Capitulo 26.— Parte II ✔️

(Soundtrack: One Direction — If I Could Fly)

Arcoiris.— Luz, lluvia y flores

Daniel llegó a casa sonriente y feliz por lo que sucedería a las doce. Pero aún había un dilema en él.

Aquella carta que escribió, estaba dudando de dársela a Ed personalmente o solo deslizarla por su puerta, tratando de evitarlo. 

Se tumbó en su cama una vez más y pensó las cosas... Tardo unos minutos recostado y después se levantó de ella, y buscó su caja de recuerdos. Tomó una hoja más y su pluma y escribió "Un pequeño regalo... A.T. T. "Largo de mi casa" 

Daniel salió de su casa —apesar de la lluvia— decidió ir a la casa de Ed. Llegó a la puerta de la casa del castaño y entonces se arrepintió... Retrocedió lentamente y sin querer se quedó en medio de la calle... 

...

Todos los vecinos salieron incluyendo el castaño, pero Ed se detuvo al golpear la "caja de recuerdos" de Daniel, tomó la caja y entró a su casa...

...

Algo que nunca admitiría el padre de Daniel era que él necesitaba del pelinegro. Aunque Daniel aún tenía una pequeña esperanza de saber que su padre lo extrañaría si él se iba, pero su padre no lo hizo. Nunca reconoció que amaba a Daniel, tampoco reconoció que lo necesitaba. Frente a los ojos de su padre Daniel no era más que un inútil... "Él no necesitaba a Daniel".

Amaneció en ese pequeño pueblo, el cielo despejado y azul —apesar de la lluvia en la noche anterior—. La gente entraba y salía de la casa de Daniel. La casa estaba repleta de flores... Ed observaba desde su ventana —aún abierta—, bajo la mirada, y se fué... Salió de su casa... 

La tarde fue tranquila conversaciones entre las personas, compartiendo anécdotas y risas. 

Él padre de Daniel, entró a su casa y se dirigió a la habitación del pelinegro... Y notó todos las pinturas de Daniel... Todas esas veces que él le decía al pelinegro que dejará de pintar no habían sido escuchadas... En su cama que estaba perfectamente tendida había una hoja doblada a la mitad. Su padre la tomó y leyó...

"A mí familia... 

Buenos días... 

Mi decisión fue irme.. Por favor perdóname...

A dónde quiera que vaya, algo me va a unir a ustedes, son mi familia y apesar de lo lejos que nos encontremos, estarán en mi corazón y en mi mente. También quería confesarles que desde hace tiempo sufro de ansiedad y depresión. Lo siento papá, pero no estoy loco... No está solo en mi mente. Y también me odió por ser quien soy... Pero decidí irme porque no lo entenderían... Perdón si no crecí conforme estaba planeado, perdón por deprimirme, pero yo tampoco lo disfrutó. Por favor trata de entender que estoy mejor lejos que cerca de ustedes.

Algún día nos veremos... Esperó... Con cariño, Daniel" 

El padre de Daniel dobló la hoja y la volvió a dejar en su cama, sin inmutarse salió de la habitación... 

Un castaño observaba todo desde un punto ciego para los presentes y familiares. Al momento en que todos se fueron, fue a dónde estaban las flores y recogió todas las rosas, las puso en una caja y las llevó a la entrada de la casa de Daniel, dejando una nota "El odiaba las rosas...". El padre de Daniel salió y las tiró a un acantilado...

...

Pasaron los meses y los hermanos de Daniel lo extrañaban, pero su padre no demostraba nada de sentimientos... 

El cambio de estaciones llegó ya era verano y había pasado un año desde que Daniel no estaba en casa. Su padre tomó una decisión. Irse de ahí... La familia Cox empacó maletas y se fué de la casa... —el cuarto de Daniel estaba intacto aún estaban sus dibujos, su cama perfectamente hecha y la carta estaba ahí. La escencia de Daniel estaba ahí—. 

El castaño regreso a su casa después de tanto tiempo, y al ver que la familia Cox se iba, decidió esperar para poder entrar al menos una vez más...

Saltó aquel muro que brinco en muchas ocasiones... Piso el césped verde y sonrió levemente. Camino hasta la casa y trato de abrir la cerradura de la puerta. Una vez que logró abrirla entró a la casa... Todo estaba diferente, habían cambiado el color de las paredes, los muebles ya no estaban y las ventanas estaban cerradas con candado... Siguió recorriendo la casa y vió que la puerta de la habitación de Daniel estaba abierta. Entró a la habitación y vió que sus cosas seguían ahí. Su padre no se llevó nada, tampoco quitó los dibujos de la pared... La pequeña carta que estaba sobre la cama la leyó... Y salió de la casa llevándose la carta. Ed se recostó sobre el césped de la casa de Daniel y miró el cielo despejado... Miró el atardecer... Y se esperó a que las estrellas salieran...