Terrence (capítulos finales)

Capítulo 48: Distancia

David

Terry, Terry, Terry, ¿qué voy a hacer contigo?

—Es un idiota, Sofía, un idiota.

—Sabes que no.

—Si lo hubieras visto en esa fiesta—caminaba de un lado a otro recordando lo que había pasado algunas horas atrás—. Prefirió a Trent.

—Estaba molesto, bueno con ambos. Entiéndelo.

—¡No! —bajé el tono de voz—Estoy cansando de entender a Terry.

—No digas eso, solo lo dices porque tú también estás enojado.

Negué —Quiero mucho a Terry, me dolió mucho lo que me dijo.

—Estaba borracho—Sofía buscaba las mil maneras para justificarlo y hacerme sentir mejor, pero en mi interior algo dolía y dolía mucho.

—No lo estaba. Está influenciado por Trent, no soporto a Trent.

—Pero Terry lamentablemente lo perdonó y ahí no podemos hacer nada.

Dejé que mi mente dejará de pensar por un momento y mi cuerpo se relajara dejando ir el enojo, la fuerza de mi voz disminuyó y me sentí vulnerable—Creo que me voy a rendir Sofía.

—¿A qué te refieres? —no la estaba viendo, pero notaba la confusión en su voz y su carita con las cejas fruncidas, eso me hizo sonreír por un microsegundo.

—Tengo que soltar mis sentimientos hacia Terry, nunca me va a corresponder y quizás así deje de importarme tanto lo que haga.

—Sabes que el corazón no funciona así.

Negué—Al corazón quizás le cueste aceptar, pero la mente tiene que iniciar el proceso.

—Entonces que, ¿solo quedará Trent?

—Trent tampoco tiene chance—aclaré—Terry es hetero. Solo vivíamos en un mundo de fantasía.

—Bueno tienes razón, yo era la que tenía un chance, pero Terry nunca se fijó en mí ni como mejor amiga.

—Él se lo pierde.

—Thank u , next —nos reímos, luego volví a mi sentimiento de nostalgia.

—Te extraño aquí Sofía.

—Y yo a ti, pero tienes que ser fuerte ojitos, okey? Has enfrentado muchas cosas y vas a seguir soportando, porque eres fuerte y valiente.

—Estoy cansado de ser fuerte.

—Es válido que estés cansado, pero hay que continuar.

No tenía nada más que decir, había llegado al punto que entendía que era válido lo que estaba sintiendo, pero ya no quería sentir.

—Gracias Sofía, te quiero mucho.

—Te adoro David.

—Voy a colgar, hablamos mañana.

—No sobrepienses mucho, okey? —La preocupé—Hasta mañana.

—Bye.

Bajé las escaleras y abrí las puertas del departamento. Estaba en el techo.

—Ted, creo que voy a casa.

—Quédate a dormir, Tomas no está, Trent no está. Tu casa está un poco lejos, quédate a hacerme compañía.

—¿Y quedarme a presenciar cuando vuelva tu odioso hermano? No, gracias.

—Por favor, David. Pídele permiso a tu mamá.

—Créeme a mí mamá no le importa si aparezco o no.

—Si te aseguro que Trent no vendrá, ¿te quedas a dormir? Mañana es fin de semana, por favor.

Traté de explicarle la situación a Ted—Él está con Terry, Terry no puede llegar muy tarde a su casa, me imagino Trent lo llevará y luego vendrá hacia acá.

—Créeme, Trent puede quedarse en la fiesta o en otro lugar. Tú quédate aquí—no dejaba de verme con esos ojos suplicantes y sabía que iba a seguir insistiendo.

—Bueno, solo si me aseguras que no me toparé con Trent.

—Lo prometo.

—Bien, me quedo.

Ted saltó de alegría —Haré palomitas, toma asiento.

Después de las circunstancias vividas, Ted y yo nos habíamos vuelto buenos amigos, pero a veces sentía que él tenía sentimientos hacia mí. Me gustaba hablar con Ted, la terapia le había servido mucho y ahora era tan feliz, tan él mismo, tan dulce, tan Ted.  Después de que Terry no se quisiera ir de la fiesta a la cual fui porque él me pidió que fuera porque se estaba sintiendo un poco incómodo y luego me trató como una mierda me encontré con Ted, quien si se quería ir y terminamos viniendo a su casa.

—¿Qué película quieres ver? —preguntó entusiasmado.

—La que quieras.

—¿Has visto Rojo, Blanco y Sangre Azul?

—No.

—¿No? —se emocionó y accedió rápidamente al buscador— Es una joyita, ¿cómo no las has visto?

—Digamos que no soy de ver muchas películas.

—Pues las veras hoy conmigo.

—¿De qué trata?

—Uys, créeme te va a gustar y los actores ni te cuento.

—Con lo entusiasmo que estás debe de estar buena la peli.

—Ya verás.

 

Terry

No tenía celular, pero si computadora. Después de la discusión con mamá dormí toda la tarde y como no podía salir de mi habitación le escribí un mensaje a David a través de la computadora:

No recuerdo muy bien lo que pasó en la fiesta, quiero hablar contigo para aclarar las cosas. Por cierto, estoy castigado y no puedo salir ni recibir visitas.

No tenía más resaca, así que las pastillas que me había dado Trent habían funcionado. A pesar de todo no fue tan fastidioso pasar tiempo con él.

Bajé las escaleras en busca de mi madre, quien estaba en la cocina leyendo algo.

—Mamá, ¿podemos hablar?

—No te quitaré el castigo Terry Owen.

—No es eso.

—Te escucho.

—Algunos días tendré que quedarme más tiempo en la escuela, me anoté al equipo de futbol.

—¿Con qué permiso? Pensé que no te interesaba.

—Me comenzó a llamar la atención.

—No será un plan para librarte del castigo o escaparte.

—No, estaré en la escuela monitoreado por profesores, entonces no tendré escapatoria.

—Bueno—se encogió de hombros— Está bien.

Volví a subir a mi habitación, David ya me había respondido.

D : ¿Qué hiciste para que te castigaran? Si quieres el lunes hablamos en persona, ¿crees que aguantarás un fin de semana solo?

T : Me creo capaz, ¿tú?

D : Si, iré a casa de mi tía.

T : Vale, me saludas a tu tía y a París.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.