Terrible elección

7. Acosador y acosadora

*GEORGE*
 


Es sábado, desperté muy temprano, mis padres ya no estaban. Seguramente se fueron a la empresa, asi que me puse mis tenis, ropa deportiva y salí a correr un rato al parque.

Unos minutos después recibí una llamada.

- Hijo ¿Estás despierto?

- Vine a correr, papá ¿Pasó algo?-Pregunté, tomé asiento en una de las bancas.

- Necesito que me hagas un favor. Tienes que ir a casa de Connor *(Padre de Madeline)* entrar a su PC, en ella hay un documento guardado con el nombre de la empresa y por favor, envíalo a mi correo.

- Está bien papá, te llamo cuando lo envíe.

- Gracias hijo.

Colgué la llamada y troté a casa de Madeline. Una de las trabajadoras abrió la puerta y subí las escaleras. Se puede decir que ésta es como mi segunda casa, ya que vengo aquí desde hace siete años.

Entré al despacho de Connor, busqué el archivo en el ordenador y lo envié.

Salí de ahí por el largo pasillo hacia los escalones y justo frente a mi estaba la habitación de Madeline, en su puerta aún tenía su letrero "no molestar", seguramente estaba dormida. Giré la perilla de la puerta y me di cuenta que estaba abierta, entré y me encontré a la hermosa chica de cabello rubio dormida, su manta estaba en el piso, dejando al descubierto su pijama; un short azul y su blusa de tirantes rosa.

Tomé la manta y se la puse, me hinqué al borde de su cama, acaricié sus mejillas sonrosadas, me quedé observándola por unos cuantos minutos, quité de su rostro unos mechones de su cabello y besé su mejilla.

"Aunque en realidad quería probar sus labios"

Estaba por levantarme cuando mi teléfono comenzó a sonar, me aparté de inmediato para tratar de silenciarlo pero Madeline pestañeó un par de veces y me observó confundida y asustada.

- ¡¿Q-QUE RAYOS ESTAS HACIENDO EN MI HABITACIÓN, BLAISE?!

Mi móvil dejó de sonar y vi a Madie.

"Estoy en problemas"

- ¡RESPONDEME! -Madie me lanzó una almohada tras otra y no pude evitar reír.

- Tranquila preciosa, vine a cerciorarme que estuvieras bien.

- Oh, claro. ¿Se supone que debo creerte? Eres un pervertido. -Se levantó de su cama y tomó las almohadas para volver a lanzármelas. -Y un completo idiota.

- No te enojes linda, vine por encargo de tu padre. -Guiñé mi ojo y besé rápidamente su mejilla.

-¡Iugh! Vete. -Lanzó la almohada. 
-Vete ya, George.

Salí de su habitación muerto de risa, nunca había hecho enojar a Madeline de esa manera, pero antes de eso tuve el honor de admirarla dormida y es tan hermosa.

"Me está enloqueciendo"

Llamé a papá y me disculpé con él por cortar la llamada. Salí de casa de Madie y me quedé como idiota viendo a su ventana, ella estaba hablando por teléfono, su vista de enfocó en mi y cerró las cortinas.

"Por más que me evite, ya estoy jodidamente enamorado de ella"

(****)

*MADIE*

- Papá ¿Podemos hablar?
 


- Si princesa.

Tomé asiento junto a mi padre y le conté del pequeño incidente de ésta mañana.

- ¿Y?

- Y ¿Que harás al respecto, papá?

Se echó a reír en mis narices, me enfadé por eso y me puse de pié.

- Madie, no te enojes. Además George no sería capaz de hacerte daño.

- Pero...

- No seas tan dramática, hija. Anda, dame un beso.

Rodé los ojos y le dije: - Besa a George, papá. - Salí de su despacho y escuché sus fuertes carcajadas.

"¿Que rayos le sucede a los hombres, de todo se ríen?"

Cerré mi habitación de un portazo y me puse a hacer tarea, mañana se reanudan las clases y aún tenía algunas cosas que hacer.

Tenía que hacer un resumen sobre la Segunda Guerra Mundial y terminar un reporte de Física.

Pasé más de una hora haciendo el bendito resumen, a las tres de la tarde bajé a comer y, como era costumbre, George y sus padres estaban aquí. Los saludé, estreché la mano de George y todos nos sentamos a comer.

Como siempre, sentí los ojos de George puestos en mí y cada vez que mis ojos hacían contacto con los suyos me enviaba besos y miradas juguetonas.

"Detesto eso"

Cuando terminé no esperé ni un momento más y salí, literalmente, corriendo a mi habitación.

Seguí con mi reporte de Física, sentía que mi cabeza iba a explotar, no encontraba mucha información sobre las leyes de OHM y para colmo me dolía la espalda.

Me tumbé en mi cama completamente rendida, estaba a punto de quedarme dormida cuando tocaron mi puerta.

- ¿Quién?

- ¿Puedo pasar Madie? -Me levanté de inmediato.

¿Acaso George me estaba pidiendo permiso para pasar cuando siempre se aparece donde estoy?

-¿Madie? -Tocó una vez más. - ¿Puedo pasar?

- Amm... claro, pasa.

George entró a mi habitación, se sentó en mi puff y yo en la silla de mi escritorio, él no hablaba, sólo me observaba. Me incomodé demasiado.

- ¿Se te ofrece algo George?

-Sólo venía a ver que estabas haciendo y por lo que veo aún no terminas el reporte de Física, Madie. -George se incorporó hasta mi escritorio y tomó mis hojas, leyó el contenido detenidamente y me observó con una cara de desaprobación.

-¿ Introducción? Madie, no llevas casi nada.

- Es un tema muy poco común, busqué información y no encontré casi nada. ¿Ya lo terminaste? -Pregunté.

- Si, preciosa. Tengo los PDF de donde saqué mi reporte, puedo prestártelo si quieres. -Se encogió de hombros y asentí orgullosa.

"Acaba de salvarme la vida"

Sacó su teléfono y me lo dio, comencé a escribir tan rápido como pude. George estaba sentado con su rostro fijo en mí y lo noté cuando lo miré de reojo.

- No hagas eso.

- ¿De que hablas, preciosa?

- Sabes bien de que hablo, deja de observarme George. -Respondí irritada.

- Siento incomodarte, pero no puedo evitar observarte, cada movimiento, cada gesto y cada sonrisa que sale de tu boca me encantan.




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