Ten Piedad De Nosotros [bl]

PRÓLOGO.

                      Middletown, 25 de Noviembre de 2018 

Para ti, que sé que debes estar conteniendo… 
Todas las fuerzas de esa ira tan tuya para no  
Arrugar este papel, para ti… Volka. 


    Suelen decir que, a lo largo de nuestra vida, las personas llegan a tener por lo menos dos grandes amores o dos personas a quienes logras decirles “Te amo” de una manera sincera y no por compromiso. Uno de esos dos es o será con quién pienses en casarte y formar una familia o simplemente con quien quieras compartir una vida normal ante el mundo y fingir ser próspero y realizado. Y con quien posiblemente vivirás para siempre o por lo menos hasta que tus hijos sean adultos.  
     Y el otro, el otro amor que en ocasiones llegas a encontrar y que la vida te da el honor que conozcas, pero tal vez, jamás llegará y quedará perdido cual cuarto rey mago que solo llegó a Jesús muchos años después, demasiado tarde para adorarlo y ver la gracia de su nacimiento. Perdón por tal comparativa, ya sé que no crees en “Esas cosas” pero solo era un ejemplo; incluso ahora mismo sé que debes estar mandándome donde se te da muy fácil enviarme, pero así mismo debes estarte preguntando que tiene que ver todo esto, con mi decisión y como carajos sé cuándo ese “Verdadero amor” llega.  
     Para mí, puede que esa parte cursi y estúpida que tanto odias lo sepa, o también no sé si me estoy equivocando; pero lo que tengo seguro y claro, es que cuando amas de verdad sueles hacer cada locura y en cierta forma pierdes un poco el sentido común y la razón, porque de pronto encuentras a ese alguien con quien naciste conectado, tan conectado a la fuerza magnética que sin importar que tan polos opuestos sean, escapara por un momento la razón y cometerás cada clase de locuras que aunque lo sepas, aunque tu sentido común te diga que estas saliendo de tus parámetros, disfrutarás cada momento, cada locura con esa persona. Y eso mi querido Volka, era lo que sentía al estar contigo cada bendito segundo, ¡Y digo bendito, aunque lo odies! Porque no puedo maldecirlo, no puedo llamar con ese adjetivo a lo que viví contigo sin importar de las cosas que me llevaron a tomar la decisión y por la cual te escribo esta carta ahora.  
     Yo… sé que tú eres ese amor, Volka, pero a pesar de todo, de todas las cosas que me hiciste vivir, de lo genial que fue sentirme libre por un momento, de lo maravilloso que fue saber que era ser besado con la pasión y deseo que tú lo hacías, de la forma en como tocaste mi cuerpo aquella primera vez, de cómo pasaste los dedos de tu fuerte mano erizando cada poro de piel y causando en mi esa bonita sensación eléctrica que me encrespaba cual corriente eléctrica de deseo y lujuria chocante de mis pies a cabeza; recordar tu ronca y espesa voz susurrando en mi oído con el fin de tranquilizar mis nervios mientras me preparabas para hacerme tuyo, recordar tu aliento en mi cuello y tu lengua recorriendo mi pecho embriagándolo con tu sudor para después hacerme tuyo sin sentir las horas, donde cada entrega nos perdíamos en aquella ardiente habitación que era ese infierno tuyo y del que solo acepte conocer contigo ¡Por ti! Porqué arder bajo las llamas de tu cuerpo caliente iba en contra de todos los principios que mi familia había inculcado, ¡Pero lo hice! Lo hice porque en ese momento la razón no era parte de mi vida, nada de esos principios eran parte de mi vida cuando estaba contigo. Y es estúpido, era estúpido… porqué más allá de las cosas geniales que hice contigo, te juro que una parte de mí se rompió aquel día, y ahora he decidido dejar tu infierno… Judá.   
     A pesar de las mil maneras para decir adiós, dentro de todas ellas hay una que genera una total guerra contigo mismo, porqué aun cuando tienes la certeza de que nada de ti está bien, mi mente me lleva a todo lo genial y el amor que siento por ti; y no sabes cuánto le he rezado cada noche a Dios para poder decirte adiós de una vez sin que mi corazón interfiera en ello. Aunque duela, debo aprender a aceptar lo que mi razón dice que no está bien, lo que mi lado humano me grita que no está bien. Pero soy un masoquista, porque ahora en la tarde antes de tomar este papel y escribirte todo esto, escuché cada audio tuyo que guardaba como moneda de oro dentro de un cofre, y me imagino que nunca estuve lo suficientemente ciego para ver más allá del amor; siempre me sentí en cierta manera culpable en cada pelea y que mi instinto de “Buena persona” me hacía perder de una u otra forma la manera coherente de respeto hacia mí, ¡Claro! El típico niño bueno enamorado del chico malo, tan cliché como las novelas que leía a escondidas de mis padres. Y Lo siento Judá, ¡Y si, te escribo con tu nombre! Porqué desde ahora eso eres para mí, Judá, el sujeto altanero que no supo ni quiso apreciar lo que sentía por él, y del que ya no podía permitirle su altanería, celos estúpidos un día más.  
   Tal vez, algún día te hablen de mí y te des cuenta que no me mueve cualquier chico, y que no detengo mi vida por cualquier persona, y espero te preguntes o por lo menos te digas: “En verdad ese idiota me quería” “¿Por qué lo traté tan mal?” y cuando eso pase (pero conociéndote creo que jamás pasará) para ese día, seguramente ya me habré ido, y no precisamente de lugar, sino de ese mundo donde solo estamos tu y yo.  
      Porqué, al final uno no es consciente de las cosas hasta que han pasado, aunque supiera la verdad de un destino al verlo a los ojos, aunque supiera perfectamente porqué el destino habría querido cruzarte en mi vida, de ponerte en mi camino y consiente de toda la realidad Judá, no puedo quedarme esperando una respuesta, al fin y al cabo vivimos con eso, estamos aquí para aprender las lecciones que duramente aceptamos. Tal vez algún día lo entiendas, que yo quería quedarme en tu infierno, que no importara cual llamas te envolvieran pero solo quería que esos ojos tuyos me dieran el camino a tu interior y de esa forma resguardarme y protegerme en tu corazón.  
       Pero doy gracias a esa dura lección que me mostro la realidad de lo que eres, y de como no te importó nada de nosotros, después de ese día, no sabes el temor que creció en mi hacía ti, y no te estoy juzgando, de alguna manera debía estar consciente de lo haces, pero espero me entiendas Judá, eso, ese detalle en especial no puede pasarlo por alto mi razón, así como tu honor y orgullo no puede dejarlo por mí.  
   Me siento culpable de todo eso, de ver lo que hacías y no haber hecho nada para detenerlo, por eso me voy Judá, tu no puedes aceptarme y yo no puedo aceptar lo que haces, me asusta, me aterra verte de esa manera, si el destino me hubiese mostrado quien eras antes de que la fuerza magnética hiciera su efecto, quizás no estaría escribiendo esto ahora, pero como todo en este mundo, ese destino fue tan cruel de solo mostrarme lo genial que puedes ser cuando estamos solos, del agradable hombre que eres cuando estamos tomados de las manos.  
    Perdóname hombre de pegatinas, tipo rudo, mi Volka. Perdóname Judá por decirte Adiós de esta manera, pero después de escuchar tus audios decidí enterrar mi móvil con cada recuerdo tuyo y mío, total, hacía donde voy no lo necesitaré, ni el móvil con sus recuerdos y tampoco te llevaré en mi mente, me desintoxicarse de ti y cuando nos volvamos a ver, seré otro y dudo que pueda gustarte de esa forma, simplemente seguiré orándole a Dios, para que encuentres tu amor, el verdadero, ese que logré que pierdas la razón al punto que dejes eso que haces.  

       Me despido deseando toda la bendición de Dios en ti, aunque no creas en él, aunque te burles, confío que cuidará de ti en ese mundo tan… Horrible por el cual caminas. Cuídate Judá… Mi querido Volka. Y que el señor… Tenga piedad de nosotros.  

Bernal…  

      

 



#2348 en Detective
#1266 en Novela negra

En el texto hay: muerte odio, gay love, blasfemia a dios

Editado: 29.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.