madre, sabía quién eras tu. Cuando llegamos al cementerio vi a toda tu familia llorando supuse que ella era apreciada por todo mundo. Y te vi a ti... —lo miró— indiferente, viendo el ataúd de una manera fría... Mientras llorabas, pero no de una manera fría... era raro... es como si estuvieras ido, o incluso roto...

Daniel no sabia que Ed había estado ahí, como era posible que él pudiera recordar todo lo referente a ese día —pensaba Daniel. Pasaron unos minutos más observando la lápida del cementerio después se fueron a casa...

 

19:00 p.m.

—¿Recuerdas que me dijiste que mirara las estrellas? —preguntó Ed después de un camino silencioso

—Sí... ¿Por qué? —Daniel, abrió el portón de su casa

—¿Eso es algo bueno de tu infancia? —asintió.— Sabes te diré un secreto cuando era niño y miraba por la ventana veía a otro niño con su madre ver las estrellas —rió— parecian divertirse entonces me quedaba mirandolos toda la noche...

—¿También estuviste ahí?...

—Si. Se que es raro pero me alegraba saber que había alguien feliz a mi alrededor. Me alegra que tu seas feliz... ¿por qué lo hacían?

—No lo se. Pero me da una tranquilidad el hacerlo. Lo sigo haciendo. Supongo que le pasaba lo mismo a ella... A veces lloraba y miraba las estrellas... Nunca me dijo porque las miraba pero, no lo sé es tranquilo... Te llena de paz.

—Lo se. —sonrío— Puedo verte desde mi ventana ¿recuerdas? Cuando miro hacia tu patio puedo verte a ti siendo feliz, tranquilo... pero antes de entrar a tu casa lo piensas mucho, y cuando lo haces tu sonrisa se esfuma y tu mirada vuelve a hacer fría...

Ed tenía razón y es raro como Ed habia estado en la vida de Daniel desde hace tiempo. Estuvo ahí aunque no lo supiera, sabía cosas sobre ella, ¿Ed, él seguiría ahí?...

—Adiós. Nos vemos mañana. 

—Sí, adiós Ed

Ningun un comentario, se fue en silencio...

 

Daniel entro a casa, cerró la puerta de su habitación y recuerdos comenzaron a llegar a su mente. Su madre era severa, sí, pero quería a Daniel. Recuerda cuando le regañaba por hacer castillos con las mantas, recuerda cuando dibujaba a su lado, recuerda que le enseñó a dibujar —él aprendió a dibujar gracias a ella—, recuerda como lo cuidaba de sus pesadillas, como lo acorrucaba porque decía que era su bebé, cuando Daniel finguia que le dolía su estómago o espalda porque su mamá lo sobaba hasta que no le doliera, pero Daniel solo disfrutaba de su tacto cálido, recuerda cuando le compraba colores para dibujar o libros. A veces Daniel se pregunta si ella estuviera orgullosa de él, de quién es, sus gustos, su personalidad, si ella no se avergonzaría de él como lo hace su familia...



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En el texto hay: adolescencia, amistad, relatos breves

Editado: 01.10.2020

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