Capitulo III

Capitulo III.

La idea de que aquella cifra fuera un número telefónico le había venido de repente, solo se imaginaba que podría llegar a ser una posibilidad, esperó, no escucho ningún mensaje de error en la marcación, timbro una, dos veces, nadie contestaba -bueno, tal vez después de todo, a esta hora ya estará durmiendo la persona que viva en esa casa-, se disponía a colgar cuando escucho una voz femenina al otro lado de la bocina.

-Aló, buenas noches.

Se quedo un rato expectante, ¿seria coincidencia?, él creyó que la persona que era perseguida en aquel callejón era una mujer, al parecer estaba huyendo del hombre que aún estaba tirado allá…

-Aló, aló... ¿quien habla?

-A... aló, buenas noches.

-Si, ¿con quien hablo?

-Mi nombre es Thomas -, balbuceó

-Disculpe, ¿qué necesita?

Se encontró atrapado, debería mentir para saber más sobre esta persona.

-Me preguntaba… ¿se encuentra Jessie?

-No, se equivoco de número, aquí no vive esa persona.

-Perdone usted, ¿con quién tengo el gusto?

-Lauren.

-¿Sabe usted, si alguna vez llego a vivir allí… alguien con ese nombre? 

-No que yo sepa, ¿por qué lo pregunta?

-Es que necesitaba hallar a esa persona, y tengo este número telefónico…

-Usted parece muy interesado en esa persona...

-Si es una persona que, de hecho, debía ver esta noche.

-Y eso que tiene que ver conmigo, usted busca a alguien llamado Jessie.

-Pensé que esta persona vivía allí…

-No, lo siento, la persona que usted busca no vive aquí, y nunca lo ha hecho, de eso puede estar seguro.

-¿Por qué está tan segura de ello?

-Debido a que esta casa ha sido de mi propiedad, siempre…

Thomas se sintió nervioso, ¿ahora que haría?, ¿que excusa podría sacar para obtener más información...?

-Eh..., perdón en verdad me equivoque grandemente, créame que lo siento, no debí molestarla de ese modo.

-No se preocupe, ¿como me dijo que se llamaba?

-Thomas.

-¿Sabe señor Thomas?, casi nunca hablo con nadie… y esta conversación, aunque un poco accidentada, me distrajo un poco, siento también que no haya podido hallar la persona que busca.

-Oh, gracias, disculpe la molestia, hasta pronto.

-Ok, adiós.

Colgó el teléfono, habían hablado un buen rato, le quedaba poco tiempo en su tarjeta, pero había valido la pena.

Guardo el papel donde estaba anotado el número, reflexionando sobre lo acontecido hasta ahora pensaba en lo extraño que era todo…, la persecución de las dos personas hacia el callejón, encontrarse al hombre muerto y también aquel papel con el número, ¿era mera coincidencia?, tal vez, pero todo era muy extraño, ¿la mujer tendría algo que ver con todo eso?, o sencillamente el papelito contenía un número telefónico de otra persona que no era la de ese momento…, los pensamientos pasaban rápidamente por su cabeza, mientras caminaba hasta el sitio donde debía abordar el tranvía que lo llevaría a su casa.

El tranvía paró y lentamente lo abordó, ya era muy tarde –las 11:20-, a pesar de que se levantaría temprano al día siguiente, no le preocupaba el no dormir lo suficiente, ahora pensaba como haría para seguir indagando sobre la mujer del teléfono y su relación con el hombre muerto del callejón; iría despacio, pero quería saber todo sobre aquello, se sentía como un detective, aunque él tan solo fuera un repartidor de correo.

La densa neblina volvió a ocupar las calles y los parques de la ciudad, poco a poco se fueron apagando muchos bombillos de los negocios y casas circundantes a la plaza Grosvenor, solo fueron quedando las luces de los postes y faroles que luchaban por aclarar la oscuridad de la noche, en algún lugar se escuchaba el aullar de un perro que había hallado algo...