Terrence (capítulos finales)

Capítulo 28 : Si fue real

Llamé a mamá para que pasara por nosotros y Sofía le dijo a su papá que la pasara a recoger por mi casa, íbamos los tres en silencio en la parte trasera, Sofía descansa su cabeza en mi hombro y tomaba la mano de David, quien tenía su mirada perdida en la carretera.

Yo aún seguía sin saber que había pasado.

—Chicos ¿seguros que no pasó nada en esa fiesta? —preguntó Mamá preocupada.

Nos quedamos callados, era obvio que algo pasó pero nadie quería mencionarlo.

— ¿Quieren algo de comer? pollo frito o helado quizás.

—No se preocupe Irina, estamos bien—respondió David.

Yo debía hablar lo menos posible, me cabeza me dolía por los tragos que tome, nunca había  tomado, así que mi organismo no estaba acostumbrado.

Llegamos a la casa, decidimos quedarnos sentados en la cera de David, cuando pasaron unos minutos volví a preguntar.

—Chicos qué sucedió allá.

Sofía respiró profundo e intentó hablar, pero los ojos se le cristalizaron y no pudo.

— ¿Te hicieron algo? —pregunté, Sofí asintió. La abracé —No fue una buena fiesta.

— ¿Tú dónde estabas? —preguntó Sofía.

—Buscaba a David, pero luego me encontré a Trent que me presentó a sus amigos y comenzamos a jugar yo nunca nunca.

—Al menos tú te divertiste.

—No creo, me querían tirar a la piscina desnudo.

—Malditos—susurró David.

—Por cierto David, ¿los conoces?

—Están en mi curso.

—Pensé que no tenías más amigos que nosotros.

—No son mis amigos, somos compañeros, en el curso hay una regla, no nos molestamos entre nosotros y tenemos que defendernos si alguien del grupo tiene problemas, así todos se cuidan la espalda. También aplica para los exámenes o las tareas por eso somos el grupo con mejor rendimiento, todos pasan. Si alguien no cumple, tendrá el desprecio de todos.

—Me recuerdan a las hermandades de la universidad que salen en las peli—dijo Sofía—Da miedo, pero funciona.

—No conocía tu lado rudo—agregué.

David sonrió—No tienes que saber todo, Terry.

El celular de Sofía vibró—Papá esta doblando la esquina—se paso la mano por la cara y sonrió—Me veo bien, ¿verdad?

—Sí—dijo David, solo no dejes que te miren a los ojos.

—Bien.

El carro se paró frente a nosotros. Nos pusimos de pie.

— ¿Cómo les fue chichos? ¿Me cuidaron a mi princesa?

— ¡Papá! —exclamó Sofía.

—Estuvo divertido—dijo David.

—Me alegro.

Sofía me abrazó, y me dio un beso en la mejilla como despedida, abrazó a David por unos segundos más largo y le susurró algo a lo oído, luego se subió al auto.

—Nos vemos el lunes chicos, los quise—dijo sonriendo mientras subía la ventana del auto.

Sofía se fue y solo quedamos David y yo.

—Me puedes contar que pasó—le dije casi rogando.

—La querían besar a la fuerza, estaba rodeada, Sofía se asustó, gritó e intervine.

—Qué.

—Quería matar a es cabrón—dijo David frunciendo el ceño y apretando los puños.

— ¿Lo golpeaste?

—No Terry, le pedí amablemente que la soltara (?), ¡Lo empujé! Y casi nos vamos a golpes lo dos, cuando alguien dice NO es NO.  

—Pobre Sofí. Me siento mal por no haber estado ahí.

—No debí haberlos perdido de vista a ninguno, pero distraje.

Sentí el dolor de cabeza otra vez.

—Te duele la cabeza, ¿cierto? —Asentí—Ven vamos a mi casa, conociendo a tu mamá seguro te hace una inspección para ver si consumiste algo fuera de lugar.

Entramos a su casa, me ofreció unas galletas, me lavé la cara y luego me dio una pastilla.

Nos sentamos en su cama a conversar.

—Sabes bro, no sé qué haría sin ti, realmente eres mi mejor amigo—le dije.

—El alcohol te está afectando.

—Casi no tomé, lo digo en serio, eres lo máximo bro.

—Gracias bro, tú también eres importante para mí.

— ¿Me das un abrazo?

Miré a David, la habitación estaba oscura, la luz de la luna y las luces de mi jardín  siempre entra al cuarto de David, así que no es necesario encenderlas si solo estamos hablando.

—Sí, pero abrázame tú, no me quiero mover.

Me acomodé un poco más arriba en la cama y luego lo rodeé con mis brazos.

—Hueles rico—le dije, lo solté y luego me acomodé a su lado.

—Terry, no quiero que vuelvas a confiar en Trent, no sabe cuidarte.

—No necesito que me cuiden David, además tenemos que hacer una tarea juntos.

— ¿Candy sabe que ahora le hablas como si nada hubiera pasado?

—Oh, creo que siempre se me olvida decirle.

—Lo supuse.

—Luego le digo, recuérdamelo cuando esté al borde los sueños.

—Está bien

— ¿Alguna vez me contarás de que hablaron Ted y tú?

—No.

—Lo supuse. 

 

David

Terry se había quedado dormido, me encantaba verlo dormir y oír sus pequeños ronquidos, suena acosador lo sé, pero entiéndame, este niño se ha robado mi corazón de una manera que no sé explicar.

Acaricié su pelo y sonrió. Si tan solo yo fuera el motivo de esa sonrisa en la vida real.

Lo dejé tranquilo y me paré de la cama, hoy fue un día intenso pero tranquilo, pensé que encontrarme con Ted después de todo lo que me dijo me destruirá más, pero el día de hoy estaba más tranquilo, aún las cosas que dijo cuando lo fui a buscar a su curso la primera vez dolieron.

Flashback

El timbre para irnos había sonado, Ted se había quedado de último organizando sus cosas, así que entré.

—Hola Ted—dije.

Trent se paralizó y luego volteó hacia mí.

— ¿Qué haces aquí?

—Vine hablar contigo, ¿Cómo estás?

—No te me acerques.

— ¿Por qué?

—No quiero hablarte, no quiero verte, ¡arruinaste mi vida David!

— ¿No te alegra verme?




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