O2

En la primavera de 2017

Las campanas de las clases sonaron, dándoles a entender a todos que debían apresurarse si no querían terminar fuera y perderse probablemente algún examen, estaban en septiembre y habían anunciado los intercambios, por su puesto que nuestro pequeño Christopher de dieciocho años participaría, quería conocer el hogar de sus padres y abuelos, la famosa corea del sur. No tenía una gran variedad de amigos en lo que le quedaba de escuela, solo contaba con su mejor amigo del alma, Lee Felix, unos cursos menores por tener dieciséis años.

Todos los estudiantes salieron corriendo hasta sus respectivos salones sin fijarse en que probablemente podían tirar a alguien, y así mismo fue Chris, corrió y por accidente tumbó a alguien, no pidió las disculpas, realmente las personas en Australia no le daban mucha importancia a ese tipo de cosas, y agradecía que la cafetería estuviera cerrada, así no le embarró a nadie de ningún jugo o café mañanero. Cuando llegó a su salón, no llegó el maestro, llegó más bien el coordinador, quien les empezó a hablar nuevamente de los intercambios, y pidió que alzaran la mano quienes deseaban viajar.

Era algo bastante complicado, los padres de el rubio estaban pasando por una difícil situación, ya que el negocio de su padre caía en picada hasta la quiebra, mientras él y sus hermanos le ayudaban en la academia de canto a su madre, ¿Como lograría conseguir la plata? Nadie lo sabe.

La situación de su mejor amigo, Felix, era diferente, ya que él había nacido en aquello llamado "cuna de oro", ya que su padre contaba con una empresa de petroleo, para su suerte, era como el hermano de otra madre del menor, por lo que podrían ayudarlo.

¿Pero, por qué tanta insistidera por ir a Corea de sur? ¿No es lo mismo que ir a China o Japón?

No, claro que no, para el rubio era su sueño, su madre siempre le contó sobre sus experiencias con amigos, le ha mostrado bastantes k-dramas como para que él desee ir, sentía que su felicidad estaba ahí, en algún lado.

Cuando el coordinador dejó de hablar sobre el viaje, las clases se reanudaron y tuvo que sacar su libro de álgebra haciendo una mueca, él realmente quería concentrarse, pero sus compañeros no eran de mucha ayuda, no es que le caigan mal, simplemente... son muy ruidosos.

Y cuando llegó el momento deseado de encontrarse con Felix, su querido pelinaranja tinturadisimo, se abrió de brazos cuando lo vio salir de su aula.

—¡Tardaste mucho! Incluso le hice conversación a tu hermana.

—Perdón, niñito.

Chris le rodeo los hombros con su brazo y se lo llevó hasta el campus, donde el menor se acostó y el mayor empezó a jugar con su cabello, al tener su cabeza en su regazo.

—¿Como harás para ir al intercambio? ¿No me dejarás aquí solo, no?

—Con tu ayuda, y no, obviamente no, capaz en Corea encuentras un chico que te tome de responsabilidad, y yo me libro por fin.— El rubio se carcajeó bastante, y recibió un nada sutil golpe en su estomago.

—¿Como te ayudaré yo?

—Con el dinero, yo te cuidaré en Corea, creo que eso es suficiente.

—Cuidarme es fácil.

—Es más fácil sacarse 5,0 en todas las materias, ¿sabes?

—Bueno ya, deja de burlarte de mi- hizo el menor un puchero.— Ahora, ¿como te ayudo con la plata, les hablo de ello a mis padres?

—Sí, exacto y les dices que es nuestro dueño.— guiño el ojo, intentando verse cool.

—Vendrás tú en la tarde, o nada.

—Trato hecho.

Cuando volvieron a clases, se despidieron en el pasillo con su típico apretón de manos raro, y volvieron al salón, esta vez todos iban calmados, cuando llegaron al salón el maestro les obligó a hacer una fila, todos los alumnos irían a la cancha, ya que se hablaría nuevamente, del mismo tema de siempre, los intercambios.

(....)

— ¡Por fin salimos de la cárcel!— Felix tomó mi brazo y soltó un bostezo junto a eso, uno bastante tierno a la vista del mayor.

— Y eso que te faltan años aún.

—¡Deja de burlarte de mi!—Ambos sonrieron divertidos luego de eso.

¿Que chicos hace unos años pensarían que se volverían mejores amigos así?

Pero en este momento no hablaremos de eso, no, claro que no.

Platicaron de las mismas cosas de siempre, de sus fantasías de lo que harían al llegar a Corea, tal y como lo hacia cuando eran pequeños, Chris era de esos que siempre hablaba de que amaría ir a un concierto de BIGBANG y Felix que adoraría ver a las diosas de 2ne1 nuevamente en el escenario; conectaban perfectamente por sus gustos.

—¿Sabes? Unas fuentes confiables me dijeron que Bambam y Sana están en Corea.— Empezó a hacer un poco de frío, por lo que luego de decir eso, frotó sus manos en busca de calor.

—¿Sana está en Corea?— Realmente parecía que los ojos de Chris tomaron un brillo inigualable, y es que, como olvidar al primer amor, no? acá la mejor amiga.