Teenage Dirtbag (terminada)

Capitulo 22.— Parte II ✔️

(Soundtrack: Mumford & Sons — Tompkins Square Park)

(Soundtrack: All I Want — Kodaline)

(Soundtrack: Against Me! — Two Coffins)

 

Arcoiris.— Angel, adiós y ...

 

Una música de tragedia sonaba al fondo de la mente de Daniel...

 

Como una mañana cualquiera Daniel se despertó sintiéndose feliz, se despertó sonriendo y saludando con entusiasmo. Esa mañana era normal, el cielo azul, un azul pacífico y claro, no había nubes, hacía un poco de calor, —aquel que suele sentirse como un apapacho—. Ese día salió de su casa a comprar un poco de pan... Algo sucedió en el transcurso, pudo ver el portón de su Angel, estaba abierto —algo curioso, puesto que todo el tiempo estaba cerrado—. Miró unos pocos segundos y pudo ver un tumulto... Decidió seguir su camino. Una vez más tuvo que salir de su casa, y una vez vio gente entrar y salir. Daniel repentinamente sintió una herida emocional y decidió pensar con claridad, camino con dificultad hasta su casa y débilmente anuncio a su padre que iría a ver a su A...

 

Sus pasos eran lentos, parecía estar cargando algo, —pero no era así—, lento y titubeante se acercó al portón de la puerta de A... Ahí pudo visualizar varias flores y ramos. 

 

Miró a todas partes tratando de buscar a la familia de A... Específicamente estaba su hermana, y sus padres. Buscó por alrededor de todos, esperando a que A... apareciera abriendo sus brazos, pero no estaba... A Daniel se le dificulto respirar y se sintió mareado, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, tomó una silla que estaba a su lado y se sentó, le fue inevitable soltar varios sollozos... Esperó a que los padres de A... Se levantarán y fue a buscarlos, aún había una pequeña esperanza...

Entró a la casa de A... —aquella que conocía perfectamente—, todo paso lentamente... Daniel abrazo a la madre de A... y llorando su madre le explicó lo que sucedió... Daniel negaba rotundamente eso. No podía ser posible, su angel, su pequeño angel,  ya no estaba más con él... 

Camino hasta la sala, —aunque sus verdaderas intenciones era encerrarse en la habitación de A...— pero no le pareció adecuado. Paso al baño y ahí no resistió se desplomó en el piso a llorar, después de un tiempo fue a la sala, quería estar solo, quería alejarse de todos, le ofrecieron un poco de comida, —comida que negó—, sostuvo una tasa de café en sus manos, —manos heladas—, y bebió un poco, pero realmente no quería nada, dejo la tasa en el suelo y se detuvo a mirar a su alrededor, recordó cada tarde riéndose, jugando, mirando televisión, comiendo o simplemente en silencio, se sentó en el mismo sofá de siempre, en dónde estában juntos, miró por aquella ventana en dónde solían espiar un gato callejero. Todo parecía irreal, tiempo después decidió salir de la casa de A... Su madre le pidió que los acompañará al cementerio, a lo cual solo asintió. 

 

En el camino Daniel susrraba una canción, susurraba y miraba al cielo. Llegaron al cementerio, la sepultaron, y le dejaron flores. Daniel se espero a que todos se dispersaran...

—Hola, angel... —sollozó— ¿Por qué? ¿Qué te pasó?... —sonrió tristemente— Me dejaste solo... ¿Que voy hacer ahora? Que haré sin tí... Te quiero... Pero... Tenías que irte, ¿Cierto?... Así que... —lloró— No. No te vayas... Por favor Angel, quédate conmigo... —las lágrimas caían y Daniel trataba de mantener una sonrisa— Sabes, vendré a visitarte, —sonrió— te voy a leer, te contaré lo que suceda... Te quiero... Nos veremos en algún momento... Intentaré mantenerlas juntas...

Daniel llegó a casa con un dolor de cabeza y ojos hinchados y rojos. Tomó un baño... Y se tumbó en su cama viendo el techo y los recuerdos llegaron a su mente...

«Hola...»

«—Aún no olvidó la cara que pusiste cuando te hablé

—Sera nuestro secreto»

«—Daniel, ¿Por qué no querías ser amigo de mi Angie? 

—¿Ya le contó la historia?»

«—Tal vez no debo hablar de eso 

—Es tu decisión... Yo estaré para apoyarte. No te voy a juzgar»

«—Eres cómo un gato... —le sonrió Daniel»

«—Soy fea...

—No lo eres... Para mí eres linda...

Lo dices porqué sí 

No. Es verdad»

«—Si, yo muero que harías?

Me tendrías que esperar diez minutos... —le dijo Daniel

—Pero ya estaré muerta...

El alma de una persona se va del cuerpo en cinco minutos, si muero en cinco solo me esperas cinco. Me tendrás que esperar...»

«—Te voy a cuidar. Compraré tus medicamentos y te cuidaré»

«—Tu eres mi medicina... No genérica —le dijo Angie

—Y tú eres mi droga...» 

«—¿Me quieres? 

—Te amo... —sonrió— eres mi familia»

«—Ten...—Daniel le dió su sudadera— Hace frío...»

«—Si decides morir... Te voy a apoyar...»

«—Dani... ¿Que te trae a mi casa?

—Tú...»

«—Te amó...

—Yo también te amo...»

«—Te voy a secuestrar... ¡Mamá cierra la puerta!...—le dijo Angie»

«—Eres mi hogar...

—Y tú el mío...»

Daniel sonrió tristemente... 

—Bueno... Ya te fuiste... Te extraño... Pero se que ya estarás mejor... Y sabes que te amo... Te amó... ¿Prometes esperarme?... 

Durmió sin darse cuenta...

 



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En el texto hay: adolescencia, amistad, relatos breves

Editado: 01.10.2020

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