Capítulo 29 : Candelaria

—Terry.

—Mmmm.

—Me haces cosquillas—seguí llenando su hermosa cara de besos mientras ella sonreía.

—Me encantas Sweetie.

—Lo sé.

Amo cuando estoy a solas con Candy, amo llenarla de mimos y hacerla sentir como la mujer más linda del mundo, porque lo es. 

Acomodé mi cabeza en su regazo y ella comenzó a acariciar mi pelo—Cuéntame, ¿Cómo te está yendo en la escuela?

—Bien, tengo un proyecto de literatura sin terminar.

—El monólogo.

—Sí, ¿no has podido ponerte de acuerdo con tu compañero?

Creo que es hora de decirle—Con mi compañero estoy bien, el problemita es el pasado de mi compañero.

— ¿A qué te refieres?

—Sweetie, estudio con Trent, él es mi compañero.

Dejó de acariciarme el pelo— ¿Qué? ¿El Trent que nos hizo bullying y me hizo sentir miserable?

—Sí.

— ¿Cuándo pensabas decírmelo Terrence?

—No era necesario.

—Como que no era necesario, Trent es mala persona, no merece tu perdón.

—No es tan malo.

—Quieres que te recuerdo las notas horribles que me escribía y las veces que te golpeaba, Terry, ¡Te empujo de una escalera! —dijo mientras su tono de molestia aumentaba.

—Lo sé—me puse derecho—, pero está cambiando.

— ¿Desde hace cuanto hablas con él?

—Desde que empezó el semestre.

— ¡Terry!

—Perdón, no lo vi necesario.

—Más de medio año y no me habías dicho.

—Es que pasaron muchas cosas.

—Bueno, al menos es solo una tarea.

—Pues…

— ¡Terry!

—Es complicado, ¿okey? No puedo quitármelo de encima.

— ¿Te está molestando otra vez?

—Algo así, pero no de esa manera.

— ¿A qué te refieres?

— ¿Prometes no decírselo a nadie?

—Si no atenta con nuestra seguridad pues sí, lo prometo.

—Trent me robó un beso y me dijo que está enamorado de mí.

— ¡Terry! —me dio con la almohada— Espera, ¿qué?

—Sí.

—Dios mío, ¿Cómo? ¿Trent? ¡Trent!

—Exacto, así me quedo yo.

—Asco, ¿compartí tus labios con los de Trent? —preguntó disgustada y arrugando la nariz.

—Fue un beso rápido, tranquila.

—Bien—frunció el ceño— ¿y por eso lo perdonaste? ¿Por un beso?

—No, bueno no es como si lo hubiera perdonado sino que intento dejar las cosas en el pasado.

— ¿Una segunda oportunidad? ¿A Trent? Please no, sweetie.

—Eres la segunda persona que me dice que no confíe en él.       

— ¿Quién fue la primera?

—David.

—Ves, hasta David sabe que es una mala idea. Tu mejor amigo me cae tan bien.

—Sí, David es genial, pero el punto es que no sé en qué sentido escribir el monólogo.

—Lo tienes que describir a él, ¿no? , lo conoces fueron amigos, hazlo sobre lo manipulador y abusivo que es, es lo que merece.  

Candy lo odiaba enserio.

— ¿Estas molesta conmigo? —pregunté haciendo un puchero.

—Sí—dijo cruzándose de brazos.

— ¿Mucho?

—No tanto.

— ¿Me das un beso?

—Sí—me acerqué a sus labios.

—Te amo.

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Agité mi mano mientras Candy se iba en el auto de su madre.

—Tenemos que hablar—dijo mi madre detrás de mí.

Volteé, ¿de dónde había salido?

Entré a la casa y Papá estaba sentando en el comedor, me hizo seña para que me sentara, me senté, luego mamá hizo lo mismo.

— ¿Qué pasó? —pregunté.

—Mira Terry, ya eres grande, vas a cumplir 16, tienes novia, Candy me agrada, es una niña dulce, inteligente  y bonita, y no queremos que les pase lo mismo que ocurrió con Joshuad y su primera novia—explicó Mamá. 

Ya veía por donde iba esta charla.

—Pasan tiempo juntos a solas en su habitación, no somos tontos Terry, también fuimos jóvenes, no vamos a ser ese tipo de padres que pretende que prohibiéndole y no hablándole claro de las cosas a sus hijos se le irá el deseo de hacer ciertas cosas o  mágicamente esas cosas desaparecerán de la mente de sus hijos. Son novios, hay contacto físico, se besan y obviamente nacerá el deseo sexual, sin van a tener sexo…

—Oh no—me tapé los oídos y puse mi cara en la mesa.

Mamá me dio un toque en la cabeza—Hey, escucha a tu padre es importante, no seas infantil.

—Agradezco su preocupación, pero Candy y yo no estamos pensando en esas cosas.

—Calla, no te estamos incitando a que lo hagas, en el algún momento de tu vida pasará, sea con Candy o otra persona, por eso tienes que estar informado, es mejor prevenir que lamentar.

—Y por qué no lo hicieron con Joshuad bueno por qué tú no lo hablaste con Joshuad.

—Sí lo hice,  pero tarde, por eso no me arriesgaré a coger ese riesgo contigo.

—Está bien—dije rendido.

— ¿Puedo continuar? —preguntó Papá.

—Sí—dijo Mamá con firmeza.

—Bien.

—La primera vez nos es como en las películas, algunas son un asco y no es seguro que ambos tengan un orgasmo, pero eso no es la cuestión aquí, siempre tienen que usar protección, condón, o algún otro método anticonceptivo ¿okey? Nada de dejarse llevar por la emoción del momento y pastilla del día después, siempre hay un riesgo de que falle, cualquier método, por eso la mejor forma de evitar riesgo es no hacerlo, pero sí de da, protección, consentimiento de ambas partes, un lugar cómodo y disfrutar, al final del día son dos personas que se quieren amándose. 

—Otra cosa, nada de lo que acaba de decir tu padre sirve si no sabes usar la protección, ni conoces tu cuerpo o de la otra persona—se paró del asiento y se dirigió hacia la nuestra pequeña biblioteca. 

—Por cierto los condones no me lo tienes que pedir si no quieres, están en la gaveta de nuestro baño o simplemente vas a la farmacia tu mismo, no te tiene que dar pena—dijo Papá mientras no estaba—y es bueno que lo conserves en un lugar seco y fresco si no se puede dañar y no sirven y tampoco lo uses si el empaque está roto.