Tenías que ser Tú

Capitulo 9

...Mala...

No puedo creer a quien tengo en frente, no me explico que hace aquí, mi cabeza está hecha un lio, no entiendo absolutamente nada, que ocurre.

Me sonríe con una sonrisa ladina, típica de un play boy como él, pero que estoy haciendo, él muy idiota ya se dio cuenta que lo observo tan descaradamente, MIERDA... pero esa sonrisa moja bragas, a cualquiera desarma, bragas quédense donde están, parezco adolescentes con las hormonas alborotadas, CARAJO que me está pasando, desde cuando hace tanto calor, no Mala, contrólate, tú no eres así, compórtate, RAYOS ya se dio cuenta, todo está en tu mente, no serás una más en su estúpida lista.

-Que MIERDAS me ves ¿acaso me confundes con alguien? o ¿se te perdió una como yo? - tranquila él no puede saber cómo te sientes, contrólate.

-No hermosa, a ti era a la que estaba buscado. -me sonríe con autosuficiencia.

-Pero que coños, que carajo puedes querer de mí, si ni me conoces. -este idiota es un típico gilipollas.

-Tranquila preciosa, solo venía a felicitarte y a darte tus regalos. -de donde conozco a este imbécil, porque se me hace conocido y no me refiero precisamente a que es mi vecino y lo vi sin camisa.

-En primera deja de decirme preciosa, hermosa, y todas esas estupideces, que tú y yo no tenemos nada. -me empieza a enfadar su arrogancia, pero que mierda hace, se empieza a acerca peligrosamente, que no sabe que está invadiendo mi espacio personal, porque siento que me tiemblan las piernas, cuando espero sentir sus labios nada, el muy imbécil me sonríe, me siento como una tonta, solo está jugando conmigo, y yo de estúpida estoy cayendo en su juego, esto me enfada mucho.

-Quítate de mi camino, deja de estorbarme. -intento irme pero una mano me detiene me da la vuelta, y pasa lo que no me esperaba, ni si quiera me da tiempo de reaccionar, cuando ya tengo sus labios sobre los míos y sus manos en mi cintura, nuestros labios se mueven a su propio compas, como si se conocieran desde siempre, nuestros cuerpos encajan a la perfección como si fueron hechos el uno para el otro.

Se aleja terminando con este intimo momento, al entender lo que acaba de ocurrir me enfurezco y no con él, si no conmigo por idiota, por calenturienta, por lo que acabo de hacer.

-Tranquila fiera. -trato de golpearlo, pero esquiva muy bien los golpes, me entrega una caja con un moño, de regalo, no hay que ser adivina para saber que es mi regalo de cumpleaños.

-Felicidades, por cierto, este no será el único. -me dice tocándose los labios, pero que se cree este idiota, cuando voy a protestar se voltea y me sonríe. -por cierto, linda pijama. -pero que MIERDA.

Veo como se aleja, me quedo sola en la cocina, ¿Qué coño acaba de pasar? desde cuando me beso con desconocidos.

“Ahí va mi primer beso”, y lo peor es que me gusto.

En definitiva, a cabo de coger un boleto a la ciudad de la locura y sin fecha de regreso.




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