— NARRADOR —
Todo se remonta en el año actual, en dónde una joven de tan solo quince años se encuentra con un jardín de tulipanes.
Y por otra línea temporal se encuentra otro hombre, uno de los más importantes hasta esa fecha, Darién, el cual en pocos días será coronado como príncipe.
• ESTRELLA •
Me encontraba preparando una cena para mis padres, el día de hoy cumplen su aniversario de bodas, y que mejor que prepararles una buena comida.
Me puse a terminar todo, y solo faltaban sus tulipanes, a mi madre le encantan.
Salí a la florería, pero ya son las siete de la noche, no creo que esté abierto a tales horas de la noche.
Si, efectivamente, ya no está abierto.
Pero regrese por el mismo camino, así a estás horas me siento una princesa pasando por su jardín.
Es que aquí cerca hay un campo de flores, eso me gusta, se respira paz y tranquilidad.
Un silbido me hizo salir de mi zona de confort.
— ¿Hola? —
Dije dudosa, empecé a tener miedo, ya que el silbido se acercaba.
Una mano se posicionó en mi brazo.
— ¡Ahh! —
Solté un grito, me desvaneci.
[DARIÉN]
Vi a una joven pasar enfrente de mi jardín, traía un vestido muy bonito, y sus adornos de oro.
— ya vuelvo padre —
Fui a dónde ella, empecé a silbar, para llamar su atención.
Entonces vi que se empezó a poner nerviosa.
Puse mi mano en su brazo, ya una vez que estaba a su lado.
— ¡Ahh! —
Vi como se desvaneció.
— no puede ser, ¡Padre ven! —
Mi padre rápido fue a dónde la doncella.
— llévala al castillo —
Asentí y fui a dónde el castillo.
Mi padre empezó a llamar a todas las enfermeras.
— ¿Se pondrá bien? —
Pregunté preocupado.
— tranquilo príncipe Darién, solo se asusto y tal vez eso causo el desmayo —
Solté un suspiro de tranquilidad.
Después de unos minutos vi como se despertaba.
— ¿Mamá?... ¡Quién eres tú! —
Empezó a ver a todos lados.
— ¡Dónde estoy! —
Exclamó asustada.
— mucho gusto, soy el príncipe Darién y estás en mi pueblo, bueno ahora estás en mi castillo —
Sonreí.
— ha ya, si y yo soy la princesa Estrella —
Sonó un poco alegre.
— ¿Enserio?, ¿Y de que Reino eres? —
Fui a dónde ella.
Pero ella fue a la ventana.
Llevo su mano a su boca.
— ¡Joder! —
De nuevo fue a dónde yo estaba.
— quiero irme con mi mamá —
Una lágrima se rodó por su mejilla.
— si, solo dime que Reina es —
Salió de la habitación.
— ¿Qué es esto? —
Vio su vestido.
— un vestido... —
— tu, dónde diablos me metiste, ¡Ya se, es un maldito sueño!, Pégame un golpe fuerte —
Se acercó a mi.
— no, como cree que aria eso —
— ¡Rápido golpea mi mejilla! —
Asentí ya que se veía desesperada.
Solo le di un pequeño golpe.
— ¡Ostia! —
— ¿Y ahora? —
Vi que se quedó examinando todo.
— no es un sueño...—
— no, no lo es —
Sonreí levemente.
— ven conmigo —
Me tomo de la mano, jalando hacía afuera.
— a dónde vas hijo —
No alcance a responder ya que ella salió rápido del castillo.
— a dónde vamos Estrella —
— cállate —
Llegamos al patio de mi castillo.
— bien, ahora explícame, esté lugar es uno “magico“, pero dónde carajos me encontraste —
Me amenazó con el dedo.
— justo aquí, tu gritaste y luego te desmayaste —
Empezó a desesperarse.
— bien, devuelta a mi casa —
Corrió para el jardín.
Pero está tiene un final, y es una gran barrera.
— ¡Maldita sea! —
Escuché su grito.
— tranquila, puedes quedarte a dormir en mi castillo —
— que no, yo quiero ir a mi casa, a ver a mis padres —
(CONTINUARÁ)