Dragones 12.

Reino de Unitra.
Narrador: Shaera Másserattí.

¿ Dicen que dios es una mujer ?.

Claramente; dios SI es mujer, y por ello mujeres como yo siempre sobrepasamos ante las sociedad inteligentes, astutas y resilientes así debemos ser. No, no se necesita de un alto rango en la sociedad para ser importantes, necesitas audacia, creatividad, e inteligencia. Si quieres pisotear a los hombres debes ser mejor que ellos pero antes de eso Tú "yo" de hoy debe ser mejor que tú "yo" pasado.

Ascendi al trono por ser mejor que mi hermano, no por ser una niña que se sentaba a ver lo que los demás hacían, una que esperara a que todos resolvieran sus problemas. Yo actuaba; no necesité que resolvieran las cosas por mi cuando yo podía resolverlas y eso me dejó en alto ante el pueblo que me adora, el consejo en su momento no apoyo el que me volviera heredera. Tiempo después su mayoría si me apoyo, pero hoy siguen algunos sin hacerlo.

Y no lo digo por solo decirlo, lo digo porque el que quiere ser alguien importante es alguien importante sin esperar por lo demás, esforzándose en demostrar que si puede alcanzar su meta demostrando que no todo es imposible.

Eso es lo que pasa, justo en este momento aunque esté rodeada de hombres no tengo miedo; se que puedo hacer, se de que soy capaz y se que no me doblegare por nadie. Ellos solo son hombres con espadas redes y lanzas y yo tengo a tres dragones en mi espalda. Si alguien va a salir perdiendo de aqui serán ellos.

Moonfire y Saphira colocan sus colas espinadas al frente protegiéndome mientras sueltan rugidos, doy vuelta para subirme en el lomo de Saphira hasta que escucho el galope de un caballo cabalgando a toda velocidad, solo espero pacientemente a ver quien será.

- La reina y bruja del reino, está aquí frente a nosotros - Y a lo único que le preste atención de lo que hablo es "la reina", saben quién soy, me reconocen como tal y no tienen miedo de ello.

Deberían tenerlo.

- ¿ He de ayudarlo en algo ?- doy media vuelta, viendo al cazador.

- Si, verá ese dragón es de nosotros y requiero que me lo devuelva. - ¿ Sera tan idiota que cree que si se lo dare ?

- Al revés, señor están en mi reino, por lo que. Todos los dragones y criaturas mágicas que habitan en Unitra están bajo mi protección.

- Será mejor que nos entregue al dragón si no quiere salir lastimada. - Y pensar que le dejaría la cabeza si se iba, que triste. El museo tendrá que exponer otra cabeza de cazador.

- Que mal, no puedo devolverle el dragón; no es un objeto que pueda venir y regalar.

- Está usted jugando con fuego señorita y eso no se lo recomiendo. - Tantas veces que jugué con fuego y no me pasó nada, no creo que me vaya a pasar algo ahora.

- Umm, creo que correré el riesgo.

Me acerco a Saphira subiendo su lomo lo mejor de todo es que nadie sabe de la conexión de la familia con los dragones, piensan que es una conexión simple, que ellos siempre obedecen.

Y no hay más pensamiento equivocado que ese.

Solo hay dos opciones; o los quemo o los llevo a el pueblo de Unitra. Ambas son opciones buenas pero ¿ por qué no los llevo al pueblo y como sentencia los quemos y se los doy de comer a los dragones?. Esa es una mejor opción.

Si, eso es lo que haré.

Por lo que, tejo un hechizo para que estén dormidos mientras voy y busco soldados, se supone que el hechizo los dejará dormidos por un buen tiempo y espero que sea suficiente para ir y venir.

Alzo vuelo y me toma veinte minutos llegar al reino para buscar a los soldados; una vez partimos rumbo, tardamos media hora en llegar pero algo paso en casi una hora por qué valla sorpresa me lleve.

Ningún hombre estaba, ni siquiera los barcos ¿ Qué pasó aquí y porque no están ? ¿ Cómo pudieron mover más de doscientos hombres en menos de una hora ? No hay rastros en tierra y me toca buscar por el cielo.

Nada, no hay nada. Ni un solo rastro de a dónde pudieron haber sido movidos, es que ni siquiera hay un solo testigo que diga que pasó.

Esto es frustrante, demasiado para mí gusto.

Nos toca regresarnos, y al bajar de Saphira me dirijo a unas de las doncellas para pedir dos incubadoras para los cuatro huevos, mientras ella suben aprovecho de bañarme y cambiar mi ropa.

Este día ha sido completamente agotador no hay remedio, espero y no empeore por qué mi cuerpo ya no da para más, mi costilla duele a horrores, estoy más que agotada tanto física como mentalmente.

Las doncellas entran con las incubadoras y otra trae consigo lo que sería mi almuerzo, dejan las incubadoras en una mesa de piedra que tengo y mi almuerzo en la mesa de cristal.

Tomo los huevos y los pongo en las incubadoras, es muy poco frecuente ver nidadas, Crystalflare solo ha puesto tres y ni hablar de moonfire o Saphira las cuales no han puesto ninguna y hasta ahora ninguna ha estado en gestación ¿ Algo loco no ?.

Ahora que lo pienso hay varios dragones en el linaje de los Másserattí, pero creo que se han visto más ahora que antes, mi hermano tiene a Ragnar, mi padre a catastrofe, mi madre a Crystalflare y yo a Moonfire, Saphira y tormenta dando en total seis dragones y sin contar a los cuatro huevos que encontré hoy, aunque no superamos el reinado de Perseo I el cual tuvo dies dragones gracias a sus hijas e hijos y su esposa.

Eso fue antes de que los dragones desaparecieran hace ciento cincuenta años atrás, después de eso no se volvieron a ver más dragones hasta que mi padre encontró a catastrofe y después de ello mi madre con Crystalflare.

Y de ahí resurgieron los dragones en nuestra familia, los dragones son considerados parte de los dioses y el pueblo cree que solo los que tienen cercanía con los dioses o ser un dios pueden tener dragones y si tener un solo dragón te acerca a ellos tener tres me hace una diosa según el pueblo.

Me llaman la hija de Afrodita por ello.