Terrence (capítulos finales)

Capítulo 45 : Cuídalo

Sofía

Estaba preparando las cosas que me iba a llevar con el sentimiento de tristeza aun dentro de mí, no tomaba el valor de decirle a Terry y David que me iría.  

—Con permiso—dijo papá entrando a la habitación.

—Hey—dije desanimada.

 —Ay mi niña, no puedo verte así ¿qué pasa?

—No me quiero ir.

—Princesa...

Me senté en el borde de la cama y papá me rodeó con sus brazos.

—Voy a extrañar mucho a mis amigos.

—Vendremos a visitarlos en las vacaciones.

—Pero no será lo mismo.

—Si son tus amigos de verdad no perderán el contacto. ¿Por qué no organizamos una fiesta de despedida?

—No me gustan las despedidas.

—¿Ya le dijiste que te vas?

—No.

—Eso a David le va a doler.

—¿Crees que no lo sé? O sea, tener a David de mejor amigo fue un cambio sorprendente en mi vida, el plan era ser una mejor amiga para Terry, pero lo terminé siendo para David y fue 10 mil veces mejor. Yo no conozco a Terry, me gusta mucho sí, pero no lo conozco, pero a David sí, no quiero dejarlo solo.

—Lamentamos hacerte pasar por este proceso en esta etapa de tu vida.  

—Tranquilo, lo entiendo.

Mi teléfono empezó a sonar, era David.

—Hablando del rey de roma—dije tomando el teléfono.

—Te daré privacidad—dijo papá retirándose.

Contesté la llamada.

 

 

—Hola gruñonsita.

—Hola ojitos.

—¿Cómo estás?

—Muy bien, te tengo buenas noticias encontré un lugar para conseguir el regalo de Terry.

—Genial.

—Pero se va a demorar porque requiere muchos requisitos, ¿quieres ir hoy a ver las opciones para empezar el proceso?

—Me encantaría.

—¿Puedes ahora? Estoy en el lugar.

—Por supuesto, mándame la ubicación.

*********************

—Son preciosos.

David se veía muy feliz jugando con los perritos del refugio.

—A esos los rescatamos de un vertedero hace unos meses—Me explicaba la chica que nos estaba atendiendo.

—Están muy preciosos.

—¿Cuál van a querer adoptar?

—No lo sé—David se acercó a nosotras.

—Son todos muy preciosos.

—¿Ustedes son pareja? —preguntó la chica. 

David y yo nos miramos sonriendo —Jajaja, no. Mejores amigos—respondí.

—Tengo una mejor amiga preciosa, cierto—dijo David.

—David—dije un poco sonrojada.

—Que lindos—dijo la chica sonriendo antes de volver al tema principal— pues sí, todos los perros que ven aquí están disponible para adopción, sé que los cachorritos se ven tentadores y son los que llaman la atención a primera vista, pero los que llevan un poco más de tiempo aquí merecen una oportunidad, como chispita, por ejemplo.

—¿Chispitas?

—Sí, vengan acompáñenme.

La seguimos al fondo del patio, donde había una división con los perros más grandes, en la esquina tomando agua había un hermoso perro con pelaje muy colorido de una combinación de blanco, negro y café y unos ojos azules preciosos.

—David tiene tus ojos.

—Es parecido a un Dapple Dachshund, pero creemos que crecerá más de lo normal, solo hay un pequeño detalle—nos explicó la chica.

—¿Cuál? —preguntó David.

—Muchas personas lo han querido, pero nadie ha podido llevárselo, ha rechazado y se ha alejado de todos los que han querido llevárselo, creemos que él será quien elija a su familia.

—¿Qué tenemos que hacer? —pregunté

—Yo lo voy a buscar y otros se le acercan, si no trata de morderlos o gruñirles están por buen camino.

—Está bien.

Mientras la chica se alejaba, voltee a David.

—Ese perrito es precioso—le dije.

—Lo sé, pero vamos a tener un problema con los trámites de adopción.

—¿Por qué? —pregunté.

—Necesitan que una persona mayor de edad firme los papeles, fotos de la casa donde se quedará el perro adoptado, una entrevista con la persona que será dueño del perro.

—Pero eso arruinaría la sorpresa.

—Lo sé, nos pedirán identificación y se dará cuenta que somos menores de edad.

—¿Qué hacemos?

—Pensé en llamar a la hermana de Terry—dijo un poco dudoso.

—¿Tienes su número?

—Tengo su Instagram.

—¿Crees que nos ayudará?

—No sé.

—Aquí tengo a chispitas, acompáñenos a la sala—dijo la chica con la perrita en brazos.

—Llámala—le susurré a David mientras caminábamos

—Voy—respondió tomando el celular y alejándose un poco para hablar.

El refugio era sumamente lindo con un amplio patio dividido por secciones para los perritos, un área de alimentación, un área veterinaria y varios empleados. Tenían cámaras de vigilancia y los perritos se veían muy bien cuidados.

David se volvió a unir a nosotras—Listo, viene de camino.

—Genial—dije aliviada.  

—Okey, listo—la chica puse a chispita en el suelo, alejando de nosotros —. Ahora vengan a por ella—dijo con simpleza.

—¿Vas tú o voy yo? —me preguntó David.

—Ve tú—le dije.

David se acercó a Chispita y se agachó llamando su atención.

—Hola soy David, que bonita eres—extendió su mano para acariciarla y la perrita se alejó un poco—¿Puedo? —David lo intentó otra vez y acarició su cabecita, Chispita empezó a mover la cola—Eso es—dijo David sonriendo. Chispitas empezó a dar vuelta alrededor para llamar su atención, saltar y lamer su mano.

—¿Supongo que eso es que le cayó bien? —le pregunté a la chica.

Ella sonrió—Creo que sí. ¿La quieren? —Miré a David.

—Por supuesto que sí.

—Los acompañaré a la oficina para pasar el proceso de adopción y si todo sale bien pueden llevársela en un par de días.




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