★(Adam)★
Despertar con ganas y sentirse con ansías de beber un kilo de alcohol es mucho mejor que dormir en un hotel de mal muerto, es una peste. A veces los viajes no son como te lo imaginas, pero a veces pueden ser como tú lo elijas.
Le doy una delicada nalgada a la rubia que tengo a mi lado; la conocí en un bar a unas cuantas calles de aquí, es hermosa, su cuerpo es muy definido, no tanto como muchas que he conocido, pero me hizo pasar una excitante noche y ni siquiera sé su nombre.
Bueno, dicen que soy un mujeriego de primera y acepto mi realidad.
—Hey, oye— le quito el cabello de la cara y ella abre los ojos— es hora de irse, solo pagué por una noche.
—¿Por una noche? —pregunta con una leve sonrisa.
Nunca he podido descifrar la belleza de una mujer, pero a ver, su sonrisa es hermosa.
—Si— me siento y empiezo a ponerme el pantalón—, ¿cómo dices llamarte?
—Diana.
Bonito nombre.
—Okey Diana, si deseas quedarte más tiempo, es toda tu decisión, pero tendrás que pagar.
Me termino de poner las botas de color negro, luego me levanto y me pongo mi camiseta junto a mi chaqueta negra. La miro de reojo y se encuentra poniéndose la ropa interior.
Está molesta.
—Tal vez extrañe tus curvas— comento.
—¿Tal vez? —pregunta y me encojo de hombros.
—Si— le respondo.
No hay mucho que decir.
Entro al cuarto de baño, el cual parece que estuviera abandonado, y empiezo a lavarme los dientes con mi pasta y mi cepillo dental que siempre llevo conmigo.
Siempre hay que andar preparado.
—Hora de irse— digo al salir mientras peino mi cabello en una coleta.
—Si, ya me voy— dice no muy contenta abriendo la puerta y susurrando "parezco una puta".
Y no, no lo es, solo que fue por una noche y nada más, además éste no es mi punto de finalidad y ella no se dio cuenta de lo que soy.
****
Después de arreglar lo que desordené, salí hacía un pequeño comedor y desayuné preparándome para el viaje que supongo que será largo. Creo que pretendo andar el mundo entero en moto, aunque dudo que lo haga.
Y por Dios, casi lo olvidaba.
—Por poco y te dejaba.
—Tequi, Tequi... no conocerías el camino— comenta James mi mejor amigo y compañero de viaje.
Él es como mi hermano menor, nos conocemos desde hace años y siempre hemos compartido juntos. Es genial.
—A puesto a que tú te perderías más rápido— comento.
—Oh no, eso dependerá de la situación en la que esté. Cuando estoy sobrio llego a cualquier lugar desconocido, en cambio tú...
Casi siempre está sobrio.
—¿Vez como deslizo mi lengua en el cuerpo de una mujer? Así y mucho más fácil recorro el mundo sin siquiera pensarlo.
Le respondo haciendo un circulo con mi dedo izquierdo y metiendo en él, el dedo mayor de mi mano derecha varias veces.
Él se ríe y se sube a su moto.
—Elemental mi querido Tequi— dice con diversión encendiendo su moto al igual que yo.
—Entonces que inicie el viaje, pero necesito darme un baño, no soporté quedarme un rato más en ese lugar.
—Conozco un lugar aquí cerca— comenta.
—Entonces guíame.
—Te dije que sin mí no puedes.
—Naaa, puedo irme a un hotel— digo.
—Pero no gratis.
—Eres un idiota.
Tomamos otra ruta y paramos en un edificio de cuatro pisos. Cada día conozco gente nueva, personas que voy dejando atrás mientras continúo con mi viaje, esas que luego término encontrando una segunda vez más allá del camino.
Ni siquiera sé en donde me quedaré por un tiempo o tal vez para siempre. No lo tengo planeado, solo quiero huir de la fortuna de mi padre, no me quiero meter en negocios de empresas, siento que eso no es para mí.
Pero sí lo que hago ahora.
Subimos y nos quedamos en el tercer piso, no es tan lujoso, pero en este momento no es lo que importa.
—Se llama Luck y es un francés muy simpático— dice James y luego toca el timbre unas dos veces.
—Espero que no sea gay.
James me da esa mirada de (lo siento amigo) y luego mira la puerta y vuelve a tocar el timbre.
—Ahh, James, no me jodas...
—¡Quelle surprise¹, amigo del alma! —habla un sujeto con su acento extranjero mientras abraza a mi mejor amigo.
—¡Devuelta otra vez amigo! —le contesta James.
Que, momento.
—¿Qué te trae por aquí? —le pregunta a mi amigo y luego pasa a verme— Oh, mucho gusto, soy Luck.
Me extiende su mano y se la recibo con una media sonrisa. La verdad, es que no me caen tan bien los homosexuales porque los que he conocido se han enamorado de mi y visten como una mujer, pero lo puedo aguantar, al menos este no viste ridículamente; viste como hombre y su acento lo disfraza.
—Tequila— habla James antes que yo y luego se encoge de hombros.
—Tequila, si...
—Vaya apodo, es favorable y seguro tiene un significado ¿no?— dice.
—Si, si, es que mi mejor amigo acá es un loco con el tequila y pues, nadie le gana con las apuestas de tequila por eso le hemos puesto así— le contesta James.
—Oh, entiendo, el tequila es bueno y que Dios bendiga tu estomago amigo—contesta él con una enorme sonrisa y luego mira otra vez a James—. Bien, ¿se quedarán?
James pasa de una sin esperar ni decir una palabra y Luck le sigue el paso.
—¿Crees que vengo a quedarme en la puerta? No... amigo— dice mi mejor amigo.
James camina hacia la cocina y yo me siento en uno de los muebles que por cierto, son muy cómodos.
—No, no lo creo— le responde Luck más que claro.
—Entonces mi querido amigo, Tequi y yo nos daremos un baño porque pasamos la peor noche de nuestras vidas— vuelve a hablar James.
—La peor— le añado.
Luck le quita la botella de agua a James y la mete a la nevera.