Tenías que ser Tú

Capítulo 2

Carajo por que no dejan dormir desde ayer están los carros de mudanza en la casa de a lado, la cual era de Oscar, lo más seguro es que ya la vendieron por un momento me pone triste la idea que ya no lo volveré a ver, pero quito esa idea de mi cabeza, hay un maldito ruidero del demonio y no me deja dormir más, ni porque es domingo, y es mi cumpleaños me deja dormir.

Decido levantarme que más me queda hacer , con todo el ruido que hay en la casa es imposible seguir durmiendo, voy al baño me lavo los dientes , voy a buscar la ropa que me pondré , para así poder darme una ducha, por alguna extraña razón decido  asomarme por la ventana la cual daba al cuarto que alguna vez fue de Oscar, así que me encuentro viendo hacia la ventana que era del cuarto de Oscar con nostalgia, en eso veo que alguien se encuentra en ese cuarto y con toda osadía decido seguir observando, vaya sorpresa me encuentro con un chico como de unos 20 o 21 años, moreno claro, cabello castaño claro ,y con un cuerpo de impacto, muy bien trabajado , así como me lo receto el doctor, inspecciono cada parte de su cuerpo ya que anda si camisa , voy subiendo la vista desde su espalda bien trabajada hasta sus brazos, de repente esté se voltea y se percata de que lo estoy observando, que vergüenza pillada observando a un desconocido con todo el descaro del mundo , estoy por quitarme de la venta , cuando me doy cuenta que me está observando con todo el descaro y sin disimulo, entonces recuerdo que solo traigo la piyama puesta esta consta solo de un top y unos shors muy cortos , el muy idiota al darse cuenta que lo estoy fulminando con la mirada , me dedica una sonrisa, de esas de las que derriten , pero estoy muy molesta para darle importancia a esa hermosa sonrisa, aunque yo tuve la culpa , se da media vuelta , se pone una camisa blanca, y antes de salir de su recamara me tira un beso y me da una sonrisa lobuna, maldito estúpido.

Me quito de la ventana a un molesta, vaya inicio de cumpleaños, tomo una ducha rápida y me decido por unos shors militar, unos vans negros y una playera negra de nirvana una de mis bandas favoritas, me miro al espejo de dejo mi alborotada melena suelta y me coloco mis anteojos que no son para nada feos, miro mi reflejo y decido que me veo bastante bien, no soy de una figura escultural.  pero no tengo mala figura no soy tan delgada como mi hermana, tengo caderas anchas, pechos notan grandes y cintura pequeña, mi hermana dice que estoy gordibuena, a mí me da igual pero no me desagrada mi figura, decido que estoy lista, así que voy directo a la cocina donde se encuentran todos, en otras palabras, directo al matadero, mentalmente me preparo para todo lo que se este día, un largo día.

Al entrar la cocina me doy cuenta que está vacía y la casa en completo silencio.

        -Donde carajo están todos.

Así que decido inspeccionar el lugar, de arriba abajo pero no encuentro a nadie.

       -Mierda tendré que prepararme el desayuno, justo hoy.

Haciendo rabieta todavía, me dirijo nuevamente a la cocina, para hacerme algo para poder desayunar.  me topo con una nota de mamá, donde me explicaba que tuvieron que ir por mis tías , mis prima y la insoportable de Samantha, es una de mis primas, pero es una flaca plástica, superficial y sin materia gris, no la soporto, desde niñas me molesta por mi tipo de cuerpo , como ni soy huesuda como ella, Oscar siempre me defendía de ella, y a ella le molestaba, pero nadie le importaba o al menos a nosotros no, tendré que sopórtala  toda  la tarde, además en la nota me dice mi mamá que me comporte y que se ha amable con ella en la fiesta , como si no lo supiera hacer.

Enfadada me pongo a cocinar, decido hacerme unos hot cakes y zumo de naranja, cuando estoy por terminar de desayunar, la puerta se abre y a la primera que veo entrar es a Samantha con una sonrisa y una plasta de maquillaje en toda su cara, demasiado exagerado para mi gusto, la fulmino con la mirada, pero tras ella entra mi madre, la cual me advierte con la mirada, y decido comportarme.

Recojo los trastos los coloco en el lavabo, voy a saludar a mis tías y mis primas son un amor, soy muy unida con mis primas, son como mis amigas a excepción de Samantha.

Pobre de Elenay tiene que soportarla, no le queda de otra porque es su hermana, al darse cuenta que saludo a todos menos a ella, se acerca con una sonrisa fingida, y felicitándome por mi cumpleaños con su voz chillona.

Pongo los ojos en blancos, pero la recibo con una sonrisa forzada, para que mi madre no me reprenda.

Al lado de ella se encuentra las mellizas Leilani y Elenahi, las cuales son muy hermosas, también como perversas, cuando de Samantha se trata.

Cuando éramos pequeñas ellas, con Elenay le hacían travesuras a Samantha, pero ella se lo buscaba, porque me molestaba, era insoportable, bueno eso no ha cambiado en absoluto.

-Mala que no piensas cambiarte, para la fiesta, tardas demasiado, a ese paso la fiesta será mañana.-Me dice mi mamá justo delante de la estúpida de Samantha, por la cara que tiene la idiota se está aguantando, la risa.

Las mellizas y Elenay me ven con cara de lastima, y lo que más odio además de verle la cara a la esquelética de Samantha es que me vean con lastima, odio esa mirada, subo molesta a mi recamara para alistarme, ya que en una hora empezara la fiesta, y para maldición mi madre tiene razón, me demoro más de lo normal alistándome, por lo indecisa que soy, ufff.

Me tomo una ducha, me visto con un vestido rojo, ajustado a la cintura con un cinto negro con colores y suelto de la falda, me queda arriba de la rodilla, no esta tan corto, me coloco unas zapatillas negras de tacón grueso, decido dejarme suelto el cabello, solo me hago unas ondas en el.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.