12 Años

Aparte de lo obvio, conocí a una amiga muy especial para mí actualmente. Antes de conocernos se puede decir que sabía de su existencia, como cuando te cruzas con una persona algunas veces y ya está, no sabes su nombre, quién es, qué hace, pero sabes que existe. Para este punto nunca en 8 o 9 años estuvimos juntas en una clase, pero eso cambió a los 12 años.

Antes de nuestra interacción amistosa oficial, ya habíamos cruzado exactamente tres o cuatro palabras. Todas estábamos regresando de la clase de computación o informática, como quieran llamarlo, y yo iba feliz con un cuaderno forrado con un fucsia rojizo en la parte de atrás y papel transparente con relieve de flores. Entonces, entro a la clase y vaya sorpresa la chica estaba ahí.

—¿Ese es Jeff the Killer?— Pregunté viendo el dibujo que parecía simple en la pizarra, y quien diría que después de tanto tiempo sigue dibujando perfectamente.

—Si— Respondió, estoy segura de que dijo algo más, pero la verdad no recuerdo y probablemente en ese día o en alguno de los días siguientes en esa semana fue la primera clase con la profesora de alguna de las miles de materias en inglés (creo que eran tres materias a lo mucho).

Pues resulta que, en clase de inglés, british english school, y nuevas compañeras, pues que mejor que presentarnos entre todas con el fin de tener un ambiente agradable. Claro que en exactamente un día y medio se formen grupos casi “sellados” de nuevas amigas (algunos de esos grupos se separaron, en fin…)

Tienen que decir su nombre, fruta favorita y artista favorito, obviamente en inglés y lo de la fruta no estoy segura de si es producto de mi mente para rellenar la laguna mental o pasó de verdad.

Resulta que esta chica estaba sentada un puesto detrás de mí, yo no sabía ese dato hasta que llegó su turno.

—Mi nombre es "V", mi fruta favorita es …, y mi banda favorita es Skillet—

La profesora —Ok, next— Imagínenlo con voz nasal, por alguna razón todas hablaban así.

—Mi nombre es Aria, mi fruta favorita son las fresas, y mi artista favorito es Skrillex—

—Ok, next—

Así siguieron presentándose las chicas que faltaban, tampoco recuerdo que fruta dije, pero de momento son las fresas así que así se queda. Al acabar la clase la chica se acercó.

—Ay ¿también te gusta Skillet?—

—Si—

Cabe recalcar que Skillet con “T” es una banda de rock cristiano (me acabo de enterar de que son cristianos, según yo era solo rock), y Skrillex con “X” es un DJ y productor de música dubstep.

Y así fue como la “sordera” y probablemente “dislalia” nos hizo amigas, ya con el tiempo empezamos a mensajearnos por Facebook, ya no uso eso, pero las conversaciones si quedaron guardadas y literalmente son una máquina del tiempo, las he leído un par de veces y puedo ver como evolucionó nuestra amistas y como con el tiempo aprendí a portarme mejor.

Después nos volvimos amigas de otras chicas y al final quedamos tres en un principio creando un grupo de WhatsApp con el nombre más otaku que se pueden imaginar, pero claro ese grupo no era para tener conversaciones fuera de la realidad, pocas ocasiones sí, pero se formó una linda amistad. Con la otra chica incluso participamos en una convención de anime para concursar en una competencia de baile. El tema más original que pudimos escoger fue el de Vocalid, ella como Miku y yo como Rin, sé que mi madre guarda los videos y fotos de eso y que se vería gracioso porque, y en efecto, la que no sabía la coreografía era yo.

Pero sin duda es algo que en serio quedó para la anécdota y mucho más con lo que pasó años siguientes y la verdad es que viendo hacia atrás a mis 12 años, por más que mi talento hasta ese momento haya sido soñar con los ojos abiertos, nunca me hubiera imaginado lo que iba a pasar.

Pero lo que sí pudimos hacer a los 12 años fue ponernos apodos, Cherry, Haku y Rinku Fungi Hatsumine (apodos reales) Además, esos apodos tuvieron una razón de ser, poco realista y a base de chistes. Y quién diría que al final del día terminé estudiando en el mismo lugar en el que pensé que pasé la vergüenza de mi vida, pero solo era una niña divirtiéndome.