The Furies

Capítulo 1

La ciudad de Berk era mucho más que eso, era una isla convertida en ciudad, quizá no la más grande del mundo, quizá no tan atractiva como Hawaii; pero sin duda era reconocida por muchos como una de las ciudades más significativas de Noruega.

Justo al oeste del país, en lo que aún puede considerarse parte de su territorio marítimo, se alzaba una magnifica isla de grandes acantilados y montañas pronunciadas cuyos bosques eran el hogar de cientos de especies. Con el comercio y el turismo como principales fuentes de ingresos económicos, la ciudad de Berk se mantenía de forma casi independiente del resto del país.

Pero eso no era lo que más llamaba la atención del lugar. Pues lo mejor –y tal vez lo peor en algunos casos– era que poseían a su propio superhéroe, recientemente reemplazado por una nueva heroína principiante que todos parecían amar y odiar en partes iguales.

Y aquí es donde entra ella, a quien si le hubieran dicho que tendría que pasar por las mismas problemáticas que tuvo el famoso Spider-Man en sus inicios como héroe, se habría reído en sus caras ante tan descabellada idea.

Cuatro años atrás no habría creído siquiera en la idea de que los superhéroes existieran.

Un año atrás no habría pensado que ella, Leily Bristow, se convertiría en uno.

Cómo cambian las cosas, ¿verdad?

¿Cómo pasó? Eso es algo que ella aún no termina de comprender. Una noche casi muere y al siguiente día podía hacer cosas que nadie más podía; sí, justo como Peter Parker. ¿Algo más que la ciencia ficción quiera echarle en cara?

No, no fue mordida por un animal genéticamente modificado, tampoco le suministraron una droga de súper-humano y mucho menos le cayó un rayo en la cabeza. Simplemente pasó sin que ella o cualquiera pudiera prevenirlo.

Esa noche, cuando venía en el auto con su padre, su vida cambió por completo mientras que la de él se extinguió cuando un camión de carga se estrelló contra ellos haciéndolos girar y rodar sin control hasta que el impacto contra un poste de luz los detuvo.

Aun podía recordar la sangre tibia deslizándose por su frente, el dolor punzante en una de sus piernas atrapadas entre la guantera y su asiento. El cinturón de seguridad presionando su cintura y pecho adoloridos; y la luz cegadora de la lámpara resplandeciente sobre ellos.

Aturdida, había girado el rostro hacia su padre, aterrándose ante la imagen que alcanzó a divisar con su mirada nublada, un grito desgarrador escapando de su garganta, quemándola por dentro. Ese ardor que no supo si era por su grito y llanto, o si en realidad fue algo más.

El corazón le latió con tanta fuerza, su cuerpo entero ardió como si se quemara y entonces la luz sobre ellos aumentó, como si la noche hubiera cambiado a día de un segundo a otro antes de volver a la normalidad. En ese momento no lo supo, pero después se enteró que eso era lo que había ocurrido realmente.

Durante esa fracción de tiempo lo único que estuvo en su mente fue su padre, herido, sangrante e inconsciente sobre el volante del auto. Voces desconocidas hicieron eco en la lejanía impidiendo que pudiera escuchar su propia voz llamando inútilmente a su padre poco antes de caer inconsciente.

No fue hasta un día después, cuando al fin despertó en el hospital con su madre durmiendo junto a su cama, que comprendió lo que había ocurrido y la gran perdida por la cual ahora ambas atravesaban.

Su padre había muerto.

Y ella ya no era la misma.

Light Fury estaba por nacer y su inicio, justo como el de muchos de los héroes de los comics, fue con la perdida de alguien importante…

.

.

.

—¿Viste las noticias?—la voz de su amiga rubia se alzó entre el silencio que había en la mesa donde ellas almorzaban en el jardín de la universidad, solas y apartadas del bullicio de la cafetería junto a ellas—. Light Fury salvó a muchas personas anoche en el incendio.

Hizo una mueca aprovechando que su rostro estaba inclinado hacia su comida para que así ella no pudiera notarlo.

Realmente no estaba de humor para hablar sobre ese tema en específico y mucho menos con ella que siempre parecía fascinada con los sucesos heroicos de la ciudad.

—¿También te quejarás de sus métodos?—cuestionó ahora ella tratando de no sonar tan molesta como sabía que estaba.

Alzó la mirada un momento sin dejar de picotear la ensalada de pollo en su plato, su mirada azul se conectó con el ámbar de ella que pasó de entusiasmada a confundida en una fracción de segundo.

—¿Qué? ¡No!—exclamó en defensa, parpadeando con rapidez para recobrar el control de la conversación—. Yo creo que hizo lo mejor que pudo.

—Muchos no piensan lo mismo—murmuró con un suspiro cansado bajando nuevamente la mirada.

—Lo sé…—concedió su amiga con cierto toque de pesar—. Es que, bueno, Light Fury metió un poquito la pata al usar su propio fuego en medio del incendio…—recordó lo que había escuchado en las noticias y calló enseguida al notar la penetrante mirada de Leily sobre ella—. Pero al final logró salvarlos a todos, los bomberos no lo habrían logrado porque no podían llegar tan lejos—añadió rápidamente para apaciguar la molestia que no sabía de dónde provenía pues si había algo que nunca entendería de su amiga era la razón por la cual le irritaba tanto cualquier tema que tuviera que ver con Light Fury—. De no ser por ella, muchos habrían muerto anoche.



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En el texto hay: superheroes, dragones, romancejuvenil drama

Editado: 30.12.2023

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