TELEPHONE.
Capitulo I.
La calle estaba oscura, la neblina escasamente dejaba distinguir uno que otro rasgo sobresaliente de la plaza Grosvenor, aunque el clima estaba muy frío, algunas personas se animaban a transitar la ciudad, los cafés estaban muy concurridos, en uno que otro lugar se hallaban sitios disponibles; la plaza construida en el centro de la ciudad, guardaba cierta mística, se encontraba adornada por algunos árboles, lámparas, disponía de bancas, y un excepcional prado que era resguardado de los transeúntes, se conectaba con ella una importante calle la cual fue diseñada con tal cuidado de no impactarla fuertemente, puesto que al ser una plaza tan antigua, se quería conservar su aspecto algo lúgubre y misteriosa, además como realzando esta característica, también conectaban con ella diversos callejones pertenecientes al antiguo diseño de la ciudad, conservados estos desde tiempos atrás y que aun albergaban negocios de dudosa reputación.
Un hombre caminaba entre la bruma, protegido con una gabardina de color negro, un sombrero de igual color y con guantes en sus manos, buscaba un buen lugar donde tomar algo y guarecerse del poderoso frío, después de andar largo rato encontró un sitio.
La cafetería combinaba un aspecto moderno, con características antiguas que le daban cierto encanto, paredes recubiertas con piedras lajas, con una tonalidad gris oscura daban un aire clásico, pero a la vez tenía un ventanal amplio, cuyo marco era metálico y de bordes suaves, con un tono plateado, que deslumbraba si se veía desde ciertos ángulos al reflejar las luces de las lámparas, dentro se podía ver una iluminación naranja que irradiaba confort en su interior.
- Muy buenas noches señor, bienvenido, ¿desea tomar asiento?
- Buenas noches, desde luego.
- ¿Viene usted en compañía de alguien?
- No, vengo solo.
- Bien, mesa para uno, sígame por favor.
El mesero lo guio hasta una mesa ubicada en la esquina derecha del gran ventanal, el establecimiento era muy acogedor, los muebles se veían cómodos, se sentía calidez en aquel recinto.
- ¿Qué desea tomar el caballero?
-Un capuchino, gracias.
-En un momento estará listo, permiso.
Thomas se quitó la gabardina y los guantes, aunque hacía mucho frío afuera, este sitio contaba con calefacción, además los muebles en madera brindaban la calidez perfecta que necesitaba, también tenía a su lado una gran ventana que se encontraba un poco empañada, pero por la cual se esforzaba por visualizar a alguien.
Suavemente frotó la palma de su mano en el vidrio, sintiendo inmediatamente el intenso frio del mismo, pasada la sensación jugó un poco con su mano y realizo un circulo por donde se esforzó por observar algo, la intensa niebla aun persistía, pareciese que estuviera en un páramo, una que otra sombra se paseaba por la plaza y se percibía ligeramente el género de las personas al pasar cerca de una lámpara, en estos menesteres se encontraba cuando llegó el mesero.
-Señor, su capuchino está listo.
-Gracias.
La humeante taza de café se veía exquisita, antes de probarlo, la rodeo con ambas manos, sintiendo el calor de la misma, - que sensación – pensó, tomó un trago, estaba delicioso, observo dificultosamente por la ventana de nuevo, trato de centrar su mirada en algo, rodeo un poco a través de la plaza, su mirada se acentuó en la periferia, las lámparas se esforzaban por iluminar ante la niebla, cuando de repente vio la silueta de una persona que corría hacia un callejón pobremente iluminado, detrás de ella venia una silueta mayor que la perseguía; se llevó la taza nuevamente a su boca, y reflexionando en lo visto pensó – es una mujer, probablemente perseguida por un hombre – otro trago de café se deslizó por su garganta calentando todo a su paso – talvez ese hombre querrá aprovecharse de ella aprovechando la intensa niebla, mmm – su mente divago un poco más, inmediatamente después de esto salió del sitio sin percatarse que iba sin su abrigo y sin los guantes de sus manos.
A pesar de que le llevaban cierta ventaja trato de correr lo más rápido posible, atravesando rápidamente la plaza, esquivando algunas personas, se dirigió hacia el callejón, dobló en la curva, la bruma era intensa en este sitio, de repente escucho un golpe fuerte y una sombra paso por el pequeño chorro de luz que brindaba un poste no muy lejano, detuvo un poco su marcha, camino lentamente en dirección hacia el halo de luz, cuando llego al lado de ésta, se encontró con el cuerpo de una persona que estaba tirada en el suelo...