Terrence (capítulos finales)

Capítulo 12 : Besando

Fin de un semestre, sigo asimilando la idea de que en uno meses Joshuad se gradúa y ya no vendremos juntos a la escuela.                             

—Mamá consiguió un nuevo trabajo—dijo Candy

—Eso es genial.

—Sí, lo es. Cada día pasan cosas mejores y es genial. Mi hermana comenzó a estudiar Enfermería.

—Eso está muy cool.

—No sé si lo hizo por mi o por ella, pero creo que le gusta.

— ¿Qué hará en la semana libre?

—Leer, comer y ver series.

— ¿En ese orden?

—Sí.

—Cool, ¿Te puedo acompañar? Nunca me has invitado a tu casa.

— ¿Para qué quieres ir a mi casa?

—Quiero saber donde vive la chica que me gusta.

—Y vuelves con lo mismo.

—Me gustas Candy, me gustas.

—No es cierto, soy tu mejor amiga, solo estas confundido.

—No estoy confundido me gustas y un día seremos novios.

— ¿Seguro?

—Segurísimo—Candy sonrió.

—Te quiero Terry…pero no me dejan tener novio.

—Entonces estás aceptando que seremos novios en el futuro.

—Yo no dije eso… ¿tú qué quieres estudiar cuando salgamos de aquí a un par de años? —dijo Candy cambiándome el tema.

—No he empezado en eso, creador de videojuegos, no lo sé, ¿tú qué quieres ser? 

Cada agachó la cabeza y sonrió—No sé, tal vez de que aquí a ese tiempo las cosas cambien, pero creo que quiero ser escritora.

—Wow, tendré una amiga escritora, tienes que hacer un libro sí o sí, las aventuras de Terry y Candy, perfecto.

—Si escribo un libro de lo que siento por ti creo que nunca termino.

— ¿Qué sientes por mi?

—Eh, pues, eh…no sé —Candy se puso nerviosa, yo sonreí.

Y el timbré para entrar sonó.

—Tin tin, la campana sonó —dijo Candy cambiando el tema y moviendo la silla de ruedas.

—No, dime.

—Al aula Terry—me puse delante de ella y tomé su mano.

—Me encantas.

—Al aula Terry—dijo sin soltar mi mano, le di un beso en la mejilla.

—Ahora sí, al aula—la cara de Candy se enrojeció completamente y yo caminé feliz al aula, con ella a mi lado,  antes de entrar al salón Amanda me detuvo.          

—Terry, quiero decirte algo, puedes buscarme en el patio después de clases, será rápido.

—Está bien.                     

—Gracias.   

Cuando terminó la clase le dije a Candy que me esperara que Amanda quería decirme algo.

Llegué y la noté muy nerviosa.

— ¿Estás bien? —pregunté

—Sí, bueno no, pero sí, ay.

— ¿Te puedo ayudar? —se acercó demasiado a mí.

—Terry, me gustas—y junto sus labios con los míos, me separé al instante.

—wow, eh…no sé qué decir, eres mi amiga Amanda, pero a mí me gusta Candy.

—Oh.

—Sí.

—Soy una tonta, Candy me dijo que solo eran amigos y pues creí que tú….lo siento.

—No hay problema, eres una buena amiga, pero estoy súper seguro que me gusta Candy.

—Creo que ahora no voy a poder ni hablarle a Candy, que vergüenza.

— ¿un abrazo y hacemos como si nada de esto pasó?

—Suena bien. —nos abrazamos y volví al salón de clase por Candy, pero Candy ya no estaba ahí.

Caminé hacia el lugar donde siempre esperamos que nuestros padres nos pasen a recoger.

—Hola—le dije.

—Hola

—No me esperaste…

—Pensé que yo te gustaba—soltó molesta evitando mi mirada.

—Así es, me gustas.

—No es cierto, no puedes enamorarte de mí, siempre habrá alguien mejor.

— ¿De qué hablas? —pregunté confundido.

—Te vi besando a Amanda.

Oh, ahora todo tiene sentido.

—Yo no la besé, ella me besó, le dije que no lo hiciera que tú me gustas.

La mamá de Candy estacionó frente a nosotros y bajó del auto.

—Hola Terry.

—Hola.

—¿Comó les fue hoy? 

—Bien-

Ayudé a subir a Candy al auto como de costumbre, pero ella seguía sin mirarme.

—Adiós Candy, hablamos en la noche, ¿sí?

—Adiós Terry.

Si hubiera sabido que después de eso duraría más de un año sin verla no la habría soltado nunca.   

Al llegar a casa la llamé a la hora de siempre pero no contestó, supuse que estaba molesta así que decidí dejar que fuera ella la que hablará, pero el teléfono nunca volvió a sonar. Esa semana era semana una semana libre, no teníamos clases, así que sabía que cuando regresara otra vez al colegio la vería y podríamos hablar.

 

Joshuad

Lo de la separación me estaba afectando más de lo que debería, enterarme que mamá tiene novio y que posiblemente uno de los dos se mudé no me ha dejado dormir, sumándole el hecho que falta muy poco para la graduación y todavía no sé qué carrera elegir.

—Joshuad ¿qué tienes? —Preguntó Loren—te noto más callado que de costumbre.

—Nada.

—No mientas, se te nota de lejos, puedes confiar en mí.

—Mis padres se divorciaron y no sé siento que en cualquier momentos esa decisión se hará notable y se dividirá todo, no solo los bienes también nosotros y aunque sé que es lo mejor para ellos, en el fondo me duele demasiado la idea de que ya no estarán juntos, los dos.

—Entiendo, pero créeme no será tan malo, al menos en el caso de tus padres ellos piensan en ustedes si no lo hicieras, tu no estuvieras por cumplir 18 y viviendo con los dos, al menos tu mamá no se fue con su novio sin importar lo que pasaría contigo—La miré—Que tus padres se separen no es tan malo, es mejor que cada quien sea feliz por lado, a que vivan una eternidad infeliz juntos.

No lo había pensado de eso modo,

—Creo que tienes razón.

—Lo sé…Ven vamos a buscar al tonto de tu mejor amigo, quiero que vayamos por helado.

Loren era tan contradictoria, a veces eran tan rara, podía decir cosas tan sabias, pero al mismo tiempo volverse una perra vengativa en cuestión de segundos, cuando era buena me atraía mucho, pero no sé si esa sea su verdadera personalidad.




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