¿Debería o no?
Algo le decía que debía ayudar a ese hombre, aunque era algo extraño, en fin, Alice llegó hasta él y le dijo:
- - Lo siento, no puedo ser tan egoísta. ¿En qué puedo ayudarle?.
- - Ya que lo dice, si no es molestia me gustaría que me ayude a acoplar la batería, pensé que sólo se había sulfatado pero este no era el caso. Dijo el hombre.
- - Sí, cómo no. Respondió Alice.
- En unos segundos el coche pudo encenderse.
- - ¡Qué suerte la nuestra!. Exclamó el hombre
- Alice sonrió, le entregó el acople y preguntó:
- - Disculpe, ¿cómo hará para llevar ambos coches?.
- - Emmm, llevaré el de mi esposa a casa y mañana vengo por el mío, no se preocupe. Contestó.
- Alice sentía una sensación de pesadez, ¿debía ayudar a aquél hombre o no?, en fin, Alice no lo conocía bien, pero la mirada de ese hombre reflejaba que necesitaba una mano con todo eso. No aguantó más y lo soltó:
- - ¿Sabes?, yo puedo conducir hasta su casa si no es muy lejos y luego puedo traerme hasta aquí otra vez.
- - No quisiera molestarla señorita, su viaje debe ser largo. Le respondió.
- - No hay problema, no me gustaría dejarlo aquí, tal vez su esposa lo esté necesitando. Déjeme ayudarlo. Dijo Alice.
- - Está bien señorita, ya que insiste. Contestó el hombre y le regaló una sonrisa como gesto de agradecimiento.
- Pasado un momento se estaban dirigiendo siguiendo la carretera y giraron hacia un tramo en el bosque, parecía un camino de tierra, a la vez oculto.
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