—Hey Bro, ¿Qué vemos? —dijo Joshuad sentándose a mi lado en el sofá y poniendo a un lado una parte de la cortina también.
—Ted lleva más de 15 minutos de rodillas bajo el sol y su papá solo está ahí, observándolo.
—Uys, pobrecito.
— ¿Qué fue lo que hizo?
—No creo que haya hecho nada malo.
—Pero, ¿Por qué lo tratan así?
—Padres dementes.
—Eres amigo de Tomás, él te debió contar.
—Son cosas de adultos.
—Joshuad no eres adulto, tienes 16.
—Y tú 10 eso quiere decir que yo soy mayor que tú, así que solo hazme caso…y deja de estar espiando que te tengo que llevar a tu clase de Karate.
Clases de Karate, mágicamente después de todo lo que estaba pasando en la familia Gutierres mi mamá decidió ponerme en clases de Karate y mi papá estuvo de acuerdo. No sé ni porque y para qué, pero mamá dice que tengo que invertir mi energía en algo que me sirva.
Lo bonito de las clases es que la casa de Jessica quedaba cerca y papá me pasaba a recoger para que comiéramos helado los tres.
Los hermanos Gutierres se trasladaron a nuestra escuela y me puse muy feliz porque iba a tener a mis dos mejores amigos juntos.
Ted cayó en mi clase, pero se veía muy deprimido, estaba más callado de la habitual, pero no me atrevía a irle a preguntar qué le pasa.
—Terry ¿hiciste la tarea? —preguntó uno de mis compañeros sacándome de mis pensamientos.
—Sí.
— ¿Me la prestas?
—Claro, toma.
En recreo Trent me buscó.
—Trent ella es Candy, Candy él es Trent.
—Hola—dijeron los dos tímidos.
Las primeras semanas todo estaba bien, Candy y yo lo incluimos en nuestro círculo de amigos y Candy trató de incluir a Ted, pero él no quiso.
Trent iba en un curso más alto que nosotros, así que después pudo hacer más amigos.
—Eres el presidente de la clase ¿cómo te sientes? —preguntó Candy.
—Tú eres la vice, tú dime.
—No sabía que nuestros compañeros nos tenían esa confianza.
—Mamá se pondrá feliz.
— ¿Cómo van las cosas?
—Dejaron de pelear así que creo que es una buena señal.
—Sí.
Las chicas llegaron.
—Hola Terry, venimos a secuestrarte a la chica—dijo Fabi, una de las amigas de Candy.
—Adelante.
Sonreímos, hace poco comencé a sentir cosas diferentes por Candy y no sé si debería decírselo o no.
— ¡Hey! piensa rápido —dijo Trent tirándome una pelota.
—Ven vamos a jugar.
El recreo pasó, estaba caminando por el pasillo y unos chicos molestaban a una chica.
—Eres fea en verdad.
—Esas coletas te hacen ver ridícula.
—Déjenme en paz.
— ¿Y este libro que es?
—No, por favor—.La empujaron y ella cayó al suelo.
Me acerqué—Déjenla en paz.
— ¿y tú quien eres?
—Eso no te importa—ayude a levantar a la chica.
—Que dibujos más feos que haces—dijo uno de los tres chicos.
La chica estaba a punto de llorar.
Así que le quité el cuaderno.
—Respeten las cosas ajenas.
—Tú quien te crees—me empujaron a mí también, pero choqué contra los casilleros.
El profesor del aula más cercana salió— ¿Qué es lo que pasa? Vayan a sus clases.
Ellos se fueron y la chica se me acercó.
—Gracias.
—No puedes dejar que te traten así.
—Lo sé, Soy Amanda—dijo la chica.
—Terry Owen, te acompañaré a tu salón.
—No tenías porque meterte.
—Mi mamá me dice que si veo a alguien en peligro lo tengo que ayudar y para mi estabas en peligro.
—Espero que no te metas en problema por mi culpa.
—Tranquila, los resolveré.
Ella entró a su salón y yo entré al mío que curiosamente era él de enfrente.
— ¿Puedo pasar? —pregunté antes de entrar ya que el profesor ya estaba dando la clase.
— ¿Donde estaba? El recreo paso hace un rato.
—En el baño.
—Pase.
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—Terry voy a salir con mis amigos, si mamá pregunta no sabes dónde estoy.
— ¿Ya te arreglaste con Tomás?
—Sí.
—Está bien.
—Te quiero bro.
Rato después llegó mi madre.
—Terry tu padre está aquí.
—Ya voy.
— ¿Dónde está tu hermano?
—No sé.
Papá estaba afuera de la casa, lo abracé.
—Hola hijo.
— ¿Qué haces aquí?
—Vine a hacerte una propuesta.
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—Quieres que me vaya a vivir contigo y con Jessica.
—Sí.
—Pero ¿y mamá?
—Ella está de acuerdo.
—Pero veré menos a Joshuad.
—Será lo mismo, pero al revés.
— ¿Y la escuela?
—Te puedo poner en la de Jessica o te traigo hasta aquí.
—No lo sé.
—Piénsalo y luego me das una respuesta.
¿A qué venía todo esto? ¿Por qué querían hacer que las cosas cambiaran?
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Una pelota venia en nuestra dirección y la detuve, y oh sorpresa.
—Buena atrapada T.
—Trent.
— ¿Qué haces sentado? Vamos a jugar.
—No puedo, estoy con Candy.
Trent la miro—Hola…Ven, ella puede vernos desde ahí.
—Ve a jugar Terry, estoy bien—dijo Candy.
Miré a Candy y luego a Trent— ¿Segura?
—Sí.
—Vengo en un rato.
—No iré a ningún lado.
Sonreí, tengo a la mejor amiga del mundo.
—Terry, ¿quieres ir a jugar hoy? Tengo una play station nueva.
—Me gustaría, pero no puedo, Candy y yo tenemos que hacer una maqueta.
—Está bien.
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Dejé de pasar tanto tiempo con Trent, ya que Candy me venía a pasar y hablaba por teléfono con ella, pero un día algo malo pasó.
—Candy ¿porque lloras? —me paso una nota.
Deberías morirte solo eres una carga para todos.
— ¿Quién te dio esto? —Candy negó, la abracé.
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Editado: 16.11.2024