Mi nombre es Terrence Owen Mendoza o al menos ese fue después de mi primer año de nacido, mi mamá me dio a luz a los 8 meses de embarazo un 24 de Junio del 2009, mi hermano Joshuad estaba muy feliz con mi llegada, pero lo que él ni nadie sabía era que yo no era su hermano del todo, solo mi mamá.
Una mañana del 2010 al que en ese tiempo era mi padre le llegó un mensaje al celular.
El hijo que llegó para arreglar tu matrimonio, no es tu hijo.
—Irina, tenemos que hablar—dijo Joaquín, entrando a la cocina.
— ¿Qué pasa?
—Quiero hablar de algo—Irina volteó.
—Dime, amor.
— Pero sin los niños—dijo moviendo la cabeza hacia nosotros.
—Déjame y termino de prepararle la leche a los niños y voy a la habitación.
—Allá te espero.
Irina nos dejó a Joshuad y a mi solos por un momento y fue a hablar con Joaquín.
—Cierra la puerta.
—Me estas preocupando, amor.
—Seré directo, ¿Terrence es mi hijo?
— ¿Qué? —preguntó Irina paralizada acabando de cerrar la puerta.
—Terrence, el dulce bebé que ha vivido en esta casa, ¿realmente es mi hijo legitimo?
— ¿Por qué me haces ese pregunta de repente? —dijo tratando de disimular los nervios.
—Responde.
— ¿Piensas que soy capaz de engañarte?
—Las cosas no iban muy bien entre nosotros Irina y recuerdo los rumores.
—Claro que Terrence es tu hijo, me duele que pienses una cosa así.
—Le mandé a hacer una prueba de ADN.
— ¡Qué!
—En unos días me dan los resultados.
— ¡¿Le mandaste a ser una prueba de ADN a nuestro hijo?! ¿Por qué?
—Perdón, pero hace unos días me llegaron unos mensajes anónimos, sobre que Terrence no era mi hijo y me puse a pensar y analizar y sabes cómo soy, pero ya no hay que temer porque los resultados van a salir positivos.
Irina se sentó en la cama y se puso las manos en el rostro.
— ¿Qué pasa?
Irina cerró los ojos —Puede ser que salgan negativos.
—No, Irina por favor dime que es otra de tus bromas.
—Quisiera que fuera una broma.
Joaquín se quedó perplejo analizando lo que acababa de oír, luego su expresión cambio a una de rabia.
— ¿Con quién fue? ¡Dime!
Irina se sobresaltó y en ese momento se oyeron unos golpecitos en la puerta.
—Mamá, Papá...Terry se hizo popo en mi cama—dijo el pequeño Joshuad.
—Mamá sale ahora a limpiarlo hijo, vuelve a tu habitación.
—Es mejor que vengas ahora, está jugando con la popo.
—Ahora voy querido, ve buscando el recogedor—dijo Irina.
—Está bien.
Irina se puso de pie y Joaquín la tomó fuerte del brazo.
—Amor, me estas lastimando.
— ¿Con quién fue?
—No te lo diré, te conozco y sé lo que harás, aún así hay probabilidades de que Terrence sea tuyo.
Joaquín aflojó su agarre—Más te vale que ese niño sea mío, o los dos tendrán que irse de esta casa.
Como pueden imaginar el resultado dio negativo, Joaquín Cabral no era mi padre.
Lo que me convertía a mí al producto de la infidelidad.
— ¡¿Irina, cómo pudiste hacerme algo así?!
—Puedo explicarlo.
—No tienes nada que explicar, ¡Me engañaste!
— ¡Me cambiaste por tu trabajo!
—No te cambie, te dije que iba a ser difícil, esas horas de trabajo para poder hacer que la empresa se desarrolle la hago para que nuestro hijo tenga un futuro, un buen futuro. No te trates de hacerme ver como el culpable porque sabes muy bien que no es así, yo a nuestro hijo lo amo y en estos últimos meses el que no tenía tiempo para él era tú y ya veo el porqué.
—Eso no es cierto, yo nunca descuidé a mi hijo, sabes que Joshuad es lo más importante en mi vida, Joshuad y ahora Terrence también.
—Íbamos a ser la familia perfecta y lo arruinaste, Irina yo me casé contigo porque te amaba, eres hermosa, tú personalidad única, pero esto no te lo puedo perdonar, quiero que te vayas .
—Si me voy me llevo a MIS hijos.
—Te puedes llevar al que no es mío, pero Joshuad se queda conmigo.
—Joaquín.
Joaquín se sentó en la cama, pasando la mano bruscamente por el rostro.
— ¿Por qué dejaste de amarme?
¿Por qué dejaste de amarme?, eso es una pregunta que yo no entendía, como es posible dejar de amar a alguien que lo único que te da son motivos para que lo ames, luego entendí que no importa lo buena que sea ese persona, sino como te sientas cuando estas con ella.
Esa noche Joaquín pensó en todo lo ocurrido, mientras intentaba dormir en el sofá pensó en su hijo, no quería que Joshuad tuviera sufrir la separación de sus padres, el vinculo que estaba formado conmigo era otra cosa que no quería romper, él sabía muy bien lo que es crecer sin nadie con quien contar, en un ambiente divido, solo. De pronto también pensó en mi papá.
¿Y si no sabe de su existencia? ¿Y de saberla lo rechaza?, si él tuviera un hijo le gustaría saber, ¿y si Terrence tiene más hermanos?
—Irina—dijo Joaquín entrando a la habitación.
Mamá me estaba amamantando.
— ¿No puedes dormir? —Joaquín se sentó a su lado y acarició mi pequeña cabeza.
— ¿Su papá sabe de él?
—Pues…
—Okey, sé que eso es un no, no intentes mentir.
—Es complicado.
— ¿Por qué?
—Porque está casado.
Joaquín intentó canalizar su rabia en su interior respirando profundo.
—Sí, lo sé, soy una zorra.
—Ambos, él y tú.
—No me quiere ver, me dejo muy claro que ama a su esposa y lo que hacíamos era error.
—Bueno, el error ya se cometió, y está por cumplir un año tienes que decirle al papá.
—No estoy lista, de igual modo ya tiene tu apellido.
—Sabes que eso se puede cambiar, Irina okey, cometiste un error, un muy muy pero muy grave estúpido error, pero hay que seguir adelante y no puedes dejar que tu errores afecten la vida de otras personas, hazlo por el niño.
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Editado: 16.11.2024